Recuerdo perfectamente una crónica de hace más de diez años donde leía que HARDCORE SUPERSTAR eran algo así como los nuevos GUNS N’ ROSES venidos desde Suecia; y la recuerdo porque ahora precisamente tengo contacto con el autor de aquel texto. Lo mío con ‘Bad Sneackers and a Piña Colada’ fue un flechazo total, y es uno de esos discos que tengo rayados de tanto escucharlo. Lo tenían todo para triunfar: muy buenas canciones, estética, y sobre todo mucha actitud. Si no han llegado a más y conquistaron a las masas estoy convencido de que fue por el bajón que supuso ‘Thank You (for Letting Us Be Ourselves), y relativamente ‘No Regrets’.

El caso es que en la segunda mitad de la pasada década se marcaron cuatro discos, a cada cual mejor, que hicieron que su reputación subiera de nuevo como la espuma, teniendo sólo en contra que para entonces ya se empezaron a masificar las cosas en el mundo de la música. De haber mantenido la progresión antes seguro que ahora estarían en otro estatus; y eso no quiere decir que ahora no estén en una muy buena posición. Como muestra, una sala casi llena para su actuación en Madrid cuando su último álbum, ‘Split Your Lip’, salió a la venta hace más de año y medio (dejando de lado sus grandes éxitos del pasado 2011).  Antes de ellos, sus compatriotas KATANA mostraron buenas maneras con un estilo bastante distinto al del grupo principal. Parecían estar sacados, por estética y por sonido, de aquellos finales de los 70 y primeros de los 80 con la New Wave of British Heavy Metal.  Su set se basó en ‘Heads Will Roll’, su debut, junto a algunos temas de su reciente ‘Storms of War’, a la venta desde la misma semana de su paso por España. Muchas ganas, pero poco espacio para los cinco componentes del grupo, que a duras penas se podían mover por el escenario siquiera a coger una botella de agua en una esquina. A pesar de las dificultades, se metieron al público en el bolsillo, como demostraron en su recta final con ‘Heart of Tokyo’, dejando a la gente calentita para el grupo al que iba a ver todo el mundo.

Pasadas las diez de la noche, los cuatro componentes del grupo se posicionaban para arrancar de la misma manera que empezaba su último álbum, con ‘Sadistic girls’, siguiendo el orden de la mano de ‘Guestlist’. Mucho movimiento, el público a sus pies, y a pesar de que hay grupos suecos que tienen fama de fríos en sus actuaciones, aquí todo lo contrario: comunicativos en todo momento, dinámicos en sus movimientos, receptivos… una gozada ver que un grupo lo pasa bien ahí arriba haciéndoselo pasar bien a los que están abajo. ‘Kick on the upperclass’ hizo que echaran la vista atrás a su homónimo, y cerveza en mano, fue tiempo de “medicarse” con ‘Dreaming’ In a Casket’ y sus ‘Medicate Me’ y el tema que lo daba título. Martin Sandvik no paraba de sonreír todo el rato, pero la figura de Jocke Berg sobresalía sobre los demás, con sus bailes, las miradas a sus compañeros, o incluso poniéndose tras la batería para un redoble final o poniéndose al lado del bajista para tocar a medias. Pero si hubo un momento especial, fue en de la comunión y recepción de la gente cuando tocaron ‘Wild Boys’, cediendo el micro visto que el volumen del público superaba al del grupo, mostrando una sonrisa gratificante. Después de tal subidón, tanto Martin como Magnus dejaban a Jocke y Vic para una emotiva ‘Run to Your Mamma’ a solas en el escenario que puso los pelos de punta, dirigiendo de nuevo al respetable para hacer los coros como si de un director de orquesta se tratara. Ya con los cuatro de nuevo juntos, decidieron dedicar su siguiente tema a algo especial, a cierta (gran) parte de su tour manager. Así recordaron el mítico ‘Bad Sneackers & a Piña Colada’ con ‘Someone Special’ y una más acelerada que la original ‘Liberation’, poniendo el punto y seguido con el “Here we goooo!” de la pegadiza ‘My Good Reputation’, antes de retirarse brevemente. Su concierto estaba pasando volando, y su bis se antojo escaso con otras tres canciones.  De primeras, una vuelta a su presente más reciente con ‘Moonshine’ y la última llamada al alcohol, en la que colaron un interludio subiendo a compartir escenario con ellos a una veintena de los presentes, mayoría femeninas (no son tontos los suecos, no), que aprovecharon para abrazar y besar a los músicos, y otras para coger alguna que otra púa de sus pies de micro. Tal fue la invasión que Vic se tuvo que subir a un lateral en vista del poco espacio que había. El colofón fue ‘We don»t celebrate Sundays’, su tema más conocido y convertido en himno de la banda.

Corto (trece canciones con tantas grandes composiciones son muy pocas) pero intenso. El ritmo se partió en la parte central y cerca del final, pero aún así su actuación fue de sobresaliente. Son un grupo para ver, y en directo suenan muchísimo más potentes que en estudio. Esperemos que saquen dentro de no mucho un nuevo trabajo, pero sobre todo, que si vuelven, toquen más de la hora y poco que estuvieron sobre el escenario. Dejaron con ganas de más.

 

  • Sadistic girls
  • Guestlist
  • Kick on the upperclass
  • Medicate me
  • Dreamin» in a casket
  • Wild boys
  • Run to your mama (Vic and Jocke)
  • Someone special
  • Liberation
  • My good reputation

 

 

  • Moonshine
  • Last call for alcohol
  • We don»t celebrate sundays

 

Varo ( varo@themetalcircus.com )

Promotor:GMF / Suffer Inc.

Asistentes:450

Día:18/05/2012

Hora:21:00

Sala:Sala Live!

Ciudad:Madrid

Puntuación:9