El Armageddon Tour 2016 llegó a Madrid con Equilibrium, Finsterfors y Heidevolk
Hace 15 años, allá por 2001, Equilibrium comenzó su andadura en la escena musical alemana fusionando folk, black metal y metal sinfónico. estilos, que a priori, no parecen hechos para cohabitar unos con otros, pero como un buen chef de cocina, estos chicos de Munich lo supieron mezclar y presentar al gran público, y a tenor de los resultados, con un cierto éxito.
Hace 15 años, allá por 2001, Equilibrium comenzó su andadura en la escena musical alemana fusionando folk, black metal y metal sinfónico. estilos, que a priori, no parecen hechos para cohabitar unos con otros, pero como un buen chef de cocina, estos chicos de Munich lo supieron mezclar y presentar al gran público, y a tenor de los resultados, con un cierto éxito. Sus letras hablan de seres mitológicos, de la alemania medieval, sus riffs beben directamente de melodías tradicionales alemanas y quizá, por esta amalgama de estilos, Equilibrium no ha sido capaz de tener cierto equilibrio interno y el baile de componentes les ha acompañado durante toda su historia; Seis bateristas, tres bajistas o dos cantantes, deja a las claras que la estabilidad no ha sido uno de sus puntos fuertes. Bien es cierto que desde 2005 hasta 2010 (Cuando Helge Stang y Manuel DiCamillo, cantante original y baterista, abandonaron la banda) tuvieron una época de continuidad en la que facturaron «Turys Fratyr» álbum de debut en Febrero de 2005 y «Sagas» su segundo larga duración en 2008, año en el cual consiguieron reconocimiento de público y prensa. A partir de su tercer álbum «Refreatur» a finales de 2010 y con nuevos componentes, llegó la estabilidad a la banda hasta el día de hoy, donde nos presentan «Armageddon» su último trabajo.
Con estos antecedentes el Armageddon Tour 2016 llegó a Madrid. Las puertas de la Sala Marco Aldany se abrían para dar la bienvenida a Equilibrium, Heidevonkl y Finsterforst. Llegó el día de la fiesta pagana, el día en el que además de las guitarras distorsionadas, dobles bombos y voces guturales también tendremos gaitas, acordeones, flautas o violines danzando por una sala a medio gas. Apenas 150 personas ocupaban parte del la primera «explanada» de la sala. Éramos pocos pero ruidosos, con ganas de pasarlo bien. Por la pasarela de la sala el desfile de caras pintadas, faldas escocesas y botas negras de plataforma era una constante, y es que la ocasión lo merecía.
Abrieron Finsterfors con un show muy corto, en el que tocaron cinco de sus temas más conocidos Escaso el tiempo pero muy bien aprovechado desde luego, combinando temas con metrajes más largos como el «Zeit für Hass» con el que abrieron el directo con temas más cortos como «#YØLØ» el tema que más me erizó el vello y más divertido del setlist. Potente, directo, como un guantazo en la cara. Con un Oliver Berlin totalmente entregado a los presentes y con Tobias Weinreich bajista (y uno de los fundadores de la banda) en plena forma, interactuando con el público una y otra vez. A nivel de ejecución ninguna pega destacable, todo sonaba en su sitio. La sección rítmica carburando a la perfección y sin ningún fallo garrafal. Tras 35 minutos todo se quedó en un buen recuerdo y el ambiente listo para la siguiente banda.
Aproximadamente a las 19:25 las primeras notas de Heidevolk comenzaron a sonar. Para entonces la sala presentaba un aspecto mas enérgico, con mas gente. Al igual que nos pasó con Finsterfors, en el escenario no cabía un alfiler. Los componentes de Heidevolk además de numerosos son, como buenos alemanes, muy grandes, así que la sensación es que había unos super hombres tocando encima de un diminuto escenario.
Todo eso pasó a segundo plano y es que, el show que nos ofrecieron los teutones fue de un gran calibre. Rowan Middelwijk comenzó a soltar las primeras notas con su bajo y «Opstand der Bataven» abrió el concierto a ritmo galopante. Un comienzo potente y una sensación que se queda en el cuerpo cuando escucha este tipo de canciones, que bien podrían ser perfectamente parte de la BSO de Juego de Tronos. Me estuve imaginando drante toda la noche historias que acompañaran a estas canciones. Así que si tuviera que elegir una película, no tendría duda de que sería Excalibur, y es que hasta una espada me pareció ver por allí, aunque empiezo a dudar si fue real o fue mi imaginación la que estaba jugando conmigo.
Las canciones iban cayendo «De Toekomst Lonkt», «Urth» o «Drankgelag» con un sonido bastante logrado y perfectamente ejecutado por Joost Westdjik (Baterista) y Kevin Vruchtbaert (guitarrista). «Vinland» llegó a mitad del show y uno de los pocos temas de la banda en inglés para goce y disfrute del respetable. Un tema redondo, duro y con un aire a metal moderno (en lo musical) que el público acompañó a Lars hasta el final cantando con él el estribillo una y otra vez. Le siguió «Velua» uno de esos temas que ofrece dos versiones de Heidevolk, una más lenta y pesada y otra más mucho más cercana al black metal. Para el final nos dejaron auténticos trallazos que ejecutaron con la misma perfección que caracteriza su directo. «Herboren in Vlammen», «Een Met de Storm» y por supuesto, acabaron con «Vulgaris Magistralis», una de esas canciones que una vez entran en tu cabeza es muy difícil sacarla. La sala Marco Aldany enloqueció al mas puro «spartan style». Ese «Ahuuuuuu» «Ahuuuuuu» «Ahuuuuuu» nos convertía a todos en leales guerreros a las órdenes de Lars «Leonidas» Vogel. Tras el último latigazo el show acabó y la sensación que tuve fue muy positiva. Las caras de la gente hablaban por si solas, y sin dura Heidevolk fueron los grandes triunfadores de la noche.
Llegó el plato fuerte del día y para mi asombro en la sala se notaba menos gente que en el concierto de Heidevolk. Poco a poco la sala se fue llenando de nuevo pero mi sensación es que nunca se acercó a los parámetros del show anterior.
Equilibrium saltan a escena con una puesta en escena algo más currada que las anteriores bandas. Un gran arbol seco adornaba el escenario junto con una gran pantalla en la que la portada de su último disco esuvo presente durante todo el show. La guitarra de René Berthiaume comenzó a soltar unos acordes limpios al más puro estilo Deftones (¡Sí, no me estoy equivocando!) y «Katharsis» abrió el concierto con un sonido bastante mas enmarañado y sucio. Robert «Robse» Dahn es un frontman con muchas tablas y se nota. Dirigía al público, bailaba sin cesar y se movía como pez en el agua por todo el escenario. Poco a poco las guitarras empezaon a sonar un poco más claras, más potentes, pero a pesar de ello nunca llegaron emocionarme. No sé si era la EQ de los amplificadores o bien que el técnico de sonido no estuvo fino, pero lo cierto es que durante la hora y media que duró aproximadamente el espectáculo nunca disfruté de un sonido claro y definido.
Los temas iban cayendo uno detrás de otro… «Waldschrein», «Heimat» sonaron correctos aunque no puedo elevar el nivel de la correción. Los alemanes fueron allí a dar su bolo y salieron con más gloria que pena. Hubo momentos muy potentes, eso es cierto, y es que pepinazos del calibre de «Prey» o «Born to be Epic» no dejan indiferente a nadie, pero no dejaban de ser pequeñas pinceladas en un óleo demasiado grande. Quizá el sonido no ayudó para que la cosa mejorara, y términos generales el concierto no me pareció nada del otro mundo, ni por ejecucción ni por energía.
«Uns’rer Floten Klang», «Himmersland o «Unbesiegt» tampoco lograron cambiarme el chip. Es lógico que alguien que va a ver a una de sus bandas favoritas salga contento pase lo que pase. Es un motivo más que suficiente para disfrutar y pasarlo bien. y eso fue lo que le pasaría a más de uno el sábado en la Sala Marco Aldany con Equilibrium.
Las luces se apagaron y tras dos minutos de espera los chicos de Munich salieron a hacer el habitual bis que abrieron con «Rise Again» uno de esos temazos que pusieron de acuerdo a todo el mundo allí reunido. Perfecta ejecución. Le siguieron «Freiflug», «Der Sturm» y «Heimwärts». Para cerrar la noche Equilibrium eligieron «Eternal Destination» tema que me convenció y me dejó un mejor sabor de boca sin lugar a dudas.
En fin, para mi la noche tuvo un claro ganador, y sin duda que fueron Heidevolk. El telón se cerró y el Armageddon Tour 2016 sigue su curso. Hasta la próxima.
- Si fuera una película: Excalibur
- Si fuera un color: Marrón
- Si fuera un olor: A madera quemada
Ángel Garrido
Promotor:Madness Live Productions
Día:2016-10-10
Hora:18:30
Sala:Marco Aldany
Ciudad:Madrid
Puntuación:8
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