FIREWIND + VICIOUS RUMORS + KIUAS

“¡Barcelona es la ciudad europea donde hemos tocado más veces y donde mejor se nos trata!” rezaba Geoff Thorpe, guitarrista de VICIOUS RUMORS, durante uno de los momentos álgidos de su show. Vaya. O bien Geoff está ciego o es que le va eso de soltar trolas de las gordas. Desconozco si en ningún otro lugar del continente europeo VICIOUS RUMORS han tocado más de 4 veces en los últimos 25 años, pero lo que es innegable es que los no más de 300 tickets que han vendido VICIOUS RUMORS en sus últimas 3 visitas a Barcelona en los 2 últimos años no creo que sean un fiel reflejo de esa estima que supuestamente nuestra ciudad le brinda a los californianos cuando se dignan a venir por aquí (Desconozco el recibimiento que tuvieron en 1990 cuando vinieron con DEATH ANGEL y FORBIDDEN, un servidor no pudo estar allá…). En esta ocasión, la sala estaba de nuevo despoblada, prácticamente vacía. Ok, los pocos que éramos rugíamos, pero el sentimiento de “vacío” no te lo quita nadie, ni siquiera 50 metalheads muy enfurecidos y excitados. Teóricamente, el reclamo de esta extraña gira eran los cabezas de cartel FIREWIND, una banda que –gustos a parte- todavía está lejos de poderse permitir encabezar su propia gira, al menos por España (O Barcelona…). VICIOUS RUMORS, con una decena de discos y casi 30 años de actividad, se ven así relegados de nuevo al papel de teloneros de una banda prácticamente desconocida (¿Recuerdan su irrisoria situación en el cartel en la gira con BEYOND FEAR?). Si a todo ello le sumamos que la tercera banda invitada, unos tales KIUAS, no los conoce ni el tato, es más que evidente que apenas 50 o 60 personas se acercaran hasta la sala Salamandra para amenizar un poco esa fría tarde/noche de lunes.

Poco puedo decirles de KIUAS, entramos en la sala cuando estos estaban entregando sus últimos acordes y la experiencia que guardo de ellos cuando tuve que escuchar su último trabajo no la recuerdo excesivamente grata que digamos. Desalentador resultaba ver que los fineses lo habían dado todo para apenas 15 o 20 personas. Eso destroza la moral de cualquiera. La gente poco a poco fue llegando a la sala y con las ya 50 o 60 personas que permaneceríamos allí hasta el final de la velada, VICIOUS RUMORS saltaron a escena como si de un gran festival se tratase. No sé ustedes, pero yo, de llevar 30 años en esto, haber estado en una multinacional, haber girado por todo el mundo y haber vendido unos cuantos cientos de miles de discos, me planto a 10 mil km de mi casa para tocar delante de 50 personas y se me desfigura la cara. No sé si motivados por alguna sustancia ilegal o brebaje de alta gradación, VICIOUS RUMORS salieron como un torbellino con un Ronnie Stixx al frente que creo yo, ha sido lo mejor que le ha podido pasar a VICIOUS RUMORS desde que perdieran al malogrado Carl Albert ahora hace 13 años en un trágico accidente de tráfico. Su voz es calcada, más melódica y accesible que las estridencias del señor James Rivera, y su carácter desinhibido y sencillo seguro que encaja mejor en el entramado del grupo que el del señor Rivera, quien recordemos, llegó hasta los puños con Geoff Thorpe.

Secundados por el incombustible Larry Howe a la batería, el totalmente desconocido Stephen Goodwin al bajo y el también no muy conocido guitarrista de origen oriental Kiyoshi Morgan, Geoff Thorpe y Ronnie Stixx comandaron al grupo y metiéndose al escaso público en el bolsillo rápidamente en un abrir y cerrar de ojos. A pesar de que todavía presentaban su último trabajo “Warball”, VICIOUS RUMORS centraron el 90% de su repertorio en viejos clásicos como “Digital Dictador” con la que abrieron, “Minute To Kill”, “Don’t Wait for me”, “Down to the Temple”, “Soldiers of the Night”, “On the Edge”, “Abandoned”, “Ship of fools” o “Hellraiser” con la que si no recuerdo mal, cerraron. Por muy digno de elogios que pueda resultar tocar 5 temas de su famoso disco homónimo, de un repertorio de apenas 10 en total, sigo pensando que VICIOUS RUMORS pasan por alto el que es probablemente uno de sus mejores discos, “Word Of Mouth”. Por no hablar de “You Only Live Twice”, ¡Debería haber caído!. Tras finalizar su concierto, los 5 integrantes del grupo bajaron y se mezclaron con el público para charlar y celebrar así el fin de esta minigira que las ha traído por España, Alemania y Holanda. Curiosas fueron las declaraciones de Larry Howe acerca de su matrimonio fallido con la cantante de CHASTAIN Kate French… ¡Algún día las relataremos!.

A grandes rasgos, una actuación soberbia donde apenas podemos tachar nada en absoluto, más allá de la cuerda rota por Geoff Thorpe o lo cutre que resulta llevarte de gira Cd’s piratas de tu propio grupo y venderlos a 10 euros, por favor, que se veía a leguas que esos libretos eran meras fotocopias a color y los cd’s serigrafiados a mano de cualquier forma.

Los que creyeran que con FIREWIND iban a presentarse en la sala de sopetón 100 personas más, se quedaron con las ganas. Los griegos salieron y en frente tenían a las mismas 50 o 60 personas que habían presenciado el show de VICIOUS RUMORS. Vaya por delante que FIREWIND ni son ni han sido santo de mi devoción, pero he de reconocer que en directo estos tipos tocan un rato largo, especialmente un tipo de nombre Bob Katsionis que se pasó por la piedra al mismísimo Gus G. mostrando una depuradísima técnica tanto a los teclados como a la guitarra, llegando incluso a tocar los 2 instrumentos de forma simultánea con cada una de sus manos de una forma alucinante. Yo particularmente esperaba un Power Metal más feroz y rápido, pero en su lugar me encontré con un grupo que tiraba principalmente de medios tiempos cargados de toques hard rockeros por todos lados. Algo comprensible pues su setlist giró en torno a su último disco “The Premonition”, que interpretaron prácticamente de cabo a rabo. Junto a sus nuevas composiciones, FIREWIND repescó viejos temas de sus 4 anteriores trabajos como la coreada “Between Heaven and Hell”, “Steal them blind”, “Kill to Live” o “Falling to Pieces”, con la que cerraron. Mención especial merece la versión de aquel clásico de la música máquina que incluía la aberración cinematográfica de los 80 “Flashdance”, cuyo tema estrella “Maniac” (Los que crecieran en los 80, de bien seguro que la recuerdan por desgracia…) fue interpretado y adaptado por los griegos de forma bastante eficiente, a pesar de que los más jovencitos seguramente creyesen que ese estribillo pegadizo era obra de los griegos y no del señor Michael Sembello. De cualquier forma, péguenle una oída a la versión que se marcaron los gabachos CARNIVAL IN COAL hace una década en su segundo disco, no tiene desperdicio.

Creo, y hablo en nombre de todos los presentes, la velada fue completa e intachable desde un punto de vista musical. Lo de la afluencia ya es otro cantar. De cualquier modo, los que vivimos en las grandes ciudades, cada vez estamos más y más acostumbrados, sobretodo ahora en tiempos de crisis…