El death metal reina de nuevo en Barcelona ante 2000 personas

Desconozco si se trata de la gira del año, en cualquier caso de bien seguro figurará para muchos entre los eventos más destacados de este 2015 que en breve nos deja...

Considerada por muchos como la gira del año, el Deathcrusher Tour 2015 llegaba a su fin en Barcelona de la mano de 4 bandas de primer orden capaces todas ellas de llenar salas de aforo medio, por lo que era de suponer que bajo el amparo de este cartel espectacular el sold out sería inevitable sino cercano. Finalmente no se colgó el cartel de no hay entradas, pero desde luego poco debió faltar, y hablamos de la sala más grande de Barcelona con un aforo de 2100 personas, no de una sala cualquiera. Lo curioso del caso es que no se veía algo así desde los lejanos años 90 cuando era común que bandas como MORBID ANGEL, DEATH, OBITUARY o NAPALM DEATH reventaran el antiguo Zeleste (hoy en día Razzmatazz) cuando el género Death Metal vivía sus días de gloria a principios y mediados de la década. Aquellos tiempos quedan lejanos y son pocos los supervivientes, pero supone un alivio de esperanza comprobar que tanto tiempo después, aunque sea de forma tan esporádica como puntual, un cartel de metal extremo -Death Metal para más señas (con el permiso de VOIVOD)- sea capaz de congregar a semejante cantidad de gente aunque por ello el resto del año las salas permanezcan casi vacías. Recientemente hemos vivido varios sold outs interesantes como los de SLAYER y ANTHRAX, el reciente Metal Cova con una sala Báscula a reventar, este Deathcrusher Tour que a punto lo estuvo o los ya consagrados GHOST quienes hicieron lo propio ayer lunes por la noche en la sala Apolo con aforo de 1000 personas. A todos nos gustaría creer que ésta va a ser la tónica habitual ahora que parece que la crisis afloja un poco y la gente empieza a perderle el miedo a eso de salir de casa a gastar un poquito, no obstante mucho me temo que todo se debe a una mera coincidencia y en breve viviremos la resaca de estos 2 últimos meses de infarto en cuanto a bolos se refiere. Exceptuando la próxima fecha de MÖTORHEAD en Febrero, no vaticino muchas más salas llenas hasta el verano, sobretodo pasado primeros de año cuando el Rock Fest empiece a dar forma a su cartel y las entradas empiecen a volar.

El Deathcrusher Tour llegaba para arrasar Barcelona tras hacer lo propio en Bilbao y Madrid con muy buena recepción y sabor de boca por lo que parece. Abriendo la velada se encontraban unos tales y para servidor desconocidos HEROD, banda norteamericana de Thrash con 3 discos en su haber y que a bien seguro disfrutaron de lo lindo tocando para un sala ya casi a reventar. Trabajar hasta las 6 de la tarde acompañado del hecho de que el concierto empezaba muy pronto me impidieron llegar a tiempo a su actuación, de hecho hasta me perdí 2 temas de VOIVOD por culpa de la dificultad a la hora de encontrar aparcamiento. Tras un cañero “Ripping Headaches” con el que abrieron, entré en la sala a ritmo de “Tribal Convictions”, uno de sus grandes himnos de los 80. VOIVOD son una banda difícil de ver, de hecho por aquí apenas se habían dejado caer en los 90 junto a los NEUROSIS, hace ya bastantes años acompañando a los SEPULTURA de Derrick Green y más recientemente en el 2011 cuando dieron un bolo espectacular ante no más de 50 personas en la sala Mephisto. Quizá por esos antecedentes y porque nunca han logrado despegar comercialmente en Europa (a diferencia de Norteamérica), suyo era el papel de abrir la velada pese a ser la banda con mayor trayectoria de las 4 y una clarísima y reconocida influencia para las otras 3 bandas. Lejos de lo que cabría esperar, el Razzmatazz estaba ya petado y había hambre por verles. Entregados como el que más, los canadienses siguieron desgranando su set a ritmo de más clásicos como “The Unknown Knows”, “Psychic Vacuum”, la melódica y coreada “The Prow”, la inesperada “Order of the Blackguards”, la nueva “Forever Mountain” y su celebérrimo “Voivod” para cerrar un show escueto que supo a poco y que dejó a la gente con ganas de más. Siendo como eran unos desconocidos para la gran mayoría, gustaron gracias en parte a un Snake sobrado y dicharachero que junto al batería Away lideran una banda que ha sabido sobreponerse a las adversidades, la defunción de su líder musical Piggy y la desbandada recientemente del bajista Blacky.

Acto seguido le tocaba el turno a los sempiternos NAPALM DEATH, quienes debutaran en suelo hispano hace casi un cuarto de siglo también con los OBITUARY (y los DISMEMBER) en aquel mítico “Campaign for Musical Destruction” de 1992 (en cuyo tramo norteamericano figuraban también CARCASS, curiosamente). Quién más o quién menos, todo el mundo ha visto a NAPALM DEATH en un buen puñado de ocasiones, servidor perdió la cuenta ya y eso que nunca fueron santo de mi devoción más allá de temas o discos puntuales. Pese a lo previsible de sus actuaciones, las primeras filas del Razzmatazz se llenaron de fanáticos de los de Birmingham que al ritmo de los temas de sus últimas obras -su setlist se centró en su etapa más reciente- no dejaron de liarla parda convirtiendo la sala en un polvorín. A título personal hacía ya tiempo que no les veía y me sorprendió la extrema delgadez de Barney Greenway así como el hecho de que su guitarrista de toda la vida Mitch Harris no estuviera sobre el escenario por causas que se me escapan ahora mismo. Como era de suponer, las mayores ovaciones se las llevaron viejos clásicos como “Scum”, “You Suffer” (…) y su famosa versión del tema de los DEAD KENNEDYS “Nazi Punks Fuck Off” que si mal no recuerdo fueron las únicas concesiones que la banda hizo a sus primeros y más laureados trabajos.

Con el ambiente extremadamente caldeado, a OBITUARY se lo habían dejado en bandeja para llegar, batallar y arrasar. Y así fue, la banda de los hermanos Tardy a ritmo de “Redneck Stomp” puso el Razzmatazz patas arriba con su estilo personal y único de entender el Death Metal. Así son OBITUARY, 4 acordes de guitarra de Trevor Peres y un berrido de John Tardy y la sala se viene abajo. Tras su ya clásico tema instrumental, los de Florida siguieron repartiendo cera con algunos pocos temas nuevos que dieron pie a la traca final de la mano de “Til Death”, “Intoxicated”, “Bloodsoaked”, “Find the Arise” y como no “Slowly We Rot” que marcó uno de los puntos álgidos de la noche con las cerca de 2000 personas coreando el tema y liándola a base de bien. A nivel sonoro, OBITUARY fueron de lejos la banda que mejor sonidó mostró y para muchos los auténticos triunfadores de la noche. Sus últimas obras de estudio me parecen una soberana castaña pero es innegable que esta gente en directo siguen siendo inigualables.

Tras el show de OBITUARY y antes de que aparecieran CARCASS, llegó el momento pachanga de la noche con varios miembros de las diferentes bandas de la gira sobre un escenario bajo el nombre de ABSOLUTE POWER interpretando un tema de Heavy Metal en plan MANOWAR que nadie supo muy bien encajar. Desconozco si se trataba de una mofa o realmente la banda tiene perspectivas de futuro y presentará nuevo disco en breve. En cualquier caso y dada la brevedad del asunto, no creo que a nadie le molestase en absoluto tener que esperar 10 minutos más para ver a los CARCASS, quienes hacía más de 20 años que no pasaban por Barcelona y entorno a los cuales había una enorme expectativa. La banda arrancó con su nuevo “Unfit for Human Consumption” que dio paso al primer clásico de la noche “Buried Dreams” de su famoso “Heartwork”. A partir de aquí, la banda fue desgranando más cortes nuevos de su reciente “Surgical Steel” junto con otros viejos clásicos como “Incarnated Solvent Abuse”, “This Mortal Coil” o la sorpresa -al menos para un servidor- de “Exhume to Consume” y “Reek of Putrefaction”; siendo como era la primera vez que les veía desde su reunión, no imaginaba que llegarían tan atrás en el tiempo en ésta su nueva etapa. De cara al tramo final, su nuevo batería Daniel Wilding arrancó con el famoso patrón de batería de “Corporal Jigsore Quandary” y la locura se desató por completo con gente enloquecida, gritando y dándolo todo. Todo parecía indicar que los británicos cerrarían aquí su actuación sin embargo se guardaban una última bala en la recámara, el no menos famoso “Keep on Rotting in the Free World” de su última y polémica obra antes de separarse en 1996, “Swansong”, seguida del también mítico “Heartwork” que ahora sí supondría el broche de oro a una actuación realmente convincente y demoledora a todos los niveles por parte de 4 bandas en muy buen estado de forma en materia de directo -no tanto en estudio- dejando patente el buen estado de forma que vive el género en estos días, por lo menos en cuanto a bandas grandes y clásicas se refiere. Desconozco si se trata de la gira del año, en cualquier caso de bien seguro figurará para muchos entre los eventos más destacados de este 2015 que en breve nos deja…