HELLFEST OPEN AIR 2008
De nuevo un cartelón de esos que quitan el hipo nos obligaba a desplazarnos al pueblo de Clisson para presenciar esta nueva edición del Hellfest Ope Air, donde el atractivo de poder ver a bandas como CARCASS, MAYHEM, MORBID ANGEL o SATYRICON juntos nos seducía sobremanera. Y es que, no nos engañemos, el Hellfest, a pesar de albergar en su running order a reputadas bandas de todos los estilos de metal, es en el campo del metal extremo en el que parece prestar especial atención a la hora de confeccionar su cartel. Y es que si bien GAMMA RAY, HELLOWEEN o IN FLAMES no son moco de pavo, sí que son más que habituales en los circuitos festivaleros a lo largo y ancho de Europa año sí y año también. Por el contrario, en el bando extremo encontrábamos grupos recientemente reunificados, actuaciones más o menos exclusivas y bandas de culto a tutiplén.
Eso sí, si este año nos encontrábamos con una espectacular réplica a la también excelente selección del año pasado en cuanto a bandas se refiere, el evento necesitaba distanciarse con urgencia de la mediocre imagen ofrecida a nivel organizativo en aquella ocasión, acrecentada por las fuertes precipitaciones habidas. Y si bien teníamos ciertas reservas respecto a que este distanciamiento sucediese, ya el primer día tuvimos que rendirnos ante la evidencia: con una organización rozando la perfección, el festival francés este año ha dado un salto cualitativo nunca visto. Y es que tanto las instalaciones, como el sonido, como los horarios nos dieron todo a lo que podríamos aspirar. Sinceramente, no lo esperábamos. Y ni mucho menos me esperaba que este año se invirtieran los papeles y que la organización del Hellfest terminara resultando mejor que la del reputado Graspop Metal Meeting (festival al que asistí a la semana siguiente y que presentó ciertas deficiencias en esos términos respecto a otros años, para mi sorpresa, ¡hasta el punto de irse el suministro eléctrico durante la actuación de KISS!).
Aunque un servidor un año más hizo noche en un hotel cercano, evitando así encontrarme una zona de acampada desastrosa, lo cierto es que por lo que se pudo ver, este año el camping estuvo bastante mejor también, aunque sigue siendo necesario un número mayor de duchas.
VIERNES
Sin más dilación, hagamos un repaso rápido a los conciertos que fueron teniendo lugar durante esos días. Nada más llegar al recinto, todo fue bastante rápido, obtenemos nuestra acreditación sin problemas y nos dirigimos raudos hacia la carpa del escenario tres para encontrarnos a los australianos ALCHEMIST, a quienes tenía bastante interés en ver por razones obvias. Básicamente destriparon el que posiblemente es uno de sus álbumes más laureados, “Spiritech”, abriendo el show con “Chinese Whispers” y “Road to Ubar”, dejando un buen sabor de boca entre el público no excesivamente numeroso que allí se encontraba y recreándose sin cortarse un pelo en los pasajes más experimentales de raíces acústicas y de dejes pseudo-arábigos. Gran concierto tras el cual en esa misma carpa decidiríamos presenciar por segunda vez en pocos meses a los geniales SEPTIC FLESH, que repitieron el set list que venían interpretando en su gira con VADER, dejando caer un par de temas (“Unbeliever” y “Virtues of the Beast”) antes de atacar su último e imponente disco, del que tocaron varios cortes, encontrando en “Anubis” uno de los puntos culminantes hacia el final del show. El sonido no fue de los mejores, pero rayó a un buen nivel y, cómo no, pudimos disfrutar una vez más de las muecas y cucamonas de Spirus.
Un acierto el colocar los escenarios uno y dos uno al lado del otro (al estilo Wacken) y el equiparar el segundo prácticamente al primero en cuanto a condiciones técnicas, muy superiores por lo tanto a las del segundo escenario del año pasado, que lo cierto es que daba vergüenza ajena. De hecho, los mejores conciertos los vimos, sin lugar a dudas, en este “Second Stage”. Si por algo se caracterizan MAYHEM es por hacer precisamente lo que menos se espera uno. Y es que no sé si me apetece recordar su actuación en el desastroso Atarfe Vega Rock, en el cual dieron el concierto que el festival merecía, con 20 minutos de show, un sonido lamentable y un “público” que hubiera merecido morir lentamente. Tras este tipo de experiencias, lo último que esperábamos es que MAYHEM dieran un concierto profesional, con un buen sonido y de una duración estándar. Pues bien, eso fue lo que hicieron, dejándonos a todos boquiabiertos una vez más. Eso sí, esperaba un disfraz espectacular de Attila Csihar –en Granada apareció vestido de Fausto y portaba un botafumeiro y en otros shows ha llegado a salir vestido de Bugs Bunny…-, pero esta vez nos tuvimos que conformar con un atuendo de riguroso negro, unas gafas de Sol, una especie de svástica en el brazo y un colgante huesudo muy singular. Una vez más tuve el placer de deleitarme con esa retahíla de sonidos infrahumanos que salen de su garganta, obsequiándonos el hombre de las mil voces con toda su psicopatía engalanada de un manto de solemnidad. Las canciones de “Ordo Ad Chao” atruenan en directo, por mucho que les pese a algunos, y “Deathcrush”, “The Freezing Moon” o “Pure Fucking Armageddon” (con la que terminaron) se nos antojaron furiosas como nunca. Sin Blasphemer, pero arrasaron con un de los mejores shows del día.
DIMMU BORGIR, por su parte, adolecieron de falta de garra en el escenario principal, quedando algo deslucidos los temas por la poca agresividad de las guitarras y, sobretodo, por lo bajas que sonaban las orquestaciones y el teclado de Mustis. Peores shows les he visto, pero también algunos mucho mejores. A pesar de ello pudimos disfrutar de temas como “The Serpentine Offering”, “Progenies of the Great Apocalypse” o “Mourning Palace” lo cual resulta siempre reconfortante para quien ha venido siguiendo a la banda a lo largo de su carrera. ROTTING CHRIST nos dieron cera en el escenario pequeño dejando constancia de lo que mejor saben hacer, con ese black metal tan singular de corte casi ritual que fue recibido con los brazos abiertos por un público que sabía lo que venía a ver y se encontró con lo que iba buscando. Son de los que no decepcionan. TESTAMENT, por su parte, es una banda que más gana en directo cuanto más espacio se les cede; esto es, habiéndolos visto de cabezas de cartel de otros festivales y/o haciendo su show completo, les vi algo más flojos que otras veces, que no decepcionantes. De hecho, dudo que a estos tíos les vea nunca dar un show mínimamente malo, pero me tenían excesivamente acostumbrado a sorprenderme y dejarme anonadado. En esta ocasión el set list estuvo muy bien escogido, pero el sonido mereció un tratamiento algo mejor y la banda me pareció que no tuvo su mejor noche, por mucho que resultara una delicia poder escuchar una vez más cañonazos como “New Order”, “Apocalyptic City”, “Alone In The Dark” o “Disciples of the Watch”.
Con KRISIUN he acabado labrándome una teoría: disfrútalos con un sonido nítido y atronador y provocarán que se te desencaje la mandíbula a base de agresividad y técnica. Es algo difícil de presenciar en las salas españolas (lo del buen sonido, quiero decir), pero los que hayan tenido la oportunidad de vivir la experiencia sabrán de qué hablo. Técnica y calidad a raudales, este sería el primer gran concierto de death metal que viviríamos en esta edición del Hellfest. Que el Discover Stage estuviera a reventar da buena cuenta de cuán esperado era el concierto y de qué ambiente malsano y pútrido se vivió allí dentro. Sencillamente apabullantes. Y ya que estábamos “entrallados” qué mejor que disfrutar una vez más de la ametralladora de la Segunda Guerra Mundial que son MARDUK. Puesto que IN FLAMES últimamente no me dicen absolutamente nada ni en disco ni en directo, preferí quedarme con los otros suecos. De hecho, no llegué a dudarlo ni un instante.Al poco tiempo, Morgan y los suyos ya nos estaban masacrando a base de riffs hipercalóricos y baterías sobrehumanas, de nuevo, con un buen sonido y mejor actitud. Eso sí, también hubo algún momento para temas más cadentes y pesados y es que “Room 5:12”, además de ser un disco bastante atípico, también es el álbum más “doom” de la banda, si se me permite la expresión. Nada que no pudieran contrarrestar con unas sangrantes “Panzer Division Marduk” o “The Hangman of Prague”. Si mal no recuerdo, la velada contó con Alan Averill (PRIMORDIAL) como invitado a las voces en uno de los temas. Esperadísimo el concierto de CARCASS por todo lo grande en uno de los escenarios principales y ni un atisbo de decepción en la cara de los presentes tras el mismo. Y es que no es para menos. Con precisión quirúrgica, tal y como debe ser tratándose de estos “mad doctors”, y con un sonido perfecto, con el toque de crudeza ideal, los cirujanos ingleses se encargaron de destripar ante todo sus dos obras más laureadas, “Necroticism” y “Heartwork”. Escuchar en directo “Inpropagation” o “Buried Dreams” por todo lo alto no tiene precio. El que no exhaló hasta el último aliento es porque sencillamente no merece ser abierto en canal bajo el techo de la misma morgue que el resto. No hay más. Sorprendente fue en especial ver como Daniel Erlandsson (ARCH ENEMY) hacía un papel encomiable tras los parches. El mismísimo Ken Owen apareció en escena en un momento dado para decir unas palabras, en un estado algo deplorable a causa de las secuelas que el incidente sufrido en el pasado le ha dejado. Michael Amott, Bill Steer y Jeff Walter por fin reunidos sobre un escenario y dando uno de los dos conciertos más aplastantes de la presente edición del festival francés. Ojalá todas las reuniones resultaran tan genuinas e intensas. Ya ansío verlos de nuevo en Wacken.
Tras ellos, VENOM cerrarían la noche con el concierto discretito que se les esperaba, aunque había que justificar de alguna forma el elevado caché que piden tocando su deslavazado repertorio al amparo de algo de pirotecnia y de mucha pose y actitud. Hermanos bastardos de MÖTORHEAD a la hora de la verdad, se quitaron de encima “Black Metal” nada más salir a escena para a continuación desarrollar el resto del concierto con algunos de los temas más directos de su repertorio. No se puede decir que fueran nada del otro mundo.
SABADO
El sábado caerían pesos pesados ya a primera hora y con un Sol de justicia acariciando nuestras azoteas. Tanto SODOM como SATYRICON “gozaban” de una posición bastante baja en el cartel, pero lo cierto es que ambas bandas parecen tener un tirón muy distinto de un país a otro, y si no que me cuenten cómo en un festival más grande como es Wacken tocan de cabezas de cartel de sus respectivos días y en el evento que nos ocupa les toca rasgarse las vestiduras a la hora de comer. Apreciaciones a parte, lo que estaba claro es que ambas bandas siempre deparan conciertos con garantías, sonando SODOM esta vez bastante añejos, por mucho que el sonido no fue perfecto y las faltó algo de definición en las guitarras. Afortunadamente, la organización se marcó un tanto sacando una manguera y refrescando al público que en aquél entonces se encontraba sudando la gota gorda. Así pues, “Remember The Fallen”, “Outbreak of Evil”, “Sodomy and Lust” o “Blasphemer”, serían merecedores de las primeras ovaciones del día, toda una ración de thrash metal como bien nos tienen acostumbrados. A continuación, también bajo un Sol de mil demonios, SATYRICON y una buena ración de black’n’roll. Dado que el tiempo en escena iba a ser más limitado que en otras ocasiones, los noruegos decidieron no escarbar demasiado en su discografía para descargar unos cuantos temas de su última etapa, como “K.I.N.G”, “Fuel For Hatred”, “Now, Diabolical”, la ultimísima “My Skin Is Cold” o la algo más añeja “Havoc Vulture”, siendo la única referencia a su pasado la consabida “Mother North” (con la que como es habitual cerraron). Habrá que esperar para volver a degustar temas de sus primeros dos fabulosos álbums. Eso sí, el sonido resultó impoluto, el mejor de festival, y la banda sonó compacta y cortante, resultando la actuación de notable alto, muy a pesar del enésimo cambio de look de Satyr.
Sorprendente también la hora a la que ICED EARTH se lanzaban a las tablas, las cuatro y pico de la tarde. Demasiado pronto para lo especial que resultaba la ocasión, al menos para mí, que por primera vez iba a tener la oportunidad de ver a los americanos con Barlow al frente. Y qué decir, toda una delicia. Lástima que no tocaran ningún tema del “Horror Show”, un gran disco que merece mayor consideración (eso sí, menos mal que a la semana siguiente subsanaron su error en su actuación en el Graspop Metal Meeting), pero esos trallazos del “Burnt Offerings” o del “The Dark Saga” valen su peso en oro. Shaffer ya no nos sorprende, es una auténtica máquina construyendo esos riffs cortantes destrozacuellos, pero en cambio, cualquiera diría que Barlow viene de un período de semi inactividad. ¡Menudo vozarrón se gasta en directo! Unos agudos de órdago y unos tonos medios cargados de cuerpo fueron suficientes para demostrar quién es el verdadero cantante de ICED EARTH:
ANATHEMA, como ya es habitual, realizaron un set lleno de clase y de influencias pinkflodianas, excelsos para los amantes de estos sonidos y aburridos para los tralleros más intransigentes, mientras que los españoles HAEMORRHAGE (de quienes por fin puedo hablar después de que el promotor del concierto en Barcelona vetara el derecho a la prensa a hacer su trabajo) daban la contrapartida en el escenario pequeño salpicándonos a todos con su goregrind de calidad. En dicho show volvió a quedar demostrado que estos madrileños parecen tener mejor acogida en el extranjero que en su propio país, siendo su propuesta tan malsana como atractiva y resultando el inglés con acento madrileño de Lugubrious casi exótico. Todo un festín ver a nuestro amigo ensangrentado zarandeándose por el escenario sin parar como le fuera la vida en ello, interpretando algunos de los temas más psicotrónicos del “Apology For Pathology” para deleite de un público deseoso de hacer correr la sangre en el pogo. Curiosamente, vimos a Ana tocar el bajo debido a la misteriosa ausencia de Ramón. A pesar de ello sonaron fenomenales… I am a pathologist!
Me sé de uno a quien la coincidencia de CANDLEMASS con TREPONEM PAL le hubiera hecho tirarse de los pelos, pero lo cierto es que muy poca gente pareció interesarse por los segundos, a pesar de haber sido una de las bandas experimentales más trascendentes en el momento de su aparición. El desconocimiento general y una condición de banda de culto algo desdibujada provocó que aquello pasara con más pena que gloria, a lo cual tampoco ayudó la predisposición de una banda algo acartonada sobre las tablas, por lo cual al poco tiempo nos fuimos a ver qué tal se las gastaban los suecos sin Messiah Marcolin en sus filas, siendo la sensación resultante realmente buena, aunque no sorpresiva, pues no son pocos los conocedores de las dotes del señor Lowe. Doom clásico y épica se dieron de la mano como en los viejos tiempos sin que allí se echara a nadie en falta, con un sonido monolítico que no hizo sino ayudar a apuntalar el bastión.
La decepción nos la traerían ANAAL NATHRAKH, que a pesar de haber conseguido atraer mi interés en disco con lo experimental de su propuesta, lo cierto es que en directo sonaron excesivamente repetitivos y poco convincentes en las pírricas partes con voces limpias, dando la sensación de grupo de grind descafeinado. Mejor lo hicieron SHINING, cuyo voceras a estas alturas ya tiene los brazos como un colador de tanto rajarse. Hellfest no fue una excepción y a parte de dar la nota por todos los rincones habidos y por haber del escenario, se pasó más de la mitad del concierto retorciéndose por el suelo, logrando así que todos los que no estábamos entre las cinco primeras filas apenas le viéramos el pelo en todo el bolo. Es algo bastante llamativo e idóneo para las actuaciones en salas, pero quizá el señor Kvarforth debería abstenerse de hacerlo tan a menudo en festivales más o menos masificados en los cuales no se ve un carajo desde atrás. Musicalmente, más que correctos, incluido el ínclito Kvarfoth, aunque lo cierto es que en vivo no llegan a transmitir el nivel de frialdad y desasosiego que logran en compacto. WATAIN, tal y como era de esperar, se erigieron un peldaño por encima del resto con su actitud, su música y su instinto depredador, pues sin duda alguna son una de las bandas que más calidad derrochan del actual panorama black metal. Sin tantos artilugios escénicos como en la gira taloneando a KREATOR, los suecos hicieron un set list calcado al de la gira que los trajo a España recientemente. Su último disco fue el protagonista, y no es para menos, pues vendavales como “Legions of the Black Light”, “Storm of the Antichrist” o la rocanrolera “Satan’s Hunger” no dejan indiferente a nadie. A destacar efectos visuales como el del frontman Eric situado sobre la máquina de humo, adoptando un semblante de armadillo de las tinieblas, o los fogonazos durante el estribillo de “Sworn to the Dark”, Gran show el suyo.
Muy a mi pesar, había tenido que perderme el concierto de mis queridos GAMMA RAY, pero no se puede estar en todas partes. Me consolé viendo lo que pude de HELLOWEEN mientras cenaba, aunque lo cierto es que esa noche Andi Deris no estuvo nada inspirado, hecho que me llamó la atención puesto que las últimas veces que los había visto el cabecilla de las calabazas no lo había hecho nada mal. El final, con Kai Hansen acompañando a la banda junto a los demás compañeros de GAMMA RAY al ritmo de “I Want Out” y “Future World”, al igual que en la gira conjunta, volvió a ser fiestero a más no poder.
Enfocábamos la recta final del día con más ganas de caña, fiesta y alcohol, por lo cual, satisfechos con nuestro idilio con varias rubias burbujeantes, nos dirigimos a la carpa a presenciar la actuación de IMPALED NAZARENE, a quienes nunca está de más ver cuando se quiere algo de fiesta, por mucho de que a la larga puedan resultar algo repetitivos. La voz de “Critter” de Mika Luttinen hizo que a unos cuantos se les cruzaran los cables y la fiesta, los pogos y las cervezas voladoras pasaron a ser la tónica habitual del show. Por cierto, mientras un servidor estaba haciendo las fotos en el foso pude presenciar como el frontman estuvo a un dedo de pegarse la leche de su vida al tropezar con un monitor y estar a punto de caer al foso. Finalmente recuperó la estabilidad y se hartó de disparar desde el escenario a bocajarro los temas más viscerales de su agresivo “Manifest”, alternando el repaso a su última obra con una buena ristra de clásicos. Debido a que en España nos está costando más de lo habitual el poder presenciar un show de BELPHEGOR a causa de las habituales cancelaciones, no era parca la armada peninsular que se dispuso a gozar del engranaje de la maquinaria black/death austriaca. Con un Helmuth imponente tanto en presencia como en aptitudes vocales, la banda destripó sin piedad sus armas más punzantes, léase la anticristana visceral “Lucifer Incestus” o la técnica “Hell’s Ambassador”, con su agresividad habitual y al cobijo de un sonido lo suficientemente nítido para permitirnos enloquecer. Dando un repaso también a su reciente “Bondage Goat Zombie” (tema-título con el que terminaron) consiguieron dejar el estandarte bastante alto. Mientras, en el escenario principal, CAVALERA CONSPIRACY rizaban el rizo de lo absurdo. Una nueva banda tocando canciones de SEPULTURA que suenan a SOULFLY. ¿Alguien me lo explica? Por no hablar de los temas bastante mediocres del disco debut de la nueva banda de los Cavalera. Sonó también por ahí algo de NAILBOMB y dejaron satisfecha a una concurrencia fácil de complacer interpretando las consabidas “Territory”, “Chaos AD”, un medley “Arise/Dead Embryonic Cells”, “Troops of Doom” y una “Roots Bloody Roots” acelerada innecesariamente en su tramo final. Eso sí, todas ellas pasadas por un filtro modernote que las convertía directamente en pastiche. Quizá que Maz Cavalera aparente no haberse duchado en los diez últimos años tenga algo que ver. ¡Mañana será otro día!
DOMINGO
Tras la sesión maratoniana del sábado, el domingo tocaba tomárselo con algo más de calma. Y si bien tenía bastante curiosidad por ver a MUNICIPAL WASTE, ORIGIN o MISANTHROPE, lo cierto es que finalmente el sueño y la comida típica francesa nos retuvieron más de lo esperado en el hotel.
Ya algo machacado, pero todavía con ganas de más, los primeros con los que me iba a topar eran PRIMORDIAL, que están subiendo como la espuma. Bueno, de hecho yo creo que ya han subido todo lo que podían subir, y es que un grupo de sus características, parejo en cuanto a calidad y difícil digestión, no resulta apto para el público mayoritario. Con “To The Nameless Dead” han tocado techo en cuanto a maduración de su estilo propio se refiere, y temazos como “Empire Falls” o “Gallow’s Hymn” así lo corroboran en directo, donde el sentimiento y la épica no tan sólo permanecen intactas, sino que se ven retroalimentadas por las actuaciones y gestos de Alan, siendo el resultante toda una experiencia. A continuación, los siempre solventes OBITUARY retarían al calor con una buena ración de death metal. “Evil Ways” o la casi bailable “Drop Dead” de su último trabajo se darían la mano con los clásicos que ya todos conocemos, con “Slowly We Rot” a la cabeza. Cierto es que los conciertos de la banda suelen ser bastante estándar, pero ahí radica la naturaleza de lo genuino de su propuesta. John Tardy no se lanzará por sorpresa al público ni intentará iniciar una conga junto a Trevor, del mismo modo que tampoco lo haría Lemmy. ¡Ya nos entendemos!
De OPETH te podrá gustar más o menos el repertorio, el cómo están sonorizados o los chistes de Akerfedt, pero poco les podrás reprobar a nivel musical. El set list del Hellfest no es que fuera el que muchos esperábamos, pero si disfrutas realmente de la música banda, veo difícil que se te atragante algún tema. Aunque debido a las limitaciones de tiempo, tampoco es que tocaran demasiados: “Demon of the Fall”, “Baying of the Hounds”, “Master’s Apprentices”, “Heir Apparent”, “The Drapery Falls” y puede que alguna más. Los interludios más setenteros, eso sí, nos embargaron de lo lindo, demostrando que la voz del señor Akerfedt rinde que da gusto en todos los terrenos. En la próxima gira española podremos evaluarlos con más calma. Habiendo visto ya en varias ocasiones a MY DYING BRIDE, decidí tan sólo quedarme un par de temas, los suficientes para que Aaron nos dejara a todos machacados y apesadumbrados, como ha de ser, y me di el piro hacia la carpa para ver qué tal las gastaban ROTTEN SOUND. Con un sonido mejor del que gozaron en la gira que los trajo a España como teloneros, se encargaron de crujir al respetable con todo su arsenal de agresividad grind. Con uno de los baterías más rápidos del festival, consiguieron lo que se proponían. Tristemente NECROPHAGIST se vieron obligados a cancelar su actuación por rotura del tobillo de su batería. Sin duda, esta fue la noticia más desalentadora de todo el festival, ya que al menos para un servidor era uno de los atractivos principales del cartel. En fin, qué se le va a hacer…
Curioso fue lo de NOFX, que saltaron a escena escenificando una conversación en directo que venía a ser algo así como “eh, tío, ¿qué hacemos en un festival de black metal? ¿Somos una banda de black metal? Entonces, ¿por qué llevas ese pelo ridículo? Curiosa la inclusión de este grupo, que un servidor llegó a escuchar en sus años mozos, que no dudaron en darlo todo y desgranar los temas más divertidos de su repertorio. Sin embargo, no tardé en desplazarme hacia el escenario menor para presenciar la descarga de DYING FETUS que, al igual que sus congéneres del metal muerto que tocaron en la carpa, nos desmembraron con un sonido grueso y nítido, especialmente cuando eran los temas del genial “War of Attrition” los que sonaban. Con “Homicidal Retribution”, “Insidious Repression”, “One Shot, One Kill” desembocó en nuestros cerebros un torrente de rabia.
Afrontábamos ya la recta final del festival, topándonos en ella con algunas grandes sorpresas y con otros conciertos harto previsibles, que no por ello decepcionantes. Después de la aplastante actuación de los reunificados AT THE GATES en el Getafe Electric Weekend había ganas de ver de nuevo a los padres del thrash/death. Y lo cierto es que si bien el sonido no acompañó tanto como en Madrid (al menos desde la posición en la que me encontraba), la verdad es que de nuevo el señor Lindberg y su tropa lograron meterse al público en el bolsillo a base de insanas dosis de mala leche, que es precisamente lo que destilan cortes como “Slaughter of the Soul” o la más añeja “Kingdom Gone”. Y si bien el set list se centró en temas de la última obra que editaran en su día, también hubo espacio para semillas más pretéritas como “Raped By the Light of Christ” o “Terminal Spirit Disease”, con las cuales arengaron más si cabe al respetable. Ración de clásicos por parte de Lemmy y sus MOTÖRHEAD, que no dudaron en hacernos morder el polvo una vez más con un rock’n’roll que últimamente parece erigirse como comodín para cerrar festivales en un ambiente distendido a la par que macarra. Además de los consabidos clásicos, nos dejaron caer algo de su todavía inédito “Motorizer”.
A continuación, el que terminó siendo sin lugar a dudas el concierto del festival junto al de CARCASS. Estamos hablando de MORBID ANGEL, una banda que parece crecerse cuando se le presta unas condiciones óptimas. Y es que a las doce de la noche, en un escenario enorme, ante miles de personas y con un sonido espectacular, los “reencontrados” death metaleros de Florida lograron sacar el máximo partido de su situación. Y vaya si lo lograron. Con el “hijo pródigo” David Vincent al frente, aunque esta vez, y a diferencia de su actuación en Wacken, sin la colaboración de Erik Rutan, los americanos violaron nuestras entrañas con mórbida dedicación, logrando un sonido tan crujiente como nítido, con una distorsión de guitarras y una sonorización de batería que directamente nos hizo enloquecer. Para más inri, además de arrolladores clásicos (incluyendo temas del “Altars of Madness”) la banda nos obsequió con un tema nuevo, lo cual en teoría no debería entusiasmar a muchos después de aquél flojillo “Heretic” pero que, pardiez, sonó realmente apabullante. “Nevermore” era su nombre. Una hora de concierto que, dada la espectacularidad del mismo, supo incluso a poco. Geniales, lograron recrear el mismísimo averno que se le debe suponer a un festival de este nombre. Respecto a SLAYER se podría decir que cumplieron sin excesivas sorpresas. Lo cierto es que la banda enmendó aquél desastroso concierto del año pasado en este mismo festival, en el cual realmente sonaron desdibujados del todo. El sonido fue mejor y a la banda se la vio más homogénea y agresiva. Que sonaran menos temas del “Christ Illusion” también fue de agradecer, dejando así espacio para cortes más interesantes. El final, por supuesto, fue de traca: allí estaban “Raining Blood”, “Mandatory Suicide” y, para finalizar, “Angel of Death”, logrando dar al respetable lo que de ellos se esperaba y dejando el estandarte del festival donde ya estaba, es decir, donde lo habían dejado MORBID ANGEL: en el maldito subsuelo, a las puertas de las salas más escabrosas del infierno de Dante.
Poco queda ya de decir de un festival que logró limpiar su nombre como muy pocos pensaban que lo iba a hacer, Buenos servicios, accesos rápidos, una oferta culinaria mucho mayor y unas cualidades técnicas y organizativas a la altura de las circunstancias, gozando todos los shows por lo general de un buen sonido, a pesar de que el escenario más grande fue al que más le costó cumplir esta última condición. .A destacar que esta vez los horarios se cumplieron a rajatabla (de hecho tan a rajatabla que era habitual que los conciertos empezaran 5 minutos antes), cosa que ayudó a no despistar al público. Si el cartel de la próxima edición vuelve a ser tan suculento como el de las dos últimas, tened por seguro que allí estaremos.
Texto y Fotos: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com)
Promotor:Hellfest
Asistentes:16000
Día:20/06/2008
Sala:Clisson
Ciudad:Clisson (Nantes)
Puntuación:9
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