Repartieron cortes de los seis trabajos que componen su discografía, destacando los cinco temas que extrajeron de su último LP, y quizás con la personalidad y frescura de “Lai Lai Hei”, “Iron”, o “Battle Song”, de sus primeros álbumes, cuando aún contaban entre sus filas con Jari Mäenpää, que partió para formar Wintersun.

Sábado diecisiete de Octubre. Las nubes nos dan un respiro poco antes de que la sevillana sala Custom abra sus puertas a las ocho y media de la tarde. Hoy tenemos una más que interesante propuesta de Folk/Power Metal internacional.

A las nueve de la noche comienza el show de los italianos Wind Rose, una propuesta acertadísima, para abrir el evento. El quinteto conquista con soltura el escenario a pesar de que aún la pista se ve bastante vacía, y la Rosa de los Vientos nos presenta varios cortes de su reciente “Wardens of the West Wind”, su segundo álbum, publicado a principios de este 2015, lleno de riffs rápidos a doble bombo, pasajes rítmicos y contundentes, y mucho estribillo coreable. Como suele pasar en este tipo de bandas (y más si vas de telonero, ya que los técnicos tienden a hacer la puñetilla), su concierto de cuarenta y cinco minutos fue, aunque muy cantado y celebrado por la cada vez más abundante asistencia, un barullo de graves. El doble bombo, la voz principal, y el colchón de teclado, tapaban al bajo (por cierto, que entre las filas de Wind Rose se encuentra el ex-bajista de los también italianos Labyrinth, que grabó el magnífico “Return to Heaven Denied” en 1998), y a una guitarra que sólo cobró presencia en los solos. Igualmente resolvieron la papeleta con una sonrisa y lo más importante: hicieron que el público lo pasara bien a base de himnos en forma de estribillo.

Con la sala Custom ya un poco más llena (el mismo día se celebraban otros dos eventos metaleros en la ciudad), poco después de las diez de la noche, las luces se apagan para dar comienzo al esperado show de Ensiferum, que salen a la tarima para abrir tal y como lo hacen en su último estudio: “One Man Army”(2015), que vienen a presentar, con la potente “Axe of Judgement”. El quinteto finlandés aborda la sala con una energía inesperada. La luz es más intensa y el volumen mucho mayor que con los teloneros, como suele ser inexplicablemente habitual. Temas de toda su discografía se suceden casi sin tregua, y ya desde el principio, un público mayoritariamente joven no para de bailar, saltar, y hacer moshpit en la parte central de la pista.
Lo mejor de ver a estos vikingos es, sin duda, su puesta en escena. Los papeles están repartidos y las coreografías están ensayadas. Markus Toivonen, único miembro fundador que queda en la banda, a la derecha del escenario, se ocupa de voces limpias y melodías de guitarra; Petri Lindroos, como frontman en el centro, se ocupa de las voces guturales y los solos libres; Sami Hinkka al bajo de seis cuerdas y voces, a la izquierda; y Janne Parviainen y Emmi Silvennoinen ocupan su lugar en la parte trasera de la tarima a la batería y acordeón respectivamente. Nos presentan una formación estable y renovada que lleva en la carretera desde 2004. No paran de bailar, gesticular, corear las letras, cambiar de lugar gracias a sus equipos inalámbricos: llenan el escenario y levantan a la concurrencia sevillana, que digiere las canciones y se alimenta con cada una de las melodías que nos lanzan estos folklóricos fineses.

En cuanto al sonido, como ya adelanté previamente, no ayudó a la fiesta. La batería, totalmente al frente de la mezcla líquida que surgió de los altavoces, mezclado con los samples del acordeón (y a veces colchones grabados), tapaban a las cuerdas. Tanto es así que en varias ocasiones Sami Hinkka dejaba de tocar el bajo para animar al público y ni se notaba. Las melodías folk de guitarra muchas veces pasarían desapercibidas de no ser porque los asistentes coreaban las mismas a voz en grito.
Luz y humo, y mucho movimiento, hicieron de la fiesta un show que destacó más en lo visual que en lo sonoro. Eso sí, muy trabajados los pasajes vocales limpios, a tres voces (a las que habríamos de sumar las de decenas de personas que coreaban con el puño en alto). El Power Metal quizá dejó de estar en lo más alto con la entrada del siglo XXI, pero Ensiferum supieron mantenerlo arriba añadiendo registros guturales y riffs más pesados. A los finlandeses se les da bien esto. Sin embargo, para mí esta banda, como muchas otras del estilo peca de linealidad en sus composiciones: pecan de previsibilidad en sus composiciones, y abusan de los mismos tempos, haciendo su directo bastante plano en lo musical. Sin embargo, ¿Qué es lo que quiere el público? Ritmos rápidos para saltar, melodías facilonas para corear, y estribillos épicos. Ensiferum han conseguido sin mucho esfuerzo la clave del éxito y la regala.

Como curiosidades y momentos simpáticos nos quedamos con la versión que hicieron del “Bamboleo” de los Gipsy Kings, ataviados los cinco con sombreros cordobeses con borlas, para gracia y regocijo de los presentes. También fue curioso el pique de coreos que organizó Petri Lindroos entre todo el público sevillano y John, el americano encargado del merchandising, que se defendió con su voz desde el stand, a más de treinta metros del escenario.

Como digo, Ensiferum repartieron cortes de los seis trabajos que componen su discografía, destacando los cinco temas que extrajeron de su último LP, y quizás con la personalidad y frescura de “Lai Lai Hei”, “Iron”, o “Battle Song”, de sus primeros álbumes, cuando aún contaban entre sus filas con Jari Mäenpää, que partió para formar Wintersun. Nos quedamos con un directo lleno de detalles, de estribillos para la memoria, de buen rollo, y de mucho baile y folk metal a la finlandesa.

Ensiferum setlist:

March of War (Intro)
Axe of Judgement
Heathen Horde
One More Magic Potion
Warrior Without a War
From Afar
Token of Time
Battle Song
Lai Lai Hei
Burning Leaves
My Ancestors’ Blood
Two of Spades
Bamboléo (Gipsy Kings cover)
In My Sword I Trust
Twilight Tavern
Iron

Odigir Olaf

Promotor:Madness Live Productions

Día:17/10/2015

Sala:Custom

Ciudad:Sevilla

Puntuación:7