FITO & FITIPALDIS + LA CABRA MECANICA
Hay determinados acontecimientos que a base de repetirse se convierten en tradición. Por lo que parece, despedir el año con Fito Cabrales en el palacio de los deportes empieza a adquirir esta categoría, lo cual es digno de admiración. Sobre todo porque tal y como están las cosas en este país, no es fácil llenar un recinto del tamaño del palacio de los Deportes, y mucho menos dos años seguidos (habiendo tocado en Madrid además como cabeza del festival EnVivo apenas 3 meses antes). Y es que el susodicho palacio estaba lleno hasta la bandera como hacia tiempo que no se veía.
Fénomeno sorprendente el de este rockero de pura cepa que un dia decidió cerrar el proyecto que le dio a conocer para abrir fronteras y crecer, y que poco a poco se ha convertido en un icono imprescindible del panorama musical español, con todo lo que eso conlleva. Por un lado ha sabido mantener cierta esencia de aquellos Platero que tanto nos gustaban a todos mezclándolo con una versión más suavizada de sí mismo que le ha ido abriendo puertas hasta convertirse en la figura que hoy es.
Abrían la noche “La Cabra Mecanica” en lo que se supone su concierto de despedida como tal, volcados y contentos pero con un público aun frío y expectante. Actuación correcta de una banda que quizás no ha tenido el reconocimiento que debería en nuestro panorama y que se despide sin pena ni gloria, como lo que podía haber sido y no fue.
Y alrededor de las 22.00 horas, luces apagadas para dar pie a una introducción de dibujos animados para dar paso a la estrella de la noche mientras suenan los acordes de “Antes de que cuente 10”, el último gran pelotazo de la banda. Es curioso como los tres últimos discos de Fito son misteriosamente parecidos en su estructura y como su formula de singles nos regala canciones que son casi primas hermanas, pero que siempre funcionan. Bajo mi humilde punto de vista, la combinación de melodías de rock de lo más clásicos con unas letras cargadas de sentimiento e ironia son probablemente la fórmula del éxito. O lo que es lo mismo, le quitamos a Platero y Tu la distorsión, y a tirar millas. Porque por mucho que la mona se vista de seda, mona se queda. Y Fito, por más que quiera cambiar su estampa, siempre será Fito. Es probable que ese aire de autenticidad que se respira en sus directos (que a veces se pierde en unos discos mas descafeinados) haya conseguido reunir a semejante legion de fans que pierde ocasión de verle en directo.
En cuanto al show en cuestión, casi un calco del que la banda nos ofreció en Octubre en el festival ENVIVO de Getafe, aunque he de decir que en esta ocasión vi a un Fito algo más cansando y un poco menos comunicativo. Los meses y los kilómetros pesan quizás más de la cuenta y aquella bestia de Getafe se nos presentaba en el palacio más domesticado, aunque con un aire de suficiencia y clase como los grandes.
Como todo el mundo esperaba, noche de clásicos, donde no faltaron los singles de los últimos años (“Por la boca vive el Pez” o “La casa por el tejado”) mezcladas con algunas pildoritas añorantes de los viejos tiempos (“Que necesario es el Rock and Roll” destila platero por los cuatro costados) y a disfrutar antes de un fin de año de crisis con una buena dosis de fiesta para todos los públicos.
Sin embargo, una cosa que se me quedo grabada al salir del concierto fueron las múltiples frases de añoranza de esos nostálgicos recordando la ciudad deportiva del Real Madrid llena con el mismo personaje pero diferente traje. El que quiera entender, que entienda… ¿Sentirá lo mismo el señor Cabrales? Ojala.
Texto y Fotos: Javier Bragado
Promotor:Last Tour International
Asistentes:10000
Día:30/12/2010
Sala:Palacio de los Deportes
Ciudad:Madrid
Puntuación:7
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