HAVALINA

Con más de diez años a sus espaldas, pueden presumir los madrileños HAVALINA de gozar de un sonido tan personal e intransferible expuesto de forma perfecta en escena. Su último trabajo “H” les ha hecho ganar enteros a su carrera, pues no son pocos los que opinan que es el mejor publicado hasta la fecha. Y es que superar “Las Hojas Secas” se me antojaba ciertamente difícil, pero lo han conseguido. Es por ello, entre otros motivos, que no dejan de sumar fechas a su gira de presentación, y que en ciertos casos, como esa noche en Málaga siendo día laborable, el público asistente superó las altas expectativas del propio grupo y promotores del evento.

Sin grupos teloneros, y sin más ornamentos de los necesarios en escena, saltaba el trío para comenzar sus latigazos sónicos de la mano de “Norte”. Le seguiría “Viernes”, y con “Sueños de Esquimal” ya se habían metido al público en el bolsillo a las primeras de cambio. Y es que poco a poco, se notaba que HAVALINA se iban sintiendo más cómodos sobre el escenario, el sonido iba mejorando hasta la perfección, y con temas como “Tu Ciudad” y “La Antártida empieza aquí”, no dejaban que ninguno de los asistentes perdiera la conexión de lo que nos estaban ofreciendo allí esa noche. Seguirían buceando en su fondo de catálogo para regalarnos una grandísima “Imperfección”, siempre intercalando esas miradas al pasado con canciones de nueva hornada, caso de “Viaje Al sol”, uno de los más frenéticos de toda su carrera. “Animal Despierto, Animal Dormido” seguía revalidando “H” como protagonista principal de la noche, y es que como hasta el grupo confesó (ya habían visitado Málaga en esta gira, pero con un concierto acústico para un reducido público), es el directo donde sus temas ganan fuerza y poderío, y donde ellos lo disfrutan.

El arsenal de temas de gran calidad que HAVALINA ya poseen en su cosecha, hace que algunos cortes se queden fuera, y que incluso su debut “Junio” quede descartado del listado. Pero es que con la descarga que nos ofrecieron de “Desierto”, “Objetos Personales” y “La Pared”, es comprensible esa difícil elección. “Compañía Felina” y “Música para peces” (con un final explosivo y ejecutado con la garra necesaria), venían a confirmar su buen estado de forma actual, al mismo  tiempo que se vislumbraba un final de un concierto en el que el respetable estaba gozando de lo lindo.

Regresaron con la misma fuerza que se fueron, y “El Estruendo” sirvió para inundarnos de esa solidez de la que puede alardear HAVALINA en sus directos. El fin de fiesta estuvo acompañado de “Incursiones”, en el que su vocalista y guitarrista Manuel Cabezalí, después de pasearse por las pasarelas superiores de la sala, bajó del escenario para compartir una marea de riffs con los asistentes. Esa jam de improvisación dentro de esta canción de cierre, fue compartida con el resto de la banda, cediendo el batería Javier Couceiro su puesto a uno de sus pipas, para hacerse al mando de dos tambores, golpearlos sin piedad, y aportar su toque a un final explosivo.

HAVALINA no van creciendo solo en popularidad y en asistentes a sus conciertos, dejando a un lado el ostracismo de sus inicios. Todo ello es fruto de años de trabajo constante defendiendo un sonido personal y creíble. Tan personal e inclasificable, que dudo se molesten en orientarse a un público determinado. Rock, metal y pop a los pies de soberbias canciones que van configurando una gran carrera hecha, y por venir.