Si algún disco nacional tuvo más impacto en 2014 que el impresionante «Flores, Carne», venid aquí y demostradlo. Los cordobeses Viva Belgrado han conseguido detonar una auténtica bomba atómica gracias a su primer larga duración, acercando a nuestra lengua el post-hardcore lírico de bandas hermanas como La Dispute y llenándolo de tintes post-rock que constituyen reminiscencias a bandas como Russian Circles o nuestros queridos Toundra.

Desde que lanzasen esta joya, la banda ha visitado Barcelona en varias ocasiones, siendo esta la tercera. El más inmediato antecedente fue su show en el AMFest (lee la crónica aquí), concierto que a muchos nos dejó algo fríos y decepcionados. En un ambiente mucho más apropiado y cercano se presentaron apenas un mes después, volviendo a ese Casal de Joves de Roquetes en el que ya los habíamos visto allá por diciembre, cuando congregaron un saludable público pero nada cercano al gran lleno que vivimos hace unos días.

El hype es un arma peligrosa, pero de momento al conjunto les está sirviendo a las mil maravillas: tienen un aura especial, una esencia contagiosa con la que muchos conectamos, y ese «no sé qué» es el que hace que sean capaces de vender 130 entradas anticipadas como si nada en la ciudad condal, dejando a muchos fuera… y a los de dentro al borde del golpe de calor por la nula ventilación de la sala.

A las terribles condiciones de ventilación se sumaban lo bajo del escenario y el techo, el sonido, la visibilidad… toda una serie de problemas que nos hicieron plantearnos que probablemente ese lugar no fuese el más adecuado para una banda en plena eclosión. Pero lo cierto es que todos estos inconvenientes añadieron encanto a la actuación: la precariedad, la cercanía con el público, el sudor saltando de frente a frente con todos esos pulmones gritando desesperadamente las intensas letras del conjunto. A veces hay que tomarse las cosas con filosofía, y aceptar cada actuación por el tipo de concierto que es. Desde luego, el nivel de entrega en una actuación como esta fue mucho más alto y sentido que lo que jamás se podrá alcanzar en un lugar con mejores condiciones. Toda una experiencia catártica en comunidad.

Dejando de lado el aspecto romántico del show, volvió a quedar patente que la banda requiere una mejoría importante a nivel técnico, puesto que la baja habilidad puede ser tolerable en la medida en que se ajuste a las propias canciones, pero el problema está en que evidentemente hay faltas que van en detrimento de cómo deberían sonar esos temas en vivo. Tienen la pasión, tienen la explosividad, tienen la emotividad, ahora tan sólo falta sonar mejor.

Optando por una reestructuración del repertorio para no repetirse demasiado, arrancaron con la descarnada «~», cantando sin micrófono para simular ese sonido distante que caracteriza a este tema, y empalmando «La Reina Pálida» y el outro «Archipiélagos» para inaugurar el concierto. Con el público ya caliente caían, ahora sí, el increíble cuarteto que configura el inicio de álbum: desde «Báltica» hasta «Höstsonaten», disfrutando de cada nota y gozando viendo cómo el público conocía cada palabra de sus letras. De su anterior EP cayeron «Reykjavík» y la bestial «El Gran Danés», con la fenomenal «Osario» en medio, antes de cerrar con un cover de la explosiva «Arcarsenal» de At the Drive-In que recibimos como una absoluta fiesta.

Fotos: Ana Berzosa / Texto: Raquel Martínez

Promotor:Outro Shows

Día:2015-04-04

Sala:Casal de Joves de Roquetes

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8