DORO + SONATA ARCTICA

A estas alturas de la temporada de conciertos, uno no se espera un lleno absoluto
en un concierto de una artista que, a solas, no convoca a más de 300 personas
en Barcelona y que viene acompañada por un grupo al cual le han colgado el
sambenito de “poco serios” tras una súbita cancelación en su anterior gira.
Es sorpresivo porque, por mucho que el público heavy tildara a Sonata Arctica
con todo tipo de adjetivos tras su cancelación en Madrid en la gira con NIGHTWISH,
ahora todo el mundo acude en masa a sus conciertos. Ah, la doble moral, que
bonita. Primero los pones a parir y luego vas a sus conciertos.

Evidentemente, SONATA ARCTICA no tienen nada que ver en todo esto. Ellos simplemente
cancelaron un show porque era imposible hacerlo y fueron los fans los que,
con su típica postura de ‘me creo cualquier cosa que me digan como motivo de
cancelación’, dieron por valido el rumor de que Tony Kakko estaba borracho.
Posteriormente, el grupo fue tomado a cachondeo por muchos de sus “fans” y
hasta renombrados como ESTAFA ARCTICA. Al menos, por suerte para la banda,
los fans recobraron el sentido común y agotaron las entradas para su show en
Barcelona. Pero no me digan ustedes que no es una fantástica oportunidad para
mencionar aquello de “nunca digas ‘de esta agua no beberé’”?

Tras buscarme los insultos de unos cuantos a lo largo de los últimos dos parrafos,
creo que es meritorio comentar la actitud de algunos en éste show. Habiéndose
quedado decenas de personas en la calle sin entrada para ver a su querida DORO,
los fans de SONATA ARCTICA decidieron en muchos casos marcharse tras el concierto
de “su banda”. El resultado fue una sala con espacio para 1000 personas ocupada
en un 80% tras el show de los fineses, y un montón de gente en la calle cabreada
porque no había manera de ver a DORO, mientras aquellos que tenían la oportunidad,
la desaprovechaban. Un mundo curioso éste.

Se trataba de un día extremadamente caótico en Barcelona. La celebración de
un show aéreo en las playas de la ciudad condal provocó un colapso histórico
en cualquier arteria de trafico, tales como la Gran Via, la Ronda Litoral o
la Ronda de Dalt. Mucha gente llegó justita al show, incluídos los propios
SONATA ARCTICA.

Como ya nos comentaron tras el show en una entrevista exclusiva, para más
inri su autocar se había roto de camino a Barcelona. Como guinda al pastel,
el problemático tráfico de entrada a la ciudad retrasó hasta el extremo su
llegada a la sala. Mientras ALTARIA terminaban su actuación, SONATA ARCTICA
entraban al recinto y sus tecnicos descargaban a toda prisa el material necesario
para su directo. Con un poco de suerte, los finlandeses pudieron empezar su
show sobre la hora prevista, cuarto de ora arriba, cuarto de hora abajo. Sobre
las 20:00, Tony Kakko y los suyos tomaron el escenario de la sala Razzmatazz
2 para interpretar un concierto de una hora justa que dejó con ganas de más
a muchos, especialmente a aquello que habían pagado la entrada solo por ellos.

Con “Misplaced” y “Blinded No More”, los ARCTICA intentaron situarte en el
escenario tras un día muy tenso que casi les obliga a cancelar el show catalán.
Henrik Klingenberg intentaba encontrar el sonido adecuado para su teclado en
medio de la maraña sónica inicial, mientras que Tony Kakko miraba a los técnicos
con cara de desespero ante algunos problemas técnicos que plagaron el inicil
del show. Pero las cosas se arreglaron rapidamente y el concierto siguió su
curso, con buenas versiones de “Full Moon”, “Victoria’s Secret”, “San Sebastian” o “Don’t
Say a Word”. Con Jani Liimatainen especialmente acertado con trabajo en la
guitarra y especialmente cubierto por Henrik, SONATA ARCTICA finalizaron el
show con “The Cage”, probablemente uno de sus temas más populares. El inevitable “Vodka
Song” dio el carpetazo final a una actuación que podría haber sido horrible
o que, incluso, podría no haber sido. Sin embargo, los tan criticados SONATA
ARCTICA demostraron ser verdaderos profesionales y completaron sesenta minutos
de intensa actuación que todo el mundo disfrutó sobradamente.

Llegaba el turno de la metal queen por excelencia, DORO PESCH. La trayectoría
de ésta mujer al frente de WARLOCK y de su carrera en solitario ya está ampliamente
documentada como para que alguien se atreva a dudar de su calidad como artista.
No sería hoy el caso, pues el público demostró estar a matar y a morir con
ella. Si con SONATA ARCTICA los más jovenzuelos se habían dejado los pulmones
cantando “Full Moon”, ahora llegaba el turno de que otros se desgañitaran con “Hellbound”, “Earthshaker
Rock” o “Burning The Witches”.

Flanqueada por su siempre efectiva banda, que incluye a Joe Taylor Nick Douglas,
Oliver Palotai y Johnny Dee, DORO salió a matar, sin parar quieta, aunque un
poco más cansada que en pasadas actuaciones. Es palpable que la reciente operación
de la vocalista aún no le ha dejado remontar por completo, pero quien no la
haya visto nunca antes en directo no se debería haber percatado de que, en
lugar de estar al 100%, sólo estaba al 95%.

El concierto tuvo un buen surtido de clásicos ejecutados a la perfección.
Desde el inicial “Earthshaker Rock”, seguido de “I Rule The Ruins”, hasta el
final con “All We Are”, DORO desempolvó sus clásicos más valiosos, aunque sabiamente
entremezclados con otras novedades. Del sus últimas entregas ofreció la sentimental “You’re
my Family”, “Above The Ashes”, “Haunted Heart”, “Fight” y “Strangers Yesterday”.
Sorprende que no decidiera incluír la hímnica “Burn It Up”, aunque si hizo
la clásica versión del “Breaking The Law” de JUDAS PRIEST a medio concierto.
Hubo tiempo para un solo de batería y otra ronda de clásicos entre los que
estuvieron “Für Immer”, “Hellbound”, “Burning The Witches” y “True As Steel”.

Así fue DORO. Verdadera como el acero, el acero con el que se fabricó su irrompible
alma de metalera. Más de veinte años después, la de Dusseldörf sigue haciendo
gala de un innegable poder escénico y de una más que envidiable categoría vocal.
Para que luego digan que a las mujeres no saben rockear. Anda ya!