El infortunio se ceba con el concierto de Robin Beck y House of Lords en Barcelona

Extraña y agridulce experiencia la que vivimos en la pija sala Luz de Gas de Barcelona de la mano de algunas de las eminencias del rock melódico americano.

Extraña y agridulce experiencia la que vivimos en la pija sala Luz de Gas de Barcelona de la mano de algunas de las eminencias del rock melódico americano.

Nada más llegar a la puerta la promotora nos informa de que un par de los componentes de HOUSE OF LORDS (y por lo tanto, de ROBIN BECK, pues llevan la misma banda en esta gira) han tenido un problema en la frontera y en estos momentos se está intentando que lleguen a tiempo para el show. Por lo tanto, al oír estas palabras damos por hecho que la celebración del mismo queda en entredicho y nos hacemos a la idea de que las probabilidades de que el asunto no vaya a terminar bien son bastante altas.

Abrirían la velada los desconocidos para nosotros ESTRELLA, un combo inglés relativamente reciente y practicante de un hard rock fresco y desenfadado. La verdad es que su tarea no fue fácil: entretener a un público cabreado que ni tan siquiera sabía si iba a poder ver los grupos que había venido a ver. La banda y su frontman, que no paró quieto ni un sólo momento, se merecen un diez. Sus canciones sonaron potentes y nítidas, mientras que su actitud en escena fue realmente loable. A pesar del inmovilismo del poco público que había en aquél entonces, se dejaron la piel como si estuvieran tocando delante de una concurrencia enfervorizada. Además de temas propios, se marcaron alguna versión de AC/DC y GUNS N’ROSES. Alargaron su actuación bastante con la intención de ganar tiempo hasta que llegaran los componentes perdidos de las otras dos bandas.

Tras ello, la incertidumbre. Un cambio de backline muy justo y sin apenas probar instrumentos o microfonía daba paso a la aparición de HOUSE OF LORDS en escena. ¡Llegaron! Pero eran las once de la noche y el evento debería de acabar a las doce. Así pues, con un buen sonido (sorprendentemente bueno dadas las circunstancias) y un mágico James Christian al frente, la banda atacaba «Battle», de su última edición de estudio, y a continuación «Sahara» y «I Wanna Be Loved». A continuación comprobamos como James retrocede y coge el bajo para ocuparse de las backing vocals… y salta Robin Beck a escena, para delirio del público.. O delirio de un sector del público, mejor dicho. Pues sí, tres fueron los temas interpretados por HOUSE OF LORDS, sólo tres. Al girar con la misma formación ambas bandas, los shows se enlazaron de forma natural sin ningún tipo de parón de por medio para ganar tiempo. Siendo ROBIN BECK los cabezas de cartel de esta gira, las cosas tan sólo podían suceder así.  También apareció en escena nuestro guitarrista patrio Jorge Salán, que se ocupa de las guitarras en los shows de la rubia cantante, así como de algunos coros.

Sinceramente, dadas las circunstancias, era lo mejor que se podía hacer. Antes de suspender completamente el show de HOUSE OF LORDS se optó por interpretar tres temas, algo que es de agradecer. Pero lo cortés no quita lo valiente y lo que no se puede ocultar es que los que veníamos principalmente para ver a la banda angelina nos sentimos profundamente decepcionados. Lo bueno de todo esto es que pudimos seguir viendo a los componentes en escena y disfrutando de la voz de James Christian, aunque fuera interpretando los temas de otro artista. Y por supuesto, el otro punto tremendamente positivo, fue el conciertazo que nos ofreció Robin Beck. Anonadados nos quedamos con el estado de su voz. ¿Cómo una señora de 60 años puede conservar una voz tan prodigiosa que haría sonrojarse al 90% de los cantantes de heavy metal? Misterios de la naturaleza. Su belleza pueden ser misterios del bisturí, lo desconozco. Pero esas cuerdas vocales, seguro, son un pequeño don de la naturaleza. Así pues, con todo ese halo ochentero que desprendió el show, nos fueron desgranando piezas como «Save Up All Your Tears», «Hold Back the Night», «Catfight» o «If You Were a Woman..». Los allí presentes nos quedamos embobados, para qué negarlo. Mientras que la aplastante mayoría de canciones suenan bastante pop en sus respectivas versiones de estudio, en directo la cosa cambia y mucho, adquiriendo todas las composiciones mucha más fuerza y con mucha más presencia de las guitarras, hasta el punto de no tener nada que envidiar de los directos de otras artistas a priori más asociadas a un movimiento más rocker y duro, caso de LITA FORD. Además, la vocalista empapó la sala con su carisma y simpatía, agradeciendo constantemente sus gestos al público, sin dejar de pasearse por el escenario e interactuando con todo el mundo. Pensé que se centraría más en las baladas, pero ni por asomo. Todo lo contrario, interpretó un repertorio muy variado. No faltó el tema que le hizo famosa gracias a una campaña publicitaria de Coca-Cola («The First Time»), pero demostró sobradamente no ser de esas artistas que viven a raíz de un éxito puntual. El final de show resultó ser una fiesta versioneando el «Hide Your Heart» de KISS.

No fue un concierto lo suficientemente largo y nos supo a poco. A pesar de eso hay que decir que la sala fue flexible y el evento terminó algo más tarde de las 00:00, siendo el crew de la misma comprensible por los contratiempos que se habían bebido. Digo vivido. Porque beber, lo que se dice beber, bebimos más bien poco: 6 euros una mediana… Si no fuera porque la sala Luz de Gas suena francamente bien y es bien maja, uno se lo pensaba dos veces antes de venir a un evento celebrado en un local de este «nivel». Nos quedamos con el señor concierto que se marcó ROBIN BECK y con las ganas de ver a HOUSE OF LORDS en todo su esplendor. Otra vez será…