HAMLET

Quince años son muchos años. Ya sea para un grupo, para una vida, o para cualquier otra cosa. Y ese es el tiempo que lleva HAMLET en el panorama musical, dando guerra, haciéndose notar, dejando huella, influenciando a tantos otros que vendrían después…

No parece que haya pasado tanto tiempo desde que se fueran a los Morrisound Studios para grabar ‘Sanatorio De Muñecos’. No parece que hayan pasado tantos años desde que escuchamos por primera vez ‘JF’ y tantos otros temas que se han ido quedando en el recuerdo. Porque es normal que, con el paso de los años y con la salida de nuevos discos (cada uno de ellos diferente al anterior,  pero sin perder personalidad), algunas canciones quedaran guardadas en el baúl de los recuerdos. Y no por el hecho de que sus nuevas canciones fueran mejores, ni tampoco porque las antiguas perdieran la frescura que tuvieron en su momento.

Aquella mezcla que hizo de Hamlet un grupo innovador a primeros y mediados de la década de los 90 les ha ido acompañando, siendo de admirar su trabajo, dedicación y evolución con cada disco editado. No han sido obstáculos los comentarios negativos y envidiosos de algunos, el cambio de compañía discográfica, ni la salida de Augusto; es más, cada una de las cosas negativas que les han ido pasando parece que les hayan hecho más fuertes.

Seguramente sea el grupo que más veces haya visto en directo sobre un escenario, pero nunca me cansaré de hacerlo. Ya el año pasado me demostraron que el estado de forma del grupo va muy acorde al de un buen vino, que con los años mejora. Los conciertos de Getafe a mediados del 2007 y el benéfico de la protectora de animales PROA pasado el verano, puso de manifiesto que el grupo se encontraba en una segunda juventud.

Así que tampoco extrañó mucho cuando anunciaron su fichaje por Roadrunner. Y es que parecía que el destino de ambas partes ya tardaba en unirse…

En cualquier caso, esta gira resultaba especial; la celebración de quince años como Hamlet, unido al hecho de poder disfrutar solo y exclusivamente temas de sus dos primeros trabajos, hacía que, quienes hemos seguido al grupo desde hace años pero por la época de ‘Revolución 12.111’ éramos bastante jóvenes o inexpertos, una oportunidad perfecta de ver temas que nunca más veremos sobre un escenario.

Luis con su nueva guitarra, Pedro con su clásica Explorer blanca y su pose rockera absoluta, Álvaro viviendo el concierto como el que más aunque nunca intentando buscar protagonismo, Paco como un seguro con sus baquetas y tras sus parches y Molly sin parar de moverse un momento; me río yo de quien le echaba en cara haberse quedado sin voz cuando sacaron ‘Syberia’… El resumen del grupo por separado sería ese; pero juntos forman una maquina tan engrasada que asusta.

Estaba claro que el punto de partida sería ‘Irracional’ y así fue. El grupo se convirtió en un ciclón desde el principio, sin dejarnos descansar entre algunos de los temas. ‘Creerse Dios’, ‘Poseer bajo sumisión’, ‘No me jodas’… una gozada poder escucharlas por fin en directo. Otras como ‘Ceremonia TV’, ‘El Color de los pañuelos’ o ‘Basta’ han sido parte de sus set más recientemente.  Pero la noche estaba llena de calificativos según el momento. Curioso resultó ver a Molly con megáfono en mano interpretar ‘Repulsa Total’, anunciada como un tema que no tocaban desde la propia época de ‘Sanatorio de Muñecos’. Apoteósico ver cantar a toda la sala el comienzo de ‘Racismo es desigualdad’. Especial escuchar completas ‘Al Lado’ y ‘Coeficiente Deprimente’ (la noche que grabaron ‘Directo’ harían un medley de ambas con ‘Odio’)… Pero lo mejor de toda la noche es que, tantos años después de ver la luz, los temas de ambos discos siguen sonando potentes, directos y frescos; y por desgracia en la sociedad actual, muchas siguen teniendo cabida.

Antes de marcharse del escenario, la traca fue de las que se quedan grabadas por mucho tiempo en la memoria. ‘Hombre del 2000’ (ya recuperada para la gira de ‘Pura Vida’), la recuperación de ‘El Pequeño Dictador’ y ‘Crónica Antisocial’ (con Molly cediendo el micro a Luis para hacerle los coros), y dos clásicos, con mayúsculas ambos: ‘Habitación 106’ y ‘Egoísmo’. El descanso casi se hacía necesario, aunque no fue muy prolongado.

Las voces que pedían ‘JF’ se complacerían de que el bis lo empezaran con ella. Previsible, pero efectiva. Mucho mejor resultó ‘Que voy a hacer’, con Molly ya manejando a antojo a un público entregado por completo, sabedor del poco tiempo que quedaba para el final… que vendría con ‘Discriminación’, el tema más corto de su carrera, uno de los más agresivos, y seguramente el más rápido. Un final de traca para una actuación algo corta, pero demasiado intensa.

• Irracional
• Creerse Dios
• Poseer bajo sumisión
• No me jodas
• Ceremonia TV
• Repulsa Racismo es desigualdad
• El color de los pañuelos
• Basta
• Al Lado
• Coeficiente Deprimente
• Hombre del 2000
• El pequeño dictador
• Crónica Antisocial
• Habitación 106
• Egoísmo

• JF
• Que voy a hacer
• Discrimiación

En resumen, una noche cuyo único momento de relajación fue, ya con el grupo fuera del escenario, ‘Right Where It Belongs’ de Nine Inch Nails sonando de fondo para acompañarnos a la salida de la sala. Y si tengo que ponerle algún pero, tan solo sería el que, aunque algunos sean cabezas cuadradas que vayan a escuchar ‘Irracional’ y ‘JF’, a mí, desde hace ya algún tiempo, me aburren; quizá aburrir no sea el término, pero cuando veo que quitan protagonismo (y espacio) a temas mucho mejores pero menos conocidos y mediáticos, me hierve la sangre. Y otro mayor es que, muchas de estas canciones ya no las podremos volver a escuchar en directo…

De celebrar que un grupo con una carrera tan larga se mantenga en tan buena forma. Solo unos meses serán suficientes para demostrar que esas ganas que siguen demostrando sobre el escenario pasen al estudio en lo que será su debut para Roadrunner; Octubre ya está marcado en mi calendario como una fecha a tener en cuenta en la carrera de Hamlet.