Hardline en Barcelona: un viaje a 1992

180 personas se dieron cita para ver a Hardline en su primera visita a Barcelona. El hard melódico suscita poco interés pero sus artistas están a un nivel insultante en la actualidad.

Después de su concierto en el Kalos Festival de Madrid, Hardline pudieron calibrar el interés que había en ver a la banda de nuevo en nuestro país. Un interés que se materializó en una gira de varias fechas por España (concretamente Madrid, Vitoria y Barcelona) con la que se pudo constatar que la salud del hard rock melódico en nuestro país es bastante cochambrosa si nos centramos en las cifras de asistencia. Seamos realistas: bandas como Hardline, Harem Scarem, Tyetto y demás solo le interesan a unos pocos enamorados del género, que tienen discos de hace veinticinco años como obras de cabecera. Discos que les parecen espectaculares pero que solo les gustan a ellos. La media de edad del público era de treinta y muchos y más arriba. Lo peor no es eso, sino que bandas nuevas del género como H.E.A.T. no consiguen tampoco despuntar más allá de las 200 personas por fecha en nuestro país. Toda una pena pero a la vez toda una dosis de realidad. Y eso considerando que iban acompañados de otra gran banda nacional del género, los grandes XTASY. El hard rock melódico en España es una causa perdida salvo que vengan a tocar Europe, MR. Big o algún otro gran nombre que tuviese un buen apoyo mediático y radiofónico en su día. Son las únicas bandas que pueden acercarse a cifras de mil o mil quinientas personas por concierto. Los demás tienen suerte si pasan del centenar.

La noche de hard melódico la comenzaron XTASY, cuyo trabajo más reciente, “Second Chance”, es una de las sorpresas del año en nuestro país dentro del género, del mismo modo que Siete Almas lo fueron hace un par de años. Es raro que una banda se interese por el Hard americano melódico en un país donde lo que abundan son los clones de Sober, Lamb of God, In Flames, Iron Maiden y Metallica pero XTASY demuestran que hay nivel y que se pueden hacer grandes trabajos a la altura de cualquier grupo internacional. El impresionante desarrollo musical de los guitarristas David y Chema es digno de admirar y a lo largo de casi una hora de concierto nos dieron a entender el porqué de su posición como banda invitada en la gira. Con la gran Silvia a la voz ofrecieron una buena muestra de su repertorio donde no faltaron “Into the Fire”, “Broken Heart” o su tema más conocido, “Revolution”. Energía a raudales y grandes estribillos para empezar la velada.

Un poco más tarde de lo previsto salieron a escena Hardline con esa formación que encabezan los clásicos Josh Ramos a la guitarra y el hiperactivo Johnny Gioeli a la voz. El resto de la formación hoy en día es de cuño italiano y la completan músicos como Francesco Jovino, que fue baterista de UDO durante muchos años y el infaltable Alessandro del Veccio, el hombre fuerte de todas las producciones de Frontiers Records y un multi-instrumentista de inmenso valor en el mundo del rock melódico actual.

Salieron a escena con la nueva “Where Will we Go From Here”, con la energía por las nubes y un Gioeli que tenía la voz rayando el excelente. Da igual que pasen décadas desde que grabó el mítico “Double Eclipse”: su voz sigue en el mismo gran estado de forma. Si bien es cierto que en la parte final del concierto se dosificó un poco más, no se puede acusar a Gioeli de acomodado sobre las tablas. Es un torbellino y el escenario de salas como Bóveda se le queda pequeño para su empuje como frontman. Lo que pasa es que, como decíamos, Hardline mueven lo que mueven en cuanto a público.

El set list, pese a una generosa representación de su reciente trabajo “Human Nature”, estuvo dominado por las favoritas de todo el mundo, ergo, las canciones que aparecían en “Double Eclipse” y que Neal Schon protagonizó con su guitarra y Gioeli con su gran voz. Josh Ramos hizo un gran trabajo con las partes de guitarra, acostumbrado como está a tocar esos clásicos desde hace tiempo. Canciones como “Dr. Love”, “Life’s a Bitch” o la emotiva “In the Hands of Time”, que Johnny dedicó a su fallecido padre, fueron del agrado de un público muy motivado que no cesó de saltar y dar apoyo a la banda.

La parte final del concierto dio lugar a los tres temazos que todo el mundo quería escuchar. “Hot Cherie” cerró la parte principal del show, pero cuando volvieron se decantaron por las inmortales “I’ll Be There”, coreada por toda la sala, y la cañera “Rhythm From a Red Car”. Con un salto razonable y cayendo sobre las tablas justo cuando Jovino golpeó los platos, Gioeli dio por finalizado un concierto de sobresaliente. Un montón de clásicos atemporales del hard rock son la mejor manera posible de acabar la semana. Lástima que solo sean clásicos atemporales para 180 personas.