GAUNTLET

El concierto de Marillion me impediría, desgraciadamente, poder asistir a las descargas de los prometedores madrileños Unsouled y de los siempre cumplidores Steelgar, banda catalana de largo recorrido y puntera del underground de nuestra comunidad. Gauntlet prosiguen con su gira de presentación de “What Doesnt Kill Us…”, un disco que ha sido recibido en todo tipo de publicaciones especializadas con unas notas de notable y excelente. La banda de la capital ya tiene en su haber tres discos, y este último, por cierto, con una calidad a nivel internacional.

Sorprende pues que conciertos como el celebrado en el Be Good barcelonés no obtuvieran el respaldo merecido por las tres bandas. Tampoco era el finde mejor para el concierto pues había una amplísima oferta esa noche de sábado, pero creo, como siempre, que nos olvidamos de buenas agrupaciones con grandes propuestas musicales por el sólo hecho de ser hispanas.

Afortunadamente parece que la banda le trae sin cuidado si tocan ante 10 o 1000 personas, y esa es la actitud que hay que tener para seguir escalando peldaños. La cincuentena de almas allí reunidas disfrutaron de lo lindo ante un setlist basado en el exitoso “What Doesnt Kill Us…”.

La verdad es que el grupo tiene todos los ingredientes para seguir con su escalada de popularidad y hasta los cortes del disco (casi tocado en su integridad) ganan muchos enteros sobre las tablas. Mención especial merecen las fervorosas primeras filas que se enfrascaron en pogos y hasta un valiente se lanzó desde el escenario. El grupo desprende energía e intensidad. Composiciones como “In the Name Of…” o “Winners Race” son auténticas andanadas de thrash cortante.

La voz de Miguel casa de maravilla con la propuesta musical de temas como “”Makes Us Stronger”, con unos riffs deudores de Annihilator y Pantera. A pesar de practicar un thrash directo mantienen elementos muy melódicos, especialmente en las guitarras de Dani y Miguel. La sorpresa sería la versión del “Fuel” de Metallica, que desbocaría a las ya de por si entregadas primeras filas.

Seguirían con uno de los mejores temas de su nueva obra (para un servidor su favorito) “Decade”. La banda estuvo muy comunicativa con la gente y el feedback con el público les hizo parecer próximos y auténticos. Obviamente de la sala se oyó algún que otro grito de “Alcorcón” (herida reciente), aludiendo a su condición de madrileños, pero las risas, y sobretodo su saber estar del que hicieron gala, harían que se lo tomaran con muy buen humor.

Y para buen humor el que demostraron en “Seeds of Hate” rebautizada con “Sí soy Gay” y con toda la banda cantando un estribillo del que disfrutó especialmente nuestro jefe Sergi Ramos. Terminarían con los Unsouled en escena y ofreciendo un fin de fiesta ejemplar. Cualquiera que haya compartido escena con otras bandas sabe de los mil y un problemas que pueden surgir en conciertos. Aquí fue todo amistad, buen rollo y fiesta.

Hablando con la banda uno se da cuenta del mucho esfuerzo que pocas veces se ve recompensado por el público en general. Siempre hay una xenofilia que hace que el producto de casa deba demostrar quince veces más su valía, tanto en escena como en disco. Esta gente posee tres discos, grandes críticas, una gira nacional, masterizaciones en el extranjero y hasta hacen festivales fuera de España. ¿Qué más necesitan? En fin, a seguir peleando toca. El día que llenen una sala tipo Apolo o Razz II quizá haya justicia musical, por cierto, dos términos antagónicos.