Equilibrium exhibe músculo en Madrid

Dentro del recorrido del Renegades tour 2020 por Europa era el turno de hacer parada en la capital para las tres bandas alemanas que componen este cartel variado y atractivo dentro de las ramas del metal germano que a pesar de la cuesta de enero, el frio y celebrarse en un jueves laborable consiguieron una gran entrada e incendiar la sala Caracol a base de garra, densidad y furia. La siguiente parada será Barcelona.

La puertas se abrieron puntuales a las 18:30 horas y ya antes había fanáticos de las bandas participantes venidos desde varios puntos de la península congregados alrededor de la sala y que corrieron a agolparse en las primeras filas en cuanto se realizó la apertura. Aunque Equilibrium ya nos han visitado con anterioridad era la primera vez que se podía ver a las otras bandas en nuestro país y muchos no querían dejar pasar la oportunidad de poder disfrutarlas en directo.

Nailed To Obscurity abrieron con un puñetazo de heavy metal denso y oscuro.

A las 18:55 horas se apagaron las luces y los componentes de Nailed To Obscurity subieron las escaleras que dan acceso al escenario de la Caracol para ocupar posiciones. Un pequeño intro se vio interrumpida por la batería que da comienzo a “Black Frost”, canción que da título a su último álbum y que están presentando en esta gira. El cantante Raimund Ennenga ocupo el centro de la escena mientras que los guitarristas Jan-Ole Lamberti y Volker Dieken se apostaron a sus lados. Carsten Schorn al bajo detrás de ellos y Jann Hillrichs a la batería cerraron la formación sobre las tablas.

Nailed To Obscurity (Foto: Álvaro Carlier)

Comenzaron su andadura en 2005 y han editado cuatro discos de heavy metal pesado de composiciones largas y densas. Raimund tiene una gran facilidad para cambiar de registro melódico a registros más agudos algo que se pudo comprobar en “King Delusion” donde se dejó la garganta al activar su faceta más agresiva y que mejor domina, canción con la que saludo al público anunciando que venían de Alemania. Tras decir muchas gracias en castellano ejecutaron “Feardom” ante un centenar de personas que ya habían accedido a la sala y que estaban entregados a la banda. Una pequeña pausa para presentar “iNnerMe” de su segundo álbum, después “Tears of the Eyeless” antes de terminar pidiendo palmas para cerrar con “Desolate Ruin”. Cuarenta minutos de una descarga contundente para empezar.

Lord Of The Lost pusieron a bailar a la Caracol a base de rock y metal gótico.

Pasados unos minutos, a las 19:55, se volvieron a apagar las luces y la banda llegada de Hamburgo comenzaba a desgranar su espectáculo de rock y metal gótico de toques industriales con grandes dosis de diversión empezando con “Lament for the Condemned”. Lord Of The Lost es una banda muy joven, con algo más de una década de recorrido, pero que ya ha lanzado seis discos y que muestra una veteranía sobre las tablas poco común. Chris «The Lord» Harms a las voces y guitarras al centro, Class Grenayde al bajo y Gared Dirge a los teclados y percusiones, ambos detrás suya, y a su lado π (Pi Stoffers) a la guitarra con Niklas Kahl a la batería al fondo hicieron un show arrebatador, muy movido y divertido enganchando con el público desde el principio.

Lord Of The Lost (Foto: Álvaro Carlier)

Si en el anterior grupo las largas melenas eran la tónica aquí el pelo corto o recogido en moño y el maquillaje de caras blancas contrastando con el cuello en negro fueron lo dominante. “Morgana” de su último disco ‘Thornstar’, “Drag Me To Hell” con la que Chris sacó una de sus famosas guitarras con lucecitas y “Under the Sun” antes de volver a su última obra con “Loreley” sonaron a continuación. Para entonces el público, unas 300 personas, ya estaba disfrutando sin parar.

Lord Of The Lost (Foto: Alejandro Ortega)

Unos segundos para decirnos que es la primera vez que estaban en Madrid y preguntarnos si estábamos preparados para la fiesta y tocaron “Full Metal Whore”. La voz suave y agresiva de Chris según el momento y sus espectaculares guitarras siguieron encandilando a la gente mientras se sucedieron “Ruins”, “Fists Up in the Air” y “Die Tomorrow”. El samba metal de “La Bomba” fue el momento de mayor diversión de la noche antes de terminar con “Trisma” y de anunciar que estarían de gira con Iron Maiden en verano. Cincuenta minutos muy bien aprovechados de una banda enérgica y que está en su mejor momento.

Equilibrium reinan en la noche del metal alemán.

Y por último el plato fuerte de la noche, los también alemanes Equilibrium. Un grupo que ha pasado por muchos cambios en su formación y en su estilo desde principios del segundo milenio y que se ha asentado con su último disco ‘Renegades’ en el folk viking metal más agresivo con toques de black metal. Ya han venido en otras ocasiones a nuestro país y arrastran una gran legión de seguidores a todos sus conciertos. A las 21:10 horas comenzó a sonar la intro mientras la banda se iba disponiendo sobre la escena.

Equilibrium (Foto: Álvaro Carlier)

Robert «Robse» Dahn a la voz comandando a la banda en el centro del escenario, René Berthiaume y Dom R. Crey a las guitarras a sus lados, Tuval «Hati» Refaeli a la batería detrás y Skar al Bajo sin parar de moverse con sus atuendos conjuntados de levitas hasta los pies salieron a comerse la Caracol comenzando con el tema que abre su último álbum del mismo título: “Renegades – A Lost Generation”

Unas torres de luces y sonido a los lados del batería sustituían a los teclados que en esta ocasión sonaron grabados junto a algunas bases. La sala estaba prácticamente llena reaccionando muy bien a los temas que siguieron del último disco como “Tornado” y “Himmel Und Feuer”. Incluso consiguieron que el público terminará haciendo el wall of death que les pidió Robert mientras sonaba “Waldschrein”. Con “Freiflug” toda la sala levanto los brazos y los movió de un lado a otro durante casi toda la canción.

Equilibrium (Foto: Alejandro Ortega)

El ritmo no decayó durante “Apokalypse”, “Path of Destiny” con la que se tomaron unos segundos para presentar el último disco, “Born to Be Epic”, “Prey” y “Heimat” donde no pararon de sucederse los circle pit. Un momento de respiro se tomaron para introducir del albúm ‘Rekreatur’ la canción “Der Ewige Sieg” antes de marcharse del escenario tras “The World is Enough”. Apenas un minuto para volver a salir y rematar la faena con las brutales “Blut Im Auge”, “Ruf in den Wind” y “Rise of the Phoenix” con las que dejaron a la sala rendida a sus pies después de una hora y veinte de un concierto directo y rotundo que cerraba una noche con aire germánico y muy metálico.