imone sigue hechizando como siempre y descargas como la de ayer demuestran que siguen estando en lo alto del power sinfónico con voz operística.

DAGOBA (Àlex Hidalgo)

Y siendo puntuales como solo los franceses saben ser, DAGOBA subieron al escenario. Su misión era un tanto complicada: demostrar que pese a que su estilo no iba acorde con el de la noche, iban a comerse el escenario. Al ritmo de “I, Reptile” demostraron la energía de su groove metal. El tiempo era muy escaso pero algo positivo iba a tener todo ello: la intensidad energética no decreció ni un solo segundo. Temas como “The Man You’re Not” o “When Winter…” enamoraron a más de uno que lo agradeció participando en un pequeño mosh pit en la última canción de la noche “The Guy White (and the Black Ceremony)”. Gran e intenso concierto de los franceses que pese a no practicar el estilo dominante de la noche, derrumbaron la sala Apolo y se ganaron a más de un fan.

DRAGONFORCE (Jordi Tàrrega)

Soy de los que nunca ha llegado a ser convencido por la propuesta de esta banda londinense. Velocidad absurda y estribillos powermetaleros a lo Freedom Call, siempre a una misma velocidad y con letras que son más de lo mismo. Técnicamente son rotundos, pero sus directos tampoco me habían llegado a convencer; y en disco… mejor no hablamos. Pero la cosa cambió con su última entrega: “Maximum Overload”. Gran obra en la que dan un paso hacia delante y juegan con los tempos haciendo que los estribillos luzcan mucho más. Esta vez sí; y su nuevo cantante es un portento en directo. Impresionante la labor de Marc Hudson y rotunda demostración tanto vocal como de frontman. Empezaron bien con “Fury the Storm”, pero se le vio más cómodo en la tríada de su última obra: “Three Hammers”, “The Game” y sobretodo la genial “Symphony of the Night”.

A ello hay que sumarle que las locuras de Vadim son menos constantes, eso sí, siempre espectacular e inquieto, como la dupla formada por Li y Totman. Luego vino la velocidad recurrente de sus clásicos como “Cry Thunder” (la más aplaudida) y “Valley of the Damned”. Sus conciertos como cabezas de cartel se me hacían tediosos, pero tocando como teloneros son absolutamente espectaculares y en algún momento creí que eran capaces de robarle el show a Epica. Buen humor, show dinámico, en momentos espectacular y repito: con un Hudson enorme. Alucinante como modula las subidas. Despedida con “Through the Fire and Flames” demostrando que eran muchos los que venían para ver a Dragonforce en especial. De peros pocos… Los coros eran enlatados y siguen teniendo ese “sanbenito” colgado de banda de videojuegos para muchos de sus críticos. Para un servidor convencieron ampliamente y demostraron que han dado un paso adelante en composición y en sobriedad en directo. Otras veces llegaron a parecerme una banda parodia con gimmicks pueriles.

EPICA (Jordi Tàrrega)

Quienes les vieron en el Rock Fest en Santa Coloma y no estuvieron ayer, decirles que parecían otra banda. Nada que ver un show festivalero con lo acaecido esa noche de martes. Epica demostraron que están en posición de Liga de Campeones en su particular estilo. Grandísimo directo y grandísima puesta en escena. Tras la intro el grupo atacó “The Second Stone” y “The Essence of Silence” demostrando que cuidan hasta el más mínimo detalle. Espectaculares luces y mucho protagonismo para el teclista Coen Janssen. Incluso la batería ocupa un espacio lateral para darle una primera línea con focos para él. Jugó mucho con ese curioso teclado en forma de curva para que se diera sus garbeos por escena. Simone Simons sigue siendo una de las grandes divas de la escena, y ayer se vio el por qué; lejos del diurno show colomense. Hubo algún cambio de orden en el guión previo, pero temas como “Unleashed” o “Storm the Sorrow” no faltaron a la cita. Mark Jansen estuvo bastante comunicativo y metía el contrapunto agresivo a Simons.

Un cariñoso “Hola Catalonia” se ganó a la gente y dio paso a uno de los grandes momentos: “Fools of Damnation”, con esas escalas arábigas. Temas recargados y ampulosos como “Chemical Insomnia” y “The Obsessive Devotion” realmente demuestran que más allá del fan, pueden llegar a sonar algo repetitivos y lineales. El tramo final de la primera parte fue quizá el más inspirado con “Sancta Terra” (presentada como “Sancta”) y la tremenda “The Last Crusade”. “The Phantom Agony” supuso el final y una visita al homónimo disco. De todas maneras fue “The Quantum Enigma” el disco que vertebraría casi todo el set list.

Una pausa corta para atacar unos bises que incluyeron un buen solo de batería por parte de Ariën van Weesenbeek. Junto a Rob van der Loo forman una base rítmica tan potente como precisa. Quedaban tres joyas y la primera fue “Cry for the Moon”; para muchos, su mejor tema. “Unchain Utopia” fue el corte del nuevo disco elegido para tener el espacio de honor. Y el final estaba cantado con la mastodóntica y extensa “Consign to Oblivion”. Un tema que aglutina todo lo que representan y que es el mejor botón de muestra de lo que es Epica. Show intenso y rotundo. Bien arropado por la escenografía y con ese enorme teclado giratorio, y con Jansen, Isaac y Rob cambiando de sitio dando mucho dinamismo al show. Simone sigue hechizando como siempre y descargas como la de ayer demuestran que siguen estando en lo alto del power sinfónico con voz operística.

Promotor:Eclipse Group / RRS Promo

Día:2014-12-02

Hora:19:15

Sala:Apolo

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Dragonforce Dagoba

Puntuación:8