FEAR FACTORY + DEVIN TOWNSEND + DUNDERBEIST

Parecía presentarse muy interesante esta gira industrial de DEVIN TOWNSEND junto a FEAR FACTORY. Cuatro fechas por España presentando ‘The Industrialist’ y ‘Epicloud’ como co-cabezas de cartel junto a los noruegos DUNDERBEIST (tras la caída hace semanas de SYLOSIS). Por problemas de los típicos atascos a la entrada de Madrid y también al acceso a la sala, sólo pude ver la mitad de su actuación. Sexteto difícil de describir, a dos voces (cuatro con los coros) en que cada canción parecía un mundo distinto. Igual sonaban extremos, que a hard rock o vertientes más oscuras de metal. Curiosos, están aprovechando la oportunidad que les ha brindado esta gira.

En la definición de frontman no sería de extrañar que apareciera una foto del bueno de DEVIN TOWNSEND. ¿Carisma? La tiene de sobra. ¿Presencia? Lo mismo. ¿Voz? Está claro que sí. ¿Técnica? Qué vamos a decir a estas alturas… Pero ante todo, lo que siempre digo: si ves a un tío sobre un escenario que se lo pasa bien, transmite una serie de cosas al público para que lo disfrute tanto o más que él. Añadimos bromas varias, un agradecimiento total tanto a la gente como a su equipo de roadies, un talento natural a menudo infravalorado, y un set cargado de temazos, y tenemos un concierto de diez, que fue lo que pudimos ver. Un músico capaz de crear auténticas marcianadas de composiciones que ensamblen a la perfección en una misma canción, y que después a su vez encajen entre ellas en un setlist (o disco), se puede catalogar como genio. Alguna cosa mala tenía que tener su show, y es que siendo dos grupos co-cabezas de cartel, tocan el mismo tiempo (hora y cuarto, aproximadamente), y Devin tiene tiempo para tocarse cinco horas (y más) si él quiere. En ese tiempo, un pequeño repaso a lo que ha sido su carrera en solitario en distintos proyectos, empezando por ‘Supercrush!’, siguiendo con la versión antigua de ‘Kingdom’ y alternándola con temas de su ‘Epicloud’, como ‘Where We Belong’ el single ‘Lucky Animals’ o ‘Grace’. En muchas de ellas se llevaban la palma las proyecciones traseras de imágenes, como el estribillo de esa última (“Laugh, love, live, learn”), paranoias en ‘War’ o ‘Planet of the Apes’, o el propio videoclip de ‘Vampiria’ durante su interpretación. Durante todas ellas, expresiones de todo tipo en la cara de Devin, siempre con la sonrisa por delante, y comentarios de todo tipo. Que si la primera persona que diera un abrazo a la persona del merchandising se llevaba una careta gratis, el “hacer manos de jazz” para el estribillo de ‘Lucky Animals’, sin olvidar el momentazo en que se puso un sujetador lanzado por el público por sombrero; después, amablemente, se lo devolvió a su dueña tras hablarnos de su ropa interior. Un personaje entrañable, y al que la mitad del título de su última obra se le queda muy corto; la cual por cierto, nos dijo que estaba disponible en el el puesto de merchan… y en cualquier página de torrent. Épico.

Supercrush!
Kingdom
Truth
Planet of the Apes
Where We Belong
War
Vampira
Lucky Animals
Juular
Grace
Deep Peace

Esta vez el orden era lo de menos, y FEAR FACTORY disponían del mismo tiempo que DEVIN TOWNSEND. Su paso por Sonisphere no es que fuera especialmente vistoso, juntándose una actuación no muy lograda con todo el retraso que tuvo el segundo día. Por aquel entonces ‘The Industrialist’ no había salido a la venta, aunque ya nos ofrecieron ‘Recharger’; curiosamente, tanto la segunda como la propia que da título al disco fueron los dos únicos temas nuevos que tocaron, haciendo un repaso a sus grandes éxitos en esta ocasión… al menos los de la época de Dino Cazares. Que ya se sabe que ‘Archetype’ y ‘Trangression’ han sido borrados de cara a sus sets. ‘The Industrialist’, con ese comienzo tan ‘Demanufacture’ dio inicio a una actuación mucho mejor que su último paso por aquí, pero con el mismo punto débil: las voces melódicas. Burton C. Bell clavaba los guturales y registros más rotos, como fue demostrando en ‘Shock’, ‘Edgecrusher’ y ‘Smasher/Devourer’ (del tirón, las tres primeras de ‘Obsolete’), pero llegado el momento de las voces limpias, algo no funcionaba. El concierto estaba partido en bloques, y tras ese trío de ases llegó el turno de ‘Powershifter’ de ‘Mechanize’, y rejuvenecer diez años de la mano de ‘Digimortal’ con ‘Acres of Skin’ y ‘Linchpin’. Un disco bastante criticado hace años, pero que uno se empeña en reivindicar, al menos parte de él; curioso su caso, ya que estuvo relegado al ostracismo hace no mucho. Uno de los peores momentos fue el mal trago de ‘Resurrection’, que exige mucho a una voz que se quedó a medio camino en esta ocasión. No ocurrió lo mismo en ‘Martyr’ y ‘Scapegoat’ del lejano ‘Soul of a New Machine’, que cumple ya veinte años, hecho al que se refirió Burton. Aun comunicativo, el que más lo estuvo fue Dino Cazares por su cercanía del idioma, ofreciéndonos algún discurso de agradecimiento, cortando a la gente cuando se puso a corear su nombre y refiriéndose a sí mismo como “gordo, gordo”, y protagonizando un momento gracioso al colocarse uno de los platos de su baterista por sombrero ofreciéndonos arroz, cual camarero chino. “Viva España y México”. Ese problema de la batería fue una constante, y se vio a un técnico buena parte del concierto pendiente de él; al menos el sonido en la sala, en la zona que lo vi esta ocasión, no fue nada malo excepto en algún momento la caja de dicho instrumento. “No hemos tocado nada de un disco hasta ahora… Llega el momento de ‘Demanufacture’”. Al fin y al cabo era lo que esperábamos la mayoría, e igual que hicieron al comienzo con ‘Obsolete’, se cascaron los cuatro primeros cortes de la que sigue siendo su mejor obra como si nada. ‘Demanufacture’ sonó brutal, las partes limpias de ‘Self Bias Resistor’ fueron las mejores de toda la noche, ‘Zero Signal’ siguió con la caña, y todo desembocó en ‘Replica’, que, tengo que decirlo, me sigue pareciendo de sus temas más flojos, por himno representativo que sea. Gran noche la del Epic Industrialist Tour.