Habían ganas de entrar de nuevo en el mundo de EXTREMODURO y es que un concierto de los de Plasencia no es moco de pavo. Para empezar la primera sorpresa, una hora antes del inicio del concierto, la zona que rodea el Fòrum de Barcelona estaba colapsada de tráfico y de gente. La muchedumbre se acercaba poco a poco a los alrededores del Fòrum, ese espacio inaugurado en el 2004, que con la excusa del diálogo y el encuentro entre culturas, propició que unos cuantos siguieran dándole al pelotazo inmobiliario creando un nuevo barrio moderno i “fashion” al ladito de una de las barriadas más degradadas de Barcelona. En mi opinión, este no es el mejor enclave para una banda tan callejera como EXTREMODURO, pero este no fue motivo suficiente para que sus fans se quedaran en casa. Para tomar unas cañas en cualquier bar de los alrededores debías hacer una cola interminable y esta sería la tónica de la noche desde el inicio del primer tema hasta el regreso a casa. Manadas de gente se concentraban en la puerta del recinto apurando las últimas litronas y llenando el estómago. Ya sabemos como está el patio en los conciertos, los precios por las nubes y sobre todo muchas colas. Esperaba  encontrarme un ambientazo pero realmente me sorprendió la gran cantidad de gente que congregaron Robe y compañía.

Una vez superados todos los obstáculos de seguridad y de taquilla, intentamos coger un buen sitio para gozar del espectáculo, pero nos encontramos con una masa tan brutal de gente que nuestro único objetivo se centró en acabar en un sitio donde pudiésemos ver a la banda por las dos pantallas que hay en los laterales del escenario. Esto es lo que hay, quien quería proximidad debía hacer acto de presencia horas antes del inicio del show, los miles y miles de personas que apuraron se quedarían como yo, con un regusto amargo de lo que pudo y no llegó a ver, pero que si pudimos escuchar.

Hace ya más de una década que EXTREMODURO enterró esa fama de salir al escenario sin saber como acabaría el concierto y con un Robe que se perdía entre sus propio versos. Desde “Agila” (1996), cuando esta banda sale a escena lo hace de una manera profesional, sin errores y con cada una de sus acciones bajo control. Como si fueran lo que son, una banda de las grandes.

Con quince minutos de retraso y previa escucha del “Hay poco Rock and Roll” de PLATERO Y TU, salieron a escena para desgranar sobre todo sus dos últimos trabajos “Material defectuoso” (2011), que tocaron prácticamente entero y “La ley innata” (2008). Entre sus canciones más nuevas nos colaron sus hits de siempre. “Ama, ama, ama y ensancha el alma” fue de las primeras para alegría del público, pero también cayeron “Sucede”, un fragmento de “Pedrá” y “A fuego”.

EXTREMODURO no es una banda de rock cualquiera por varios motivos. A quien le preguntes te dirá que la mejor época del grupo pasó hace más de una década cuando editaban el multiexitoso “Agila”, pero aun así logran mantener a toda su legión de fans activa a cada paso que dan. ¿Y qué les hace tan especiales? Para empezar pocas bandas nacionales se pueden permitir grabar los discos cuando les apetezca y salir de gira, no inmediatamente después de salir el trabajo sino cuando les sale de los mismísimos al alma mater de EXTREMODURO, el señor Roberto Iniesta. Así ha ocurrido con “Material Defectuoso”, el último trabajo que publicaron en mayo del año pasado y que hasta este setiembre no empezaron a presentar con la gira que lleva por nombre “Robando perchas de hotel”. Antes de llegar a la ciudad condal han pasado por Sevilla, Valencia y Murcia haciendo doblete en cada una de las ciudades y han participado del Festival En Vivo de Madrid. Después de Barcelona, llegará el turno de Cáceres, Bilbao y A Coruña, para acabar cruzando el charco y hacer cuatro fechas en Latinoamérica.

A la hora de concierto hicieron la primera pausa de la noche, con las consecuentes carreras hacia los lavabos y hacia las barras. Al cabo de un rato volvieron a la carga durante una hora más para hacer otro descanso y encarar la recta final a lo grande, con algunos de sus clásicos, que no todos, que pusieron al público en un estado de excitación como si de su último concierto se tratara. Uno tras otro, se marcaron “So payaso”, “La vereda de la puerta de atrás”, “Puta”, “Standby” para acabar con “Salir”. Ni bises ni historias, más de tres horas dándole a las cuerdas y desgranando una poesía tan personal que solo Robe sabe hacer llegar al público.

Muchos artistas han reconocido la influencia de Extremoduro en sus composiciones o simplemente han mostrado públicamente su admiración, como MAREA, ESTOPA, MELENDI o ALBERT PLA que versionó “Pepe Botika – ¿Dónde están mis amigos?” en su falso directo “Veintegenarios” (1997). Igual de variado es el público de Robe y los suyos, ya que su rock transgresivo une a amantes del punk, del metal, del flamenco y de la poesía urbana y afilada que Robe suelta por su micrófono.

Esta capacidad de agradar a una gran variedad de gente es lo que les hace tan grandes y estoy seguro que, aunque tarden años en sacar un nuevo álbum o hacer una nueva gira, un puñado de gente los estará esperando a las puertas de un recinto para crear sus temas. Porque Robe, como recita en una de sus canciones, tiene una estrellita pequeñita, pequeñita, pero firme.

 

Texto: Guillem Beltran / Fotos: Lucas Korneyá - Sergi Ramos

Promotor:Last Tour International

Asistentes:35000

Día:06/10/2012

Sala:Parc del Forum

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9