El power metal no ha muerto: Stratovarius lo demuestra en Barcelona

Nos fuimos a casa con un excelente sentimiento en el cuerpo. El power metal sigue vivo en bandas rejuvenecidas como STRATOVARIUS, dieron uno de sus mejores conciertos en años y dejaron claro que tienen cuerda para rato.

Hace un tiempo en una galaxia muy cercana, cuenta la leyenda que había una banda de Finlandia bendecida por la fuerza del power metal. Sus discos eran sinónimo de ventas, sus conciertos eran un lleno de recintos inmensos y su calidad: indiscutible. Pero algo pasó y todo fue corrompido por el lado oscuro, haciéndola consumirse y rozando la extinción. Con una serie de movimientos muy bien ejecutados y con un poquito de suerte STRATOVARIUS volvieron a renacer a partir de “Polaris”.

Con “Nemesis” certificaron una segunda juventud y con “Eternal” han dado un fuerte puñetazo sobre la mesa para reafirmarla. Todo era perfecto para acercarme a la Razz 2 durante el otoñal miércoles 28 y observar porqué Stratovarius no se han hundido como el 90% de sus congéneres.

Con media sala más o menos llena, la cosa acabaría adquiriendo un ambiente notable gracias a la oferta que lanzó la promotora rebajando las entradas a 19 euros. DIVINE ASCENSION salieron con una enorme simpatía, entrega y fuerza en el escenario. La banda australiana presentaba “Liberator”, su último trabajo, el cuál les ha abierto las puertas a tocar con bandas como KAMELOT en su país natal o acompañar a STRATOVARIUS por toda Europa. Con su simpático koala peluche sobre el teclado se ganaron la simpatía de los presentes. Tras su show, dieron paso a GLORYHAMMER y quién no conociese a la banda salió encantado. Con un estilo muy a lo antiguo de RHAPSODY, la banda empezó con “Rise of the Chaos Wizards” y se metió en el bolsillo al respetable. El buen humor duró de principio a fin y la calidad de la banda hizo ganarles más de un fan a lo largo de la actuación. Cayeron sus temas más conocidos como “Angus McFile” y Thomas Winkler  hizo gala de ser un excelente frontman. Una pena fue que se tuvieran que retirar, pero nos dejaron “The Unicorn Invasion of Dundee” y la esperanza de verlos alguna vez más.

El plato principal salía del horno a las 21:30 y con una puntualidad excelente el timbre sonó. “My Eternal Dream” unió a la sala en una sola voz con el sonido inicial de las trompetas y “Eagleheart” hizo de la popular sala de conciertos una sauna finesa. Había que presentar nuevo trabajo, pero hubo espacio para antiguos himnos como “Against the Wind” o “SOS”. Kotipelto estuvo en un excelente estado a nivel vocal; no nos engañemos, no ha recuperado las cuerdas vocales de cuando tenía 20 años pero ha aprendido a usar su actual rango. Se permitió varios lujos de calidad vocal que sorprendió a más de uno. Lauri Porra interpretó el himno de Cataluña con su bajo y emocionó a más de un patriota presente en la sala; hubiese sido novedoso sino llevase haciendo lo mismo desde hace ya varias giras. Tras el momento patriótico, “Phoenix” sonó como nunca y “The Lost Saga” certificó que el nuevo disco ha gustado. “Unbreakable” fue la única representación del laureado “Nemesis” y tras ello, los fineses repartieron juventud con “Black Diamond” a todo pulmón.

Quedaba tiempo para un bis y la siempre emotiva “Forever”, la intensa “Shine In The Dark” y “Hunting High an Low” fueron las elegidas para cerrar y poner el broche de oro a la noche.

Los más jóvenes de la banda demostraron la razón para estar sobre el escenario. Kupiainen ha sabido estar a la altura pues sustituir a una eminencia como Tolkki es difícil pero el joven guitarrista ha sabido crear su propio legado y Rolf Pilve se ha integrado perfectamente con sus baquetas. Mención especial merece Kotipelto, dio una masterclass de canto y de realismo vocal a los presentes.

Nos fuimos a casa con un excelente sentimiento en el cuerpo. El power metal sigue vivo en bandas rejuvenecidas como STRATOVARIUS, dieron uno de sus mejores conciertos en años y dejaron claro que tienen cuerda para rato. Habrá que estar atento a sus movimientos, siguen vivos y con ganas de conquistar la galaxia como un emperador de una galaxia muy lejana.