Si te los perdiste intenta estar más atento a la próxima vez porque no hay duda de que los suecos son una apisonadora en directo.

¿Estamos ante el show del año?… Puede que sí. Es posible que Amon Amarth sean en este momento la banda más en forma del panorama death metal europeo y para muestra un botón, o lo que es lo mismo, un espectáculo memorable el que nos ofrecieron los suecos el pasado 11 de Noviembre en la sala La Riviera de Madrid.

Amon Amarth son ese tipo de bandas que uno, sin saber muy bien porqué, le acaban enganchando muchísimo. Siempre les he tenido un cariño especial, pero no sabía que su popularidad en Madrid (y en Barcelona por lo que me han contado) era tan grande. Todas las entradas vendidas para recibir a los vikingos suecos y su itinerante circo ambulante.

Por supuesto, la cosa no se quedó ahí y los escandinavos vinieron acompañados de una vieja leyenda del thrash metal como son Testament, aunque escuchando sus últimos trabajos diría que están más en forma que nunca. Grand Magus eran los terceros en discordia y los primeros en aparecer sobre el escenario. El trío de Estocolmo salió a la palestra consciente de que, quizá, ese no era su lugar teniendo en cuenta que su música y la de Amon Amarth distan mucho. No obstante, el público aplaudió cada tema y podríamos decir que realizaron un espectáculo bastante correcto presentando su último álbum Sword Songs.

Uno de los platos fuertes de la noche fueron Testament. Y estos no decepcionaron en absoluto. Aproximadamente a las 20:00 de la tarde comenzaron los californianos sus descargas eléctricas con la canción que abre su último álbum Brotherhood Of The Snake poniendo patas arriba la sala. Al principio el sonido no fue todo lo bueno que debería, pero según avanzaba el show la cosa, en ese sentido, mejoró bastante. Rise Up fue el siguiente trallazo y una de mis favoritas. Los americanos alternaron canciones de sus últimos trabajos como The Pale King, Stronghold o Dark Roots of Earth con temazos más antiguos como la antológica The New Order o la velocísima Into The Pit.

A nivel de ejecución poco que decir de estos tipos que no se haya dicho antes. En directo son un auténtico reloj. Steve DiGiorgio y Gene Hoglan en la sección rítmica sin ninguna fisura y aportando esa consistencia tan necesaria en este tipo de música. Las guitarras como siempre espectaculares con un Eric Peterson, uno de los fundadores de la banda, totalmente  entregado al público. Mención aparte para  Alex Skolnick, que estuvo apabullante durante la hora que duró el concierto, mostrando una vez más porqué es uno de los guitarristas más influyentes del mundo y prueba de ello es que es endosser de la famosa compañía japonesa de instrumentos ESP con su propio modelo signature compartiendo cartel con figuras como James Hetfield y Kirk Hammett de Metallica, Will Adler de Lamb Of God o Max Cavalera de Soulfly. Quizá fue Chuck Billy el miembro que más desentonó con el resto. A nivel vocal nunca fue un portento y demostró un nivel más bajo que sus compañeros, aun así, derrochó energía por los cuatro costados y se marcó un buen directo. Testament cerró el concierto con The Formation of Damnation, tema que bordaron y con el que nos dejaron un buenísimo sabor de boca.

A las 21:18 exactamente se bajó el telón que ocultaba una batería colocada en lo alto de un casco vikingo gigante. Todo el mundo con los móviles en mano deseando tener un recuerdo de aquel momento. Amon Amarth salían al escenario y las primeras notas de The Pursuit of Vikings abrían el espectáculo vikingo. Si Testament habían sonado bien Amon Amarth habían llevado el sonido a un nivel superlativo teniendo en cuenta que la Riviera no es el mejor sitio para escuchar música en directo.

A partir de ese momento comenzó lo que ha sido uno de los directos del año.  Con un castellano decente Johan Hegg nos dio la bienvenida a su «fiesta vikinga» y acto seguido comenzaron First Kill. Una hora y media de espectáculo medieval, donde las arraigadas creéncias mitológicas vikingas se ponían de manifiesto una y otra vez en diferentes escenas protagonizadas encima del escenario en momentos puntuales como en The Way Of Vikings o en Deceiver Of The Gods en la que dos guerreros mantienen una lucha a muerte con espadas o con lanzas gigantescas. En One Thousand Burning Arrows los protagonistas fueron dos mastodónticos arqueros medievales. En Father Of The Wolf el protagonista es Loki, el hermano de Thor, que aparece en escena ataviado con su singular casco.

Es un lujazo poder asistir a este tipo de espectáculos, y sin duda las personas que compraron la entrada vieron colmadas sus expectativas. Dudo mucho de que alguien saliera de allí con la sensación de que el show pudo ser mejor, o de que pudieron hacer más. Amon Amarth dieron un espectáculo gigantesco en todos los sentidos. Visual y musicalmente hablando el concierto fue de 10 pero es que sus ganas de agradar y su actitud fueron de 11.

De los temas más festejados y disfrutados de la noche furon Death In Fire y War Of The Gods, con el que cerraron la primera fase del concierto. El quinteto se fue al backstage y apenas habían pasado un par de minutos cuando ya estaban de nuevo en el escenario para interpretar Raise Your Horns en donde invitaron al público a brindar y beber con ellos. Guardians Of Asgaard fue el penúltimo pelotazo vikingo para cerrar con la majestuosa Twilight Of The Thunder God.

Amon Amarth se consolidan como una de las mayores bandas de death metal de la actualidad y nos regalan puro espectáculo vikingo en medio de la gran urbe. Si te los perdiste intenta estar más atento a la próxima vez porque no hay duda de que los suecos son una apisonadora en directo.

 

 

Texto: Ángel Garrido Alonso / Fotos: Sergi Ramos (Barcelona)

Promotor:Madness Live Production

Día:2016-11-11

Hora:19:00

Sala:La Riviera

Ciudad:Madrid

Puntuación:9