El power metal de Alberto Rionda hace arder Barcelona

Dejando con ganas de más tras más de 2 horas sin parar, las ganas de ver y vivir la ALQUIMIA DE ALBERTO RIONDA se notaron en un público que no paro de cantar y saltar. Se notó en todos los músicos que vinieron a dejar su huella encima del escenario. Se sintió con los temas de la primera etapa de AVALANCH. Alberto Rionda ha encontrado unos excelentes compañeros para su alquimia y como si se tratase de aliñar una buena ensalada para el guiso, todo estuvo en su punto y perfecto para ser servido en Barcelona.

Saber cómo seguir hacia delante cuando un proyecto no da seguridad es duro, más complicado es saber cuándo pararlo. Alberto Rionda ha experimentado en sus propias carnes mi anterior frase; sin que nadie se lo esperase AVALANCH, su banda y parte de él, decidió poner un punto y aparte. Seguramente fue una idea pensada y repensada, consultada y hablada, dura y difícil aunque lo tuviese claro. Sin caer en el auto lamento en ningún momento, hizo lo más sensato en estos casos: continuar con su vida y crear su alquimia.

ALQUIMIA DE ALBERTO RIONDA sorprendió a más de uno con su debut, un claro resurgir de un power metal bien elaborado y muy bien producido. Estando ya el disco en el mercado tocaba presentarlo y una de las paradas obligatorias era Barcelona.

La céntrica Music Hall presentaba un aspecto pletórico pese a tener ese mismo día una competencia bestial. No habiendo teloneros íbamos a ir directamente al grano. Puntual como si de un inglés se tratara empezó a sonar “Mutus Liber”, a modo de intro, para continuar con “El Lobo y El Arca”. “Dama Oscura” me dejó clara la respuesta a una de las dudas que tenía: ¿en directo iban a usar una o dos guitarras?, la respuesta fue la primera opción dando un sonido un tanto menos potente. Me llamó la atención la felicidad de Israel Ramos con la que no paró de animar y transmitir desde el primer segundo. Seguramente no durmió de los nervios y ganas de tocar en casa como si de un niño durante la noche de reyes se tratase.

El pasado de Alberto es AVALANCH, verdad universal, y ya con el tercer tema nos los recordó con “El Ángel Caído”.  Tras ello pude ver que todo estaba al punto como si de un guiso se tratase: el público en su perfecta efervescencia, los músicos en su perfecta salsa y el sonido con un toque más que perfecto.

“La Penitencia del Noble”, influenciada por “Against The Wind” de aquellos jovencísimos STRATOVARIUS, nos dejó un momento de puro power metal; “Claro de Luna” nos dejó el momento orquestal y tranquilo de la noche. El tiempo pasaba y temas como «La Divina Providencia» fueron cayendo. Los primeros AVALANCH son una insignia y “Pelayo” volvió, destacó y emocionó. Hubo un momento para un solo de batería de Leo Duarte en medio de “La Cuna de Arce”. “La Llama Eterna” de AVALANCH estaba prometida y se  cumplió haciendo las delicias de todos los congregados. Tras 1 hora y 45 minutos “Xana” sonó y con ella llegó el primer descanso.

Unos minutos después teníamos al señor Rionda agradeciéndonos nuestra presencia, de forma  escueta, para volver rápidamente a la guitarra y a agradecérnoslo de la mejor manera que sabe: un solo magistral continuado por la instrumental “Cábala XIII”. Tras ello, una intro de teclado como la de un órgano fantasmal empezó a sonar, el gran tema de AVALANCH iba a hacernos arder. “Torquemada” hacia acto de presencia y tal y como hacia Tomás de Torquemada cuando vivió, ardimos con destino al infierno.

La gente sabía que iba a escuchar de principio a fin y “Sacrificio” con el doble bombo, los potentes riffs y el potente agudo de su principio nos lo recordó. Para el punto y final la alquimia tenía que acabar de forma pletórica. ¿Y qué mejor manera había para acabar que mostrándonos su interior, su morada?;  “La Morada del Alquimista” era la indicada e hizo las delicias de todos.

Dejando con ganas de más tras más de 2 horas sin parar, las ganas de ver y vivir la ALQUIMIA DE ALBERTO RIONDA se notaron en un público que no paro de cantar y saltar. Se vio en todos los músicos que vinieron a dejar su huella encima del escenario. Se sintió con los temas de la primera etapa de AVALANCH. Alberto Rionda ha encontrado unos excelentes compañeros para su alquimia y como si se tratase de aliñar una buena ensalada para el guiso, todo estuvo en su punto y perfecto para ser servido en Barcelona. El futuro está claro y ojo con Israel Ramos, ya lo conocía de AMADEÜS y sabía de su calidad, pero ALQUIMIA  le puede dar un impulso a su carrera como ningún otro podrá hacer.