Un concierto de una banda de renombre internacional no es algo que ocurra todos
los días en Málaga, que continuamente ve cómo la mayoría de grupos grandes pasa
por Granada y se olvida de la Costa del Sol. Por ello el concierto de Entombed
tuvo mayor importancia si cabe para una ciudad en la que hay muchos heavies
y poco heavy.

Aún así, no todo iban a ser facilidades. El cierre temporal hasta el 1 de junio
de la sala Vivero (la mejor de Málaga con diferencia), debido a dificultades
legales, hizo cambiar el emplazamiento del concierto hasta dos veces. Finalmente
se reubicó en la sala Moët, con un aforo bastante más reducido, aunque por otra
parte con un ambiente más propicio para un concierto de sucio y ruidoso death
& roll.

La velada la comenzó el trío Justicia, un grupo de la zona malagueña que lleva
ya 16 años en activo. Anteriormente editaron un disco con Locomotive y están
a punto de sacar su segundo larga duración, tras superar varios cambios en la
formación. Con una corta actuación de apenas 25 minutos, descargaron ante el
respetable una buena selección de tralla monolítica combinada con samplers y
un gran trabajo de batería. Su música bebe directamente de las composiciones
de Max Cavalera, con tintes a lo Ektomorf e incluso Fear Factory, y dejaron
un sabor de boca bastante bueno. Su futuro disco promete, y más en un estilo
que no se practica mucho en este país.

Continuaron los algecireños Viaje a 800, una banda que también ha superado
algunos altibajos y cambios a lo largo de los años y que se encuentra preparando
su nuevo álbum. Su estilo, muy alejado de lo que sonó en la sala apenas unos
momentos antes, tiene más que ver con la cadencia y la pesadumbre, con la opresión
sonora del doom combinada por momentos con el stoner garajero y el rock de los
70. Mientras que unas canciones tienen una duración muy larga e insisten en
los mismos patrones melódicos, muy a lo Reverend Bizarre, otras tienen un aire
más macarra y bailable. Atención especial merecen los temas instrumentales,
compuestos y tocados con muy buen gusto y tirando de pedaleras y psicodelia.
Son sin duda otra banda a tener en cuenta, que demuestra que en el sur hay mucho
más de lo que acaba saliendo a la gran escena.

Por fin llegó el momento grande de la noche, la hora de ver en acción a una
de las bandas pioneras de death metal y death & roll. Entombed salieron
al escenario (minúsculo, todo hay que decirlo) a comerse el mundo, y la verdad
es que no les costó nada ganarse a la gente, ya que el respetable estuvo entregado
por completo desde un principio. Se nota que había hambre de conciertos en Málaga,
y ganas de pasárselo bien con los decibelios como excusa.

El sonido fue en todo momento sucio, potente y garrulo. Así son Entombed y
así deben ser, ya que su baza no consiste en ser unos virtuosos de la música,
sino en plasmar sinceridad y actitud a través de los amplis. Además, si ya en
disco sus canciones suenan guarras, en directo lo son mucho más, sobre todo
por los gruñidos de Petrov, que se lo pasó de lo lindo berreando como un verraco.

A pesar de que editan nuevo EP (“When Sodom”) en apenas unos días y disco en
septiembre, los suecos no quisieron desvelar  detalles y se dedicaron a repasar
someramente su discografía, con canciones de la primera época, más deathmetalera,
y de la última, más orientada a otras influencias. Sonaron, entre otras, “Strange
Aeons”, “Serpent Speech”, “I for an Eye”, “Retaliation” y “Chief Rebel Angel”,
y todas tuvieron un gran recibimiento por parte de la gente. Eso sí, hay quien
siempre prefiere los temas de los viejos tiempos, y más de uno no se cansó de
pedir canciones como “Living dead”. Ese gusto por lo añejo se vio reflejado
en el rugido enorme con el que el público acogió a “Left hand path”, temazo
donde los haya y uno de los más conocidos del grupo.

En todo momento Petrov estuvo de buen rollo con el respetable y sus compañeros
de banda. A los suecos se les notaba cómodos sobre las tablas y sabían que,
a pesar de estar a miles de kilómetros de su tierra, esa noche jugaban en casa.
Brindando con cervezas, pidiendo tabaco, haciendo mosh, poniendo caras y moviéndose
de un lado a otro…Fuera de estrellatos y egos por las nubes y tocando a medio
metro de sus fans. A pesar de tanta entrega por todas partes, parece que Entombed
tenían bien escrito el guión para el show y nada parecía que fuera a cambiarlo.
Así, tras una hora escasa de actuación se despidieron de la gente, sin un mísero
bis y tocando apenas 15 minutos más que el grupo precedente. Eso sí, lo cortés
no quita lo valiente, y fueron 60 minutos bien aprovechados. Quizá podrían haber
tocado alguna canción más o alguna versión (¿qué tal “Night of the vampire”
o “God of thunder” por ejemplo?), pero en general hicieron un buen resumen de
lo que ha sido su trayectoria hasta ahora.

Una cosa sí que habría que resaltar, y es la cantidad de milagros que suceden
cada vez que hay un concierto de este tipo, más aún en salas donde la gente
está apretujada como sardinas en lata. En más de un momento hubo gente que cayó
al escenario empujada por las filas de atrás, y alguno que otro se dedicó la
hora entera a saltar sobre la gente y pegar empujones. No digo que haya que
ver este tipo de conciertos sentado, pero en ocasiones la gente no es consciente
del peligro que supone el competir para ver quién es el más bestia de la sala.

Texto y Fotos: Pablo Garcia Caño

Datos:Moët
Málaga
Público: 200 personas aprox.
Promotor: Staf Magazine

Día:13/05/2006

Puntuación:8