Finalizamos la crónica del festival francés con las impresiones de las bandas que cerraron el festival en la última jornada, la del domingo 23 de junio. Esteban Portero y Penumbra nos desgranan las actuaciones mientras Selene Sagara se encarga de las fotografías.

LEPROUS 6/10

Si uno escucha los tres discos de estudio de los noruegos LEPROUS, es probable que llegue a la conclusión de que el nivel creativo de la banda es realmente alto. Pero la creatividad poco tiene que ver con los estados físicos y las sensaciones que forman parte del ser humano. Así pues, no es de extrañar que en un concierto a las 10:30, la banda estuviera bastante dormida. Comparando su actuación en el escenario The Altar con el espectacular concierto que dieron en Barcelona el año pasado, queda claro que el cansancio y la somnolencia debieron ser la causa principal de la quieta y discreta actuación que dieron, que palideció especialmente ante los ojos de aquellos que habíamos visto anteriormente su usual explosivo directo. El setlist tampoco ayudó para nada, ya que comenzaron el concierto con la lenta y baladesca “The Valley”, que pese a ser probablemente el mejor tema de su flamante nuevo álbum no funciona demasiado bien como opener. El segundo error en cuanto a repertorio fue poner como segunda canción, después de los 9 minutos que duraba la anterior, “Chronic” en vez de algún bombazo de sus discos anteriores, lo cual sin duda habría animado el ambiente. El concierto mantuvo la melancolía con otra balada, en este caso “The Cloak”. Parecía que aquello no iba a arrancar nunca. Es curioso ver cómo en la entrevista que hicimos con Einar hace unos meses él mismo mencionaba que había canciones lentas/baladas que sólo podían tocar en gira propia porque en eventos más grandes aburrían al público. ¿No tienen en consideración sus propias palabras? Entre que ellos estaban con un pie en la cama y que el público era imposible que se animase con esos temas, aquello no hubo manera de arreglarlo. Soporífero es la palabra, incluso pese a que cerraron con “Restless” y “Thorn”. Que se guarden temas como “The Cloak” y “The Valley” para su gira propia, que en el maldito Hellfest todos habríamos perdido la cabeza con “Contaminate Me” si incluso IHSAHN se hubiera prestado a hacer sus líneas. Antes de acabar debo mencionar también que la voz de Einar no lucía tan vigorosa como en ocasiones anteriores. Esperamos que sea fruto del no estar haciendo una gira continuada (sólo fechas puntuales) y que cuando arranquen con el tour europeo su voz vuelva a ser tan implacable como siempre.

Esteban Portero

MUSTACH  7/10

 

Ya que me quedé sin poder verlos a su paso por Barcelona, aproveché la oportunidad de disfrutar de ellos en el Hellfest. A medio camino entre VOLBEAT y los METALLICA de la época "Load", el heavy metal rockero de esta gente consigue enganchar de lo lindo, sin ser súper originales ni inventar nada nuevo. Simplemente es que en su terreno se mueven como pez en el agua, y a sus últimos dos discos me remito, pese a no haber escuchado el resto de su discografía. "Heresy Blasphemy" y "Mine" serían los encargados de abrir el recital, con una banda muy bien posicionada en escena y con un sonido bastante potente aunque no todo lo cristalino posible. Sea como fuere, este hecho pegaba bastante con la sonoridad limítrofe con el stoner que destilan algunos de estos temas. Mención a parte merece "It's Never TooLate", ese "rara avis" que tan bien parece haber cuajado, y no es para menos. Un tema poco habitual pero cuya letra, ritmo y claqueta se ensartan tu cerebro cual enfermedad terminal. El guitarrista y vocalista Ralf carga con el peso de la banda, no siendo un impedimento el tener las manos ocupadas para pasearse con paso firme por el frontal del escenario, arengar a la concurrencia y echar un vistazo a ver qué se cuece allá abajo. Por su estilo estaba claro que iban a calar rápidamente entre el público más expectante y así fue. Todos terminaron cabeceando al ritmo de temas como "Speed Metal" (para los despistados, nada que ver con el estilo al que parece aludir) o "Hunting Alone". Se despedirían mientras sonaba el "I Will Always Love You" de WHITNEY HOUSTON a toda leche, una forma bastante curiosa de decirnos adiós.

Penumbra

 

GRAVEYARD  7.5/10

Pese a que en directo no son la gran banda que podrían ser para los temazos que tienen, no resulta fácil resistirse ante la posibilidad de volverse a dejar seducir por estas canciones. Se podría decir que el mediodía en la carpa VALLEY se oscureció y se hizo añejo. Y es que esta vez me llegaron más que la última vez en Barcelona, ya fuera porque yo estaba más borracho o ellos más inspirados. Lo que sí os puedo asegurar es que el sonido estuvo de muerte y la gente sintió a lo grande cortes como "An Industry of Murder"  o "Hisingen Blues", siendo este el tema que realmente hizo despertar a las mentes algo adormecidas por el efecto hora-de-la-siesta. Es en este tipo de conciertos donde uno parece disfrutar de algo que ya pasó, como si uno estuviera presenciando en los 70 un concierto de LED ZEPPELIN, salvando las distancias. Los colores se distorsionan y la distorsión de las guitarras se tiñe de arrebol. Joakim Nilsson sigue en sus trece, distante e introvertido de cara al público entre tema y tema, pero demelenándose a través de la música, llegando a momentos de auténtica posesión en los pasajes más intensos de "Seven Seven", "Thin Line" o "Ain't Fit To Live Here", consiguiendo también dotar de la fuerza necesaria a un tema en un principio calmado como lo es "Slow Motion Countdown". Acabaron con la genial "Evil Ways" y mucha gente rendida a sus pies, pese a que estoy seguro de que acabarán dando conciertos todavía más geniales que este.

Penumbra

CRYPTOPSY  8.5/10

Es agradable ver cómo una leyenda del death metal como es CRYPTOPSY ha conseguido recuperarse del enorme bache en su carrera que supuso la etapa deathcore de “The Unspoken King”. Seis años han pasado desde entonces y la banda ha conseguido volver a encandilar a sus fans de siempre con un disco homónimo y una gira donde demuestran que no sólo siguen siendo capaces de arrollar con todo en directo sino que son una banda muy orgullosa de su legado musical. Así lo demostraron ofreciendo un show en el que pudimos disfrutar de una gran cantidad de clásicos de la banda, con los que consiguieron desencajar la mandíbula de un público hipnotizado por la calidad técnica de una agrupación que ha renacido y que está dispuesta a seguir pateando traseros durante mucho tiempo. Empezaron su actuación con un tema nuevo, la colosal “Two-Pound Torch”, pero pronto dejarían paso a legendarias canciones como “Benedictine Convulsions” o “Graves of the Fathers”. No se olvidaron del gran álbum “Whisper Supremacy” y nos ofrecieron la brutal “White Worms”, para más tarde deleitarnos con un fantástico medley de canciones de su álbum debut “Blasphemy Made Flesh”. Está claro que Matt McGachy nunca será Lord Worm, pero cumple su faena con creces. Impresionante actitud sobre el escenario, y unas dotes vocales más que impresionantes fueron suficiente para ganarse incluso a los fans más añejos. Un caso totalmente distinto es el del bueno de Flo Mounier, quien lleva dando tralla con las baquetas desde los inicios de CRYPTOPSY como tales y que continúa haciendo que nos cuestionemos día a día si sus habilidades son propias de un mero mortal. La actuación continuó con una extraña finta en la que sonó la intro de “Crown of Horns” para tocar “Slit Your Guts” en vez del tema original al que pertenece ese sonido. Curioso. Al final volvió a caer un nuevo tema, en este caso “The Golden Square Mile”, y por último, como era de esperar, la inmortal “Phobophile”. ¡Enormes!

Esteban Portero

RIVERSIDE 8/10

El caso de estos polacos es realmente extraño. Doce años de carrera, cinco álbumes de estudio e incontables alabanzas por parte de prensa avalan los méritos de la banda, pero parece ser que no hay manera de que acaben de convencer al gran público. Mientras otras bandas ligeramente más antiguas que ellos pero de edad de componentes similar como PAIN OF SALVATION consideran bien asentado su trono progresivo, otras más jóvenes como LEPROUS logran un ascenso vertiginoso. Y mientras tanto, ahí siguen RIVERSIDE, poco a poco construyendo ladrillo a ladrillo su camino sin demasiados sobresaltos. Quizá esta discreta evolución es la que hizo que en su actuación en el Mainstage 02 hubiera tan poca gente. Y cuando digo poca gente es MUY poca gente comparado con cualquier banda que hubiera tocado en ese escenario antes: incluso hubo más público en conciertos de grupos relativamente nuevos como VEKTOR. También es cierto que los polacos no son una formación de metal puro y duro, así que en parte es normal que palidecieran frente a bandas de géneros que encajaban mejor en el cartel. Tras empezar con “Feel Like Falling”, Mariusz bromeó con el asunto diciendo “no estoy seguro de que seamos la banda adecuada para este festival, pero sé que sois abiertos de mente (NDR: yo aquí habría dicho “espero que seáis abiertos de mente” porque la fanbase del metal es una de las más cerriles que haya visto nunca…), así que vamos a tocar algo diferente” para luego arrancar con “Living in the Past”, un enorme tema de 11 minutos de su anterior trabajo, el EP “Memories in my Head”. Nuestro querido cantante desde luego no se equivocaba, no son la primera banda en la que uno pensaría si le dicen “HELLFEST”, pero cabe decir que tampoco se adaptaron mucho al género metálico, ya que tocaron temas por lo general pertenecientes a su repertorio más suave. Si me preguntáis a mí, sinceramente habría elegido temas más cañeros que hubiera cuajado mejor en el público metalhead, algo así como “Hyperactive”, “Celebrity Touch” o incluso “Reality Dream I” para complacer a los allí presentes, y que los que quisieran escuchar sus temas más relajados fueran complacidos en su gira propia. Un gran acierto fue el temazo “Egoist Hedonist”, pero el cierre con “Escalator Shrine” no fue demasiado acertado. La banda en directo es impecable, los fans de ella (allí éramos pocos) disfrutamos enormemente y estoy seguro que algún nuevo seguidor se ganaron. Habrá que ver si han aprendido la lección para futuros festivales de metal y eligen mejor su setlist… por lo demás en su gira propia estaremos encantados de recibir todos los temas suaves y largos que quieran tocar. ¡Toca esperar a septiembre!

Esteban Portero

IHSAHN  7/10

El amigo Ihsahn parece tener un idilio especial con el Hellfest. Esta es la tercera vez que tengo la oportunidad de verlos en este festival, siendo la segunda consecutiva, algo que dudo que pueda decir ninguna otra banda del cartel. Sigue impactando ver al excantante de EMPEROR rodeado de chicos rubitos de pelo corto a los que dobla la edad. La banda bien podría llamarse IHSAHN y Sus Pequeños Concubinos. Bromas a parte, los noruegos, que fueron presentados antes de la actuación por alguien que no llegué a reconocer, venían a mostrarnos algunas piezas de su disco "Eremita", pues pese a que en el show del año pasado sonaron un par de temas, el disco aún no había visto la luz. Con "On The Shores" y "Arrival" daría comienzo el recital. Pero espera un momento, ¿ese es Einar Solberg, a los teclados y voces? Pues sí, se ha rapado el pelo y el estado de su voz no tiene nada que ver con el de antaño, pero sí, es él. Lejos queda el recital que nos dio hace unos años la primera vez que tocaron en este festival, ya que el noruego parece haber perdido toda su fuerza haciendo bueno el mito de Sansón. Nada que objetar, en cambio,  en relación a Ihsahn, un pequeño mago con su guitarra de 8 cuerdas, supurando tranquilidad, control y madurez tras sus inseparables gafas oscuras. Tras una estupenda "Frozen Lakes On Mars", llegaría ese tema demencial y esquizoide, lento y agónico, que es "The Grave", que a diferencia del año pasado, hicieron sonar en una versión acortada, sin alargar hasta la saciedad la repetitiva parte final. Un buen concierto, pero les hemos visto mucho mejores. Y por supuesto, duele que hayan decidido prescindir de ese temazo que es "Unhealer".

Penumbra

VOIVOD 8/10

Si antes hablábamos de la discreta evolución de RIVERSIDE, podríamos decir que el caso de VOIVOD es relativamente similar pero a gran escala. Considerados como una de las bandas pioneras del metal progresivo y también como los descubridores de otra manera de fusionar el thrash metal, la banda nunca ha conseguido cuajar entre el gran público. Su arriesgada apuesta con acordes disonantes, estrambótico sonido futurista y demenciales composiciones es muchísimo más atractiva que la manida fórmula de la mayoría de bandas dentro del mundo del thrash, y por ello son considerados como una agrupación enormemente influente; pese a todo esta combinación no es demasiado atractiva para el público mayoritario y por ello no gozan de un gran alance en cuanto a ventas y poder de congregación. El tema homónimo de su nuevo disco, “Target Earth”, abría el concierto y más tarde la pista de este desaparecería (salvo por dos temas más) para brindarnos grandes canciones de sus primeros discos. “Ripping Headaches”, “Tribal Convictions”, “Forgotten in Space”… todo un desfile de exquisitez para que los allí presentes disfrutáramos como el día en que los descubrimos. La banda es pura alegría en directo: imposible no esbozar una sonrisa con tan sólo ver cómo se lo pasan sobre el escenario. Para el habitual cover de la maravillosa “AstronomyDomine” de PINK FLOYD gozaron de la colaboración a las voces de Phil Anselmo, quien se había pasado el concierto entero observando desde un lateral y haciendo pequeñas bromas con los miembros de la banda en momentos concretos. Una conmovedora actuación fraternal que precedió al cierre con el himno “Voivod”, donde salió Jason Newsted a tocar el bajo. Me quedé con las ganas de escuchar “Ravenous Medicine”, pero otra vez será.

Esteban Portero

GOJIRA  9.5/10

¿A alguien le queda alguna duda de que esta banda posee uno de los mejores directos hoy en día? Si ya fueron capaces de armar lo inimaginable en sus conciertos en España durante su visita este mismo año, ¿qué creéis que harán en su país natal? Describir la brutalidad de la actuación de los de Bayona en Clisson es una tarea muy difícil, algo que uno no puede construir en su cabeza suficientemente bien hasta que lo ve. El público estaba verdaderamente loco por ellos, y la explosividad de la banda en directo fue el único combustible necesario para hacer que todos perdiéramos la cabeza. Como ya es habitual empezaron con “Explosia” y acto seguido cayó encima nuestro el mortal tridente de “From Mars to Sirius”: “Flying Whales”, “Backbone” y “The Heaviest Matter of the Universe” seguidas, sin descanso alguno. Imposible no encontrarse con un desmadre entre el público sonando semejantes canciones. “L’Enfant Sauvage” supuso un breve descanso antes de que sonara “Connected”. Ya sabíamos lo que se nos venía encima… “Remembrance” y “Wisdom Comes” dieron buena cuenta de las voraces composiciones que forman parte de su segundo larga duración “The Link” para, después de una improvisación, retroceder todavía más con “Fire is Everything”, de su primer álbum: sin duda algo que no nos esperábamos y que sus fans más acérrimos disfrutamos enormemente. Compensaron ese tema relativamente desconocido con la canción insignia “Oroborus”, justo antes de cerrar con una inesperada “Where Dragons Dwell”. Sin duda se trató de un show especial, y jugando en casa se pudieron permitir prescindir de algunos de sus temas más aclamados como son “Vacuity” o “Toxic Garbage Island” para incluir algunas joyas enterradas que normalmente no tienen cabida en sus conciertos. El sonido fue muy bueno, y estuvo acompañado, cómo no, por una puesta en escena colosal. El movimiento en el mosh durante todo el concierto fue brutal, y el público estuvo enormemente activo respondiendo a la llamada de una banda que le prende fuego a todo lo que se ponga delante suyo cuando está sobre el escenario. Están destinados a ser muy grandes.

Esteban Portero

SYMPHONY X  5/10

Tocar después de GOJIRA  hace palidecer a cualquiera, pero no debe ser esto lo que excuse la casi desastrosa actuación de SYMPHONY X en Clisson. Para comenzar, el sonido fue absolutamente deplorable. Uno de los horrores más decepcionantes que haya oído servidor en este festival: destrozar así la actuación de una banda tan grande como esta debería de presidio. La banda hizo su faena a la perfección: como siempre, interpretaron sus temas a un nivel excelente (o al menos eso me decían mis ojos, porque fijarte en los movimientos era casi la única manera de adivinar qué estaba pasando), pero su buen trabajo fue asesinado sin piedad a manos de alguna especie de carnicero en la mesa de mezclas. Los problemas persistieron durante cerca de treinta minutos, y no fue hasta la mitad del show cuando el sonido alcanzó una calidad medianamente aceptable sin llegar a ser nada que se pueda calificar enteramente como “bueno”. La culpa de esto no la tiene la banda, quienes sobre las tablas lucieron bien: Russel Allen es uno de los mejores cantantes de metal actualmente y da buena cuenta de ello en directo, Michael Romeo es capaz de marcarse unos solos que dan miedo, Mike LePond no falla una nota ni de broma y Michael Pinnella cumple con su faena con creces… Ah, falta uno, ¿verdad? Sí, claro, porque estoy hablando de LA BANDA. Se da el caso que debido a problemas de corazón, el mítico batería de la SYMPHONY X Jason Rullo fue ingresado en marzo de este mismo año y actualmente se encuentra en rehabilitación. Pues bien, el encargado de sustituirlo fue John Macaluso, alguien con nombre dentro del mundo del metal y que sin duda debería ser capaz de suplirlo sin ningún tipo de problemas. Pero a veces es mucho mejor recurrir a alguien desconocido, sin aires de grandeza, que no necesite llamar la atención tan desesperadamente. Macaluso se dedicó tema tras tema a asesinar sin piedad las líneas originales de Rullo, quitándole prácticamente toda la esencia a las canciones. Es evidente que en el mundo de la batería nadie puede tocar lo mismo exactamente igual, pero es que en su faena de sustitución se dedicó a incluir los mismos manidos y aburridos fills una y otra y otra y otra vez en todas las canciones, cosa que imagino que él consideraría así como “Eh, mirad lo que sé hacer” pero que la mayoría de seguidores de la banda concebimos como un “Deja de hacer estupideces y toca lo que la canción pide”. No he oído jamás peor alteración de la batería de una canción original, y lo fatal es que seguramente este señor todavía se pensaría que le estaba añadiendo algo interesante a las canciones. Alguien le haría un favor a la banda si le dijera a ese tipo que se limite a tocar lo establecido, porque no hace más que destrozar los temas. Dejando de lado la incompetencia de Macaluso como sustituto, el concierto no comenzó a mejorar ligeramente hasta “When All  is Lost”, la cual brilló como ningún otro tema. También lucieron bien dos perlas de aquel inmejorable “Divine Wings of Tragedy” tales como “Of Sins and Shadows” y “Sea of Lies” y en los últimos temas, gracias a un sonido algo mejor, el público se pudo animar y soltarse la melena con “Eve of Seduction”, “Serpent’s Kiss” y la final rompecuellos “Set the World on Fire (The Lie of Lies)”. Jason Rullo, recupérate pronto y devuélvele a esta banda la grandeza que le corresponde.

Esteban Portero

DARK FUNERAL  5/10

Hora para el black metal repleto de blast beats de los suecos DARK FUNERAL, que siguen tomándoselo con mucha calma para sacar discos y no editan nada desde su última obra del 2009. Y si bien a merced de lo presenciado en el Wacken del año pasado la banda recibió mi beneplácito en cuanto al nuevo cantante y el potente directo, esta vez el concierto fue simplemente anodino. El rollo que se traen ahora con Emperor Magus Caligula no lo acabo de entender. O sea, ¿han echado a su substituto y ahora el voceras clásico de la formación ha vuelto para ayudarles solo con los directos, sin ser un miembro oficial de la banda? Menudas ganas de complicar las cosas. Pero bueno, a lo que vamos, "Opening the Gates" y "Shadows Over Transilvania" sonaron excesivamente saturadas y lineales. Es decir, la gracia de DARK FUNERAL es poder apreciar las melodías que las guitarras solistas dibujan sobre las bases rítmicas, de lo contrario los temas suenan excesivamente lineales y aburridos, despojados de maldad, por más que nos arrollen como una apisonadora, que tampoco fue el caso. Señor Lord Ahriman, ponga usted un poco de orden y asegúrese que su guitarra esté algo más alta que la de su compañero Chaq Mol, de lo contrario el directo pierde efectividad. Buena actitud, pero resulta del todo insuficiente cuando no hay resultados. Tras el clasicazo"The Secret of the Black Arts" tuve que abandonar el lugar para estirarme en alguna parte, pues mi espalda me estaba machacando y necesitaba un respiro después de tres días de festival sin apenas descansar.

Penumbra

DANZIG  9/10

A ver si lo he entendido. DANZIG cancelan en el Sonisphere argumentando que su logo no es lo suficientemente grande en el cartel (cuando posiblemente era el más grande después del de IRON MAIDEN), y en el Hellfest los cambian del escenario principal al segundo escenario más pequeño de todo el festival (recordamos que habían 6 escenarios) y no ocurre absolutamente nada. ¿Alguien lo entiende? Algún día trascenderán las razones reales por las cuales Glenn no desea actuar en España, mientras tanto todo serán hipótesis. Dejando esta anécdota de lado y una vez comentado este intercambio de posición y escenario entre GHOST y DANZIG (que pilló a más de uno por sorpresa), vamos con el concierto, un show que cumplió con las expectativas creadas y que dejó plenamente satisfechos a todos aquellos que como yo todavía no habían tenido la oportunidad de ver a la banda en directo. Con un escenario sencillo pero efectivo, con un telón de fondo y dos esculturas avernales en forma circular presidiendo los laterales, descargaron "Skincarver" y la sensacional "Twist of Cain", que ya nos puso las pilas a mil de cara a un concierto que no decaería en intensidad hasta la finalización del mismo. Glenn se encuentra en un buen estado de forma y los músicos que lo secundan ejercen de buenos guardaespaldas sonoros, garantías de calidad. El concierto estuvo plagado de clásicos, especialmente del homónimo primer disco de la formación, por lo cual no faltaron "Am I Demon" o la tan arriesgada como efectiva balada "Blood And Tears". Sin embargo este concierto iba a ser especial con la inclusión de un set dedicado enteramente a MISFITS que contaría con la participación especial del hipermusculado Doyle (el más mítico guitarrista de los anteriormente citados), a pecho descubierto, paseándose como un auténtico monstruo old school por el escenario y luciendo el peinado que en su día popularizara Jerry Only. Así pues, con "Death Comes Ripping", "Vampira", "Skulls", "Astro Zombies" o, sobretodo, la mítica "Last Caress", el público enloqueció. Hubo dos bises, uno dedicado a DANZIG, con  "Not of This World" y, por supuesto, "Mother", y otro dedicado a MISFITS de la mano de "Bullet" y de "Die, Die My Darling", tema que hacía muchos años que no era interpretado sobre las tablas. Lo que allí se vivió fue una auténtica fiesta que muchos llevaban tiempo esperando. Celebración e intensidad serían buenas entradillas para definir el show. ¡Esto no se ve todos los días!

Penumbra

VOLBEAT  9/10

Te podrán gustar más o menos VOLBEAT pero lo que no podrás negar es que estos señores en directo son aplastantes. Pocos grupos hoy día consiguen absorberte con su música y dejarte enganchados al concierto de principio a fin. Temas ferozmente interpretados en directo, con un sonido de órdago y un carisma natural emanando de todos y cada uno de los poros de Michael Poulsen. Esta vez no hubo una larga lista de invitados como en el show de Wacken del año pasado, pero la banda tampoco necesita de extras para dar un gran concierto. La única concesión la hicieron durante la interpretación de "Evelyn", en la que subió a escena el gran Barney de NAPALM DEATH a plasmar su furia desbocada. Los daneses se marcaron un señor concierto de casi 20 temas que dio comienzo con "Hallelujah Goat" y "A New Day", haciendo especial hincapié en los dos últimos álbumes de la banda pero sin olvidarse ninguno. Así pues, cortes como "The Nameless One", "Fallen" o "16 Dollars" hicieron las delicias de los allí presentes, que no dudaron en bailar y desmelenarse haciendo uso de las últimas fuerzas que les quedaban tras tres días de duro festival. Decidieron iniciar su fiestera pseudoversión de "Sad Man's Tongue" jugando al despiste con "Ring of Fire" de JOHNNY CASH y derivándola también en "We Will Rock You" de QUEEN, jugando así con las referencias y tributos como bien gustan de hacerlo. Para la segunda mitad del concierto quedarían piezas como "Mary Ann's Place" o "Dead But Rising", volviendo a las versiones con un medley entre en "Breaking the Law" de JUDAS PRIEST y el "Raining Blood" de SLAYER. La verdad es que el recurso de mezclar temas propios y trozos de otros temas tal y como lo hacen ellos ayuda a dar versatilidad a la actuación y juego con el público, no desentonando en absoluto con el concierto dada la heterogeneidad de estilos que practica la banda en su propia música. Tras "Still Counting" se depedirían, quedando para los bises ·Doc Holliday", "The Mirror And The Ripper" y la guitarrera "Pool of Booze, Booze, Booza". Esta gente no paran de crecer y nunca, nunca falla. Navegan con pulso firme hacia el estrellato.

Penumbra

SWANS  10/10

Durante los últimos ocho meses, SWANS se han convertido en una de mis bandas favoritas, y realmente era la que más ganas tenía de ver de todo el festival. Me perdí su actuación en la gira de “The Seer” y no tuve suficientes recursos económicos como para permitirme la entrada del Primavera Sound cuando eran de las pocas bandas que me interesaban, así que no me quedaba más que resignarme a los sesenta minutos de concierto que tenían asignados en el festival francés. Pese a todo, parece que la organización quiso darnos un pequeño regalo a los fans de la agrupación alargando su actuación hasta casi dos horas, ya que eran los últimos en tocar en el escenario The Valley y a nadie molestaba que su show durara hasta prácticamente el cierre del festival. Con la perspectiva de una actuación de la duración usual de los directos de Michael Gira y los suyos y habiendo leído y escuchado en todos sitios que SWANS tienen uno de los mejores directos que puedas ver, las expectativas eran enormemente altas. Estas expectativas fueron cubiertas con creces, y es que os aseguro que lo vivido aquella noche es algo muy difícil de superar. La experiencia de esta banda en directo es absolutamente hipnótica. No puedes apartar la mirada del escenario, saltando de un músico a otro, observando cada pequeño gesto que hacen, cómo se comunican sin hablarse, dirigiendo esas canciones monstruosamente largas llenas de drone, experimentación y ruidos diversos hacia un abismo al que te empujan magistralmente. La variedad de instrumentos utilizados ofrece infinidad de posibilidades para construir poco a poco una catedral sonora que te llega hasta lo más hondo e inspecciona tus entrañas, la voz de Gira parece mejorar con los años, y la mezcla de sus líneas con los extraños movimientos que hace sobre el escenario le da un añadido todavía más caótico, enfermizo y deliciosamente desquiciado a la música que interpretan. En cuanto a temas, tan sólo escuchamos una canción que esté grabada, y es la increíble “The Seer”. El resto, temas inéditos que ya son habituales del directo como “To Be Kind” o “She Loves Us”, temas que no sabemos si se grabarán en el próximo álbum o si se mantendrán como piezas de las cuales sólo se puede disfrutar en vivo. Sea como sea, el hecho de que toquen canciones que no están publicadas es totalmente irrelevante, porque un concierto de SWANS es un viaje, una increíble experiencia que poco tiene que ver con conocer una canción por haberla escuchado antes, una travesía sónica que deja absorto al espectador, que abduce al que esté dispuesto a aventurarse en las turbias aguas de un demencial estanque sin fondo. Diría que el concierto duró cerca de hora y cincuenta minutos, pero se me pasó absolutamente volando. Estaba demasiado concentrado en viajar a los mundos que Gira nos ofrecía. Quizá se echó en falta algo más de volumen, para llegar al nivel ensordecedor que ofrecían antaño, pero de todos modos se trató de algo magistral. Y al acabar un amigo me dijo que había visto conciertos de ellos mucho mejores, que en Hellfest no habían estado muy finos. Dios mío, si eso es no estar fino, la vez que los vea y lo hagan mejor puedo entrar en trance.

Esteban Portero

GHOST  9/10

Noticia de última hora. GHOST cambian su posición y escenario con los mismísimos DANZIG para encargarse de cerrar el festival en uno de los escenarios principales. Nadie se esperaba esto, y desconocemos si las causas tuvieron que ver con cuestiones insalvables de carácter técnico o por la expectación creada por uno y otro concierto (en cuyo caso estaríamos hablando de un cambio por seguridad). Sea como fuere, tenía muchas ganas ver a ambos grupos y esto no afectó en lo más mínimo. Primera vez que veía a los suecos en un escenario grande bien caída la noche y tal y como era de preveer, la cosa gana mucho respecto a una actuación a plena luz. Bien, esto es algo que sucede con cualquier banda que se precie, pero dada la naturaleza de  GHOST, este extremo es algo que se redimensiona. "Per Aspera Ad Inferi" y "Con Clavi Con Dio" abrieron el show con garra. No en vano, son los dos temas más "agresivos" de la banda. Y con ellos se inició el adoctrinamiento. Papa Emeritus II, haciendo uso de sus magistrales dotes, logró que nos doblegáramos, imbuidos por el ritual que estaba teniendo lugar. La primera sorpresa de la noche llegó con "Body & Blood", tema que no habían tocado apenas en directo hasta esa fecha y que nos hizo mover el esqueleto con su estribillo, tan sencillo como efectivo. Buen sonido, buenas horas y una cantidad de gente bastante soportable teniendo en cuenta las aglomeraciones del día anterior, fueron los demás ingredientes de la velada. Sin embargo una pequeña sorpresa nos aguardaba, cosas del destino: el suministro eléctrico desapareció durante la interpretación de "Genesis", por lo cual tras unos cuantos segundos con la banda tocando sin que nada se escuchara por la PA,  ésta optó por retirarse del escenario. Un pena que nos tuviéramos que perder este tema forzosamente, pero luego tocó deleitarse con la ampulosa "Year Zero" y la brillante "Ritual", gracias a las cuales logramos olvidarnos de todos los males. Lo que no me esperaba ni por asomo es que a la vuelta para los bises se lanzaran a interpretar "Ghuleh/ZombieQueen", que tan sólo habían tocado un par de veces en el pasado, una suite de más de 7 minutos que sonó de muerte, cerrando con "Monstrance Clock", temazo ideal para acabar los shows. No se amilanan, se atreven con todo y no defraudan. Satán nunca antes estuvo tan orgulloso de sus huestes.

Penumbra

 

 

 

Texto: Esteban Portero - Penumbra / Fotos: Selene Sagara

Promotor:Hellfest Productions

Asistentes:112000

Día:23/06/2013

Sala:Val de Moine

Ciudad:Clisson

Puntuación:9