Five Finger recuperan su verdadero Death Punch junto a In Flames
La última gran cita del metal en Madrid aterrizaba con la gira de Five Finger Death Punch e In Flames, a los que acompañó como telonero Of Mice & Men. El WiZink Center presentaba esta vez el formato Ring en el que el aforo se reduce a unas 5.000 personas. Sin embargo, no fue la noche más viva del antes denominado Palacio de los Deportes de Madrid, sino que hubo algún momento en el que se veía venir un cataclismo en el número de espectadores del bolo.
En los aledaños del pabellón las colas no eran ni muy largas ni muy anchas antes de la apertura de puertas, y con el tremendo frío que se levantó en la tarde madrileña, el público se apresuró en entrar en cuanto tuvo ocasión. Una vez dentro, el aspecto era chocante, y más después de haber estado solo dos días antes allí con todo abarrotado hasta los topes en la obra de arte que materializó Helloween el sábado. Ni un tercio del recinto estaba lleno cuando comenzaron Of Mice & Men, pero eso no le quitó las ganas a la banda, que tenía la tarea de levantar y entretener a los asistentes que poblaban el WiZink hasta esa hora.
Of Mice & Men: dignos teloneros
Los norteamericanos poseían la difícil papeleta de estar al nivel de dos grupos como In Flames y 5FDP, pero salieron sin temor alguno ante una masa que todavía no había entrado en calor para lo que se le venía encima. Su repertorio no fue muy extenso, pero consiguieron gozar de un sonido bastante decente (algo que en el WiZink Center es un logro importante, puesto que, por ejemplo, Hellyeah y Heaven Shall Burn no disfrutaron de ese privilegio y realizaron actuaciones que se echaron a perder en gran parte por la calidad del sonido y su ecualización). El bombo sonaba absolutamente demoledor, y con esta potencia, llevaron a cabo un directo sin florituras, de esos simples pero efectivos.
Con un tesón digno de admiración por su posición en esta velada, lograron hasta que gran parte de los aficionados se agachasen en uno de sus temas y vibrarán con la energía que transmitían. Pero claro, cuando eres el artista pequeño de un cartel en el que apenas nadie te conoce, tocar la fibra de los que te están viendo no es nada sencillo, por lo que la pasividad de los seguidores (de las otras dos bandas) se vio venir antes de empezar este concierto, hecho por el cual no fue especialmente motivador.
In Flames: sí, pero no
Un telón gigante con el logo de In Flames cayó delante del escenario mientras se acicalaba para su cita con el respetable y, al terminar de montar todo lo pertinente, se apagaron las luces y llegó la hora de los nórdicos (el primer tema que tocaron fue sin echar abajo dicho telón, que al tener transparencias dejaba ver a los integrantes de la formación sin muchos problemas). El álbum que publicaron el pasado año, ‘Battles’, marcó por encima del resto un setlist en el que se encontraron canciones de casi todas sus etapas, por lo que la homogeneidad de sus temas no estuvo muy conseguida, y en cierto sentido se produjo una mescolanza de sonidos entre unos cortes y otros que eran algo desconcertantes.
Pasaron de ritmos frenéticos de su época más death metal al estilo con más elementos electrónicos gracias a su teclado que han desarrollado en los últimos años. Esta circunstancia se puede valorar desde dos puntos de vista:
- Los suecos supieron cómo administrar las diferentes tendencias musicales que han practicado a lo largo de su trayectoria y así se lo quisieron mostrar a los fans españoles.
- El repertorio no está elegido con sentido común y se han incluido canciones un poco al azar por su popularidad entre sus seguidores.
Sea la opción que sea, que no lo sabemos, la actitud mostrada por los miembros de la banda se postuló positiva desde el principio. El apoyo visual que ejercieron las pantallas con las plataformas del teclado y la batería (en las cuales también había proyecciones) y el juego de luces hizo que el show mejorase de forma abismal, pero tras la conclusión del directo, en el que ya se fue llenando el pabellón, las sensaciones entre la gente eran muy dispares. Unos estaban satisfechos por el buen hacer sobre las tablas y la experiencia y sobriedad que mostró In Flames, y otros se encontraban con ganas de más, con la sensación de haber vivido un bolo que no transmitía lo suficiente al metalero de a pie.
En cualquier caso, la gran cantidad de aficionados de los representantes europeos del evento facilitó que al menos el apoyo durante la actuación fuese real, lo que al acérrimo seguidor le hace percibir una mejor impresión de lo que ve en la mayoría de las veces.
Five Finger Death Punch: recuperando el trono
Si ya llamó la atención que la hora de inicio de 5FDP se atrasase de las 21:30h a las 22:15h, ese rato en el que se sobrepasa ese nuevo horario pone algo nervioso a aquellos que deseaban ver a sus ídolos. Casi con 15 minutos de retraso, poco antes de las 22:30h, Five Finger Death Punch por fin saltó ante el público de Madrid para dejarse hasta la última gota de sudor en su bolo.
Otra vez más, las luces y los rayos láser favorecieron mucho a la música, que se escuchaba más alta y retumbante que en ningún tramo de la noche. El carisma de los estadounidenses se hizo notar desde el pistoletazo de salida, y la vuelta de su vocalista Ivan era uno de los alicientes más importantes de este concierto. El mismo Ivan hizo alusión a las críticas que se vertieron en su momento contra él y su grupo, no obstante, prefirió hacer oídos sordos y deleitar a los más fieles con una actuación soberbia.
La compañía para cantar algunas canciones refrendó el espectáculo con creces, tanto que en Burn MF todo el mundo se volvió loco coreando “Burn Motherfucker Burn” varios minutos con espectadores que subieron al escenario por tener la cara pintada, seña de identidad de los fans de 5FDP. Antes de ello, se empalmaron tres temas en acústico que tuvieron su punto álgido con “Remember Everything”, la última de los tres cargada de sentimientos. Tal era la carga emocional de este éxito que el propio Ivan no fue capaz de aguantarse las lágrimas durante la canción, y muchas personas de las que estaban presenciando aquella estampa tampoco pudieron contenerse.
Llantos aparte, llamaron la atención las improvisaciones que hicieron con “Crazy Train” de Ozzy Osbourne o “Enter Sandman” de Metallica, la explosiva guitarra explorer de dos mástiles. No faltaron himnos como “Bad Company”, “Coming Down”, “Jekyll And Hide” o “Under And Over It”. El setlist de los norteamericanos fue un homenaje a sus mejores trallazos para enseñar a todos que están vivos tras la vuelta de Ivan.
El cantante se disculpó por su ausencia, y por ello sacó todo lo que tenía dentro para hacer feliz a los fans de Five Finger Death Punch, que vieron a un vocalista entregado que llegó a regalar el bate de béisbol con el que aporreó a su robusto pie de micro y rodeado de sus seres queridos al pie del escenario. Además de esto, cuando concluyó el directo y todos se retiraron, Ivan bajó al foso y estuvo firmando y haciéndose fotos con todos los que se acercaron a la valla, un gesto que demuestra el afecto a los que le siguen y que aparte de recuperar la conexión emocional con ellos después del bolo del Download, en el que no estuvo presente, el nivel musical mostrado por 5FDP fue muy bueno con un sonido rompedor. Una noche necesaria para los que decidieron pasarse por la última velada metalera de una índole tan grande en la capital en la que se reencontraron con la banda que nunca debió flaquear. Five Finger Death Punch ha vuelto.
Promotor:Live Nation
Hora:19:00
Sala:Wizink Center
Ciudad:Madrid
Teloneros:In Flames of Mice and Men
Puntuación:8
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