Goetia Summer Session guardaba tres ases en la manga: Nothink, Kermit y Catorce

Otro Goetia Session más que satisfactorio. La filosofía sigue siendo válida, además de estar bien conseguida: Grupos que con pocos trabajos en su haber, unen sus fuerzas sobre un mismo escenario para demostrar su calidad y talento.

El verano está dando sus últimos coletazos. Casi al mismo ritmo que la celebración de grandes festivales. Y mientras se prepara una nueva temporada otoñal cargada de conciertos, no está de más disfrutar de carteles bastantes atractivos que se reparten por cualquier parte de nuestra geografía. Era el caso del Goetia Summer Session, cuya cita estuvo protagonizada por dos bandas andaluzas en potencia, y el regreso de una formación que deja los premios MTV Europe Music entre otros laureles del pasado en el baúl de los recuerdos, para forjar un nuevo futuro casi desde cero. Tres buenos grupos, quizás musicalmente dispares entre sí, pero perfectamente compatibles para hacer un cartel de encanto.

Los primeros en aparecer fueron los sevillanos CATORCE, que si bien saben lo que es participar en estas sesiones de Goetia Media, en esta ocasión disfrutarían del sonido y las bondades que siempre ofrece la sala La Trinchera. Aunque en estas ocasiones, tenemos que admitir que el juego de luces de la misma no estuvo al pleno rendimiento al que estamos acostumbrados. “Iconoclasta” sirvió de carta de presentación, para que el trío comenzara a presumir de esos grandes juegos de claros-oscuros en las que la intensidad a golpe de riffs se intercala con esas letras intimistas. “La revolución de las pequeñas cosas” y “Caminantes” fueron más que suficientes para meterse al público en el bolsillo, con esos ritmos pesados como grandes conductores para guiarnos hasta la primera sorpresa de la noche: “Océana”. Será uno de los temas que incluirán en su próximo trabajo, y visto lo visto y oído lo oído, seguirá sin dejar indiferentes al público. El mismo que lo degustó y que recibiría una segunda sorpresa: Juan A. Soler (Kantz) de TENPEL, subía al escenario para prestar su voz (al igual que en “Atlas”) en la positiva “Naves en Llamas”. El cierre de este show lo marcaría “El tiempo del fuego”, y al igual que en su reciente visita, CATORCE hicieron más amigos que enemigos entre los asistentes. Ya están reclamando su vuelta con su nuevo disco bajo el brazo.

Podía parecer a priori, que el marco de su actuación no era el idóneo. O que el orden de actuación, no era el apropiado para expandir esas atmósferas evasivas mezcladas con unas delicadas interpretaciones jazzísticas. Pero fue comenzar con “Karate”, y al poco tenían a los asistentes sumergidos en el universo de su música. KERMIT no son la facilidad auditiva en persona. Pero es en directo donde mejor transmiten su propuesta a base de grandes temas como “Samhain” o “Circumpolares”. Exceptuando el primer tema interpretado, los malagueños descargaron su última entrega “Litoral” de principio a fin, y aunque los micros de voz no les hicieron un flaco favor para entender las partes narradas, su fortaleza musical no se vio afectada en unas “We tripantu” y “Magnitizdat” cargadas de matices, y reflejadas en vivo a la perfección. Siguieron sus miembros intercambiándose instrumentos y echando mano de algunos efectos electrónicos extras, hasta terminar con la deliciosa “1927”. Puede parecer que su concierto fuera un alarde técnico lleno de complejidad en un corto espacio de tiempo, pero consiguieron captar toda la atención y hacer que el bosque no impidiera ver a los árboles. Un viaje musical (y literario) hechizante en escena.

Desde que anunciaron su regreso, era muy esperada una nueva cita con el público andaluz. Su última visita a Málaga, con su último disco “Hidden State” como carta de presentación, fue en una sala-bar en la que una columna partía el escenario en dos, y no hacía muy cómoda ni la visión del público, ni la movilidad de la banda. Pero ahora teníamos la oportunidad de borrar ese agrio recuerdo, y rellenarlo con una gran actuación. Y, en resumidas cuentas, así fue. NOTHINK salieron a todo trapo con “Welcome to Hill Valley” y “Kill! Kill! Genocide”, logrando que el público levantara los pies del suelo a las primeras de cambio. No había que olvidar que, además de celebrar su regreso, su disco debut “Bipolar Age” cumplía diez años, y allí estuvieron “Starting Days With The Right Foot” y “Better Than Yesterday Worse Than Tomorrow” para soplar las velas. Qué duda cabe, que el paso del tiempo hace que las canciones se revaloricen, y fue un placer escuchar “Crows Of Tragedy St.”, “Polaroid” o “Enemies Meeting-Point” con la misma fuerza que antaño, pero con cierto gusto nostálgico difícil de explicar. Aunque fácil de disfrutar.

La recta final estuvo reservada a su última entrega, y con “Era” encararon un tramo final en la que los asistentes sacaban el do de pecho con los que le caería encima. “In A Row” hizo que se dejasen oír las gargantas del público, y “Coleman Fields” fue el provocador de un animado pogo en las primeras filas. Por desgracia, “Innerzia” suponía el último acelerón antes de que “We Live On” sirviera para sellar la actuación del trío madrileño muy motivado en todo momento. Un concierto intachable en ejecución, con un alto ritmo de principio a fin, pero que quizás, para muchos, fue demasiado corto. Prácticamente toda la sala se quedó pidiendo una más, pero no hubo regreso. Eso sí; potencia en pequeñas dosis. Tampoco hubo excesivas quejas entre un público que salió de la sala con la sonrisa en la cara.

Otro Goetia Session más que satisfactorio. La filosofía sigue siendo válida, además de estar bien conseguida: Grupos que con pocos trabajos en su haber, unen sus fuerzas sobre un mismo escenario para demostrar su calidad y talento. Ya hay más sesiones planificadas en el horizonte, y a tenor de los suculentos nombres que nos esperan, no faltaremos a la cita.