Gloryhammer arrasan maltratando Goblins en Barcelona

Ambas bandas apuntan alto pero especialmente Gloryhammer. Cuando consigues que la gente se disfrace, empuñe martillos y cante tus canciones está todo medio ganado. Gran entrada y abandonamos el local con la sensación de que hay una importante legión de fans jóvenes que busca héroes de su generación. Puedes criticar la copia y la parodia pero te perderías a una banda destinada a crecer. Y a todo esto destacar que el sr. Bowes está al mando de dos de los grupos con mayor proyección como son Gloryhammer y Alestorm. Cualquier día de esto nos sorprende con una parodia de Avantasia… avisados estáis.

Lo mismo que hacen Steel Panther con el hair metal de los 80 es lo que hacen Gloryhammer con el power metal de los 90… y les funciona: la parodia. Fuimos muchos los que quedamos prendados de ellos en el concierto del Rock Fest, y así me lo confirmaron muchos de los asistentes al evento. Gloryhammer le ponen humor a los elfos-goblins y tiran de power metal itálico, sobrecargado de teclados y con buen humor, pero cabe subrayar que los temas tienen gancho y pegada. Muchos matarían por conseguir un trabajo como “Space 1992: Rose of the Chaos Wizards”, que por cierto, interpretaban en toda su integridad. Gran entrada con el plus de tener a los emergentes Civil War, nacidos tras su expulsión de Sabaton y enmarcando cada tema en una batalla histórica como bien hace su exbanda.

Civil War

La noche dio mucho de sí, y Civil War se han repuesto bien tras la pérdida de un gran cantante como es Nils Patrick Johansson. No se le echó de menos cuando hicieron sonar “USS Monitor” e incendiaron la sala. Ataviados con casacas del séptimo de caballería sólo bajaron un poco el nivel en “Sait Patrick’s Day”, de inspiración irlandesa, y en la única en la que la voz de Kelly Sundown Carpenter flaqueó. Fue un espejismo puesto que se repusieron bien en “Gettysburg”, con esa bella entrada acústica. Estribillos de puño en alto y notable parecido a Sabaton, aunque con suficiente personalidad propia forjada ya tras tres discos. “Deliverance” representó perfectamente a su última obra, con dominio de los teclados de Daniel Mÿhr, pero es su ópera prima la que sigue vertebrando el set de los suecos como en “I Will Rule the Universe” o con el gran final de “Rome Is Falling”. Su cara más divertida y cabaretera asomó en “Tombstone” a ritmo de polka, rompiendo un poco la fórmula ganadora con la que suelen jugar a la hora de componer. Gran dinamismo escénico y sudor, brillando en sobremanera con “Bay of Pigs” del que es para un servidor su mejor álbum: “Gods and Generals”. Queda claro que Civil War le han declarado la guerra a Sabaton, y argumentos no les faltan, y sí, Kelly Carpenter superó la prueba.

Gloryhammer

Trajes espaciales, gafas cibernéticas, capuchas para el técnico de sonido y público disfrazado para darle la bienvenida a un combo que va para arriba. Superaron con creces el show del Rock Fest demostrando que Gloryhammer están aquí para hacerse un hueco. Sorprende el hecho de que Christopher Bowes tome tan poco protagonismo escénico dejando todo el papel a un divertidísimo Thomas Winkler, encantado de estar allí y luciendo tonos muy altos. Ya desde la intro “Infernus Ad Astra” quedó patente a qué banda había venido la gente a ver. La mediana de las Razz rugió para recibir a “The Rise of Chaos Wizards” con esa sobreproducción de coros a lo Rhapsody. La gente cantó las letras y la épica dominó, no sin que antes Winkler bromeará con que iban a cantar una canción que habla sobre martillos: “Legend of the Astral Hammer”. Perfectamente defendida con martillo incluido, previamente entregado por una bella damisela.

Winkler empezó una perorata sobre que Gloryhammer habían inventado el sonido en el espacio y nos hizo reproducir el sonido del martillo silbando en el espacio exterior. En “Goblin of the Darkstorm Galaxy” hizo luego un alegato de su odio hacia los goblins llegándose a enfrentar a uno en escena. La canción está absolutamente inspirada en “The Ancient Forest of Elves” de Luca Turilli. Y luego una de las favoritas del gentío: “Hollywood Hootsman” al grito de “¡Hoots, Hoots!”. Aquí el vocalista consiguió los tonos más altos sin complicación alguna. Sus gimmicks dan mucho juego y los presentes lo agradecieron. Se mantuvo el nivel en “Victorious Eagle Warfare” y en “Questlords of Inverness, Ride to the Galactic Fortress”.

Pero uno de los momentos claves fue la interpretación de ese súpersingle llamado “Universe on Fire” con Bowes dándolo todo en las teclas. Gran papel de Paul Templing a la guitarra, muy fiel a los solos del disco y una base rítmica rotunda. Momento épico-baladesco en “Heroes (of Dundee)” con guiños a su Escocia natal y rematando el disco con la extensa “Apocalyse 1992”. Quedaba el material de su primera obra y la cachonda “The Unicorn Invasion of Dundee” fue más que bienvenida, al igual que “Quest for the Hammer Glory”, típicamente Hammerfall. La epicidad dominaba el ambiente y la dupla formada por “Magic Dragon” y la divertidísima “Angus McFife” cerraron la velada en un show casi perfecto. Algo más de hora y media sin solos, sin abusar de parlamentos ni de parodias y con power metal de la vieja escuela.

Ambas bandas apuntan alto pero especialmente Gloryhammer. Cuando consigues que la gente se disfrace, empuñe martillos y cante tus canciones está todo medio ganado. Gran entrada y abandonamos el local con la sensación de que hay una importante legión de fans jóvenes que busca héroes de su generación. Puedes criticar la copia y la parodia pero te perderías a una banda destinada a crecer. Y a todo esto destacar que el sr. Bowes está al mando de dos de los grupos con mayor proyección como son Gloryhammer y Alestorm. Cualquier día de esto nos sorprende con una parodia de Avantasia… avisados estáis.