Dirkschneider vuelve a Barcelona con los temas menos conocidos de Accept

Que a sus 65 años de edad, el señor Udo Dirkschneider plantee algo como este relativamente nuevo proyecto DIRKSCHNEIDER supone una clara muestra de esperanza y una voluntad firme por proseguir con su carrera por bastantes años más en contra de lo que la naturaleza predice y dicta para alguien de su edad. Udo apenas estuvo 10 años en la primera etapa de ACCEPT (a diferencia de los 30 que lleva capitaneando su propia banda UDO) por lo que es fácil de entender que esté un poco hasta la chirigota de tener que interpretar una y otra vez medio set de su banda madre mientras sigue lanzando discos y más discos con su propio grupo. Por ello decidió hace un par o 3 de años crear DIRKSCHNEIDER y bajo el lema de “Back to the Roots” llevar adelante un par de giras donde se centrara en tocar todo el material de ACCEPT, tanto los clásicos como el material menos conocido, y cerrar así un capítulo de su vida por siempre jamás para centrarse en UDO exclusivamente. De este modo, hace un año y medio arrancó su primera gira centrada en los viejos temas de ACCEPT de la primera mitad de los 80 (De “Metal Heart” para abajo) incluyendo muchos cortes que nunca antes le habíamos visto tocar. En esta segunda ocasión, sin embargo, el grueso de temas lo aportaban “Russian Roulette”, “Objection Overruled”, “Death Row” y “Predator”, discos de menor entidad aunque no por ello inferiores cualitativamente hablando. Lejos de lo que cabría esperar, la sala Razzmatazz 2 presentaba una muy buena entrada, imagino yo, en parte debido al hecho de que la inmensa mayoría de gente no era consciente de la naturaleza de esta gira y por ende lo más probable es que no conociese el gran grueso del setlist, que efectivamente es lo que sucedió.

Acompañando al señor Dirkschneider y abriendo para él figuraban los británicos RAVEN, una banda muy poco vista por aquí y que por fin se dignaba a volver de gira a este país por primera vez desde principios de los 90 cuando vinieron teloneando a RUNNING WILD. Si bien es cierto que han actuado en algunos festivales hispanos en la última década, exceptuando el Leyendas del Rock del año pasado ninguno de ellos era de suficiente envergadura para considerarse relevante. Servidor pudo verlos en Madrid en el año 2006 en el marco de aquel un tanto desastroso Rockzinante Excalibur Metal Fest en el que la banda debía tocar al mediodía y acabó haciéndolo a las 3 de la mañana durante apenas un cuarto de hora y con la policía y las autoridades de la ciudad cortando bruscamente su actuación montándose una buena tangana. Por todo ello, las ganas de ver a los de Newcastle eran considerables y de hecho la reacción del público fue mayor de lo que yo esperaba. Eso sí, arrancaron hasta donde sé con menos de 100 personas delante y para cuando servidor llegó (imagino que tercer o cuarto tema, maldito tráfico maldita lluvia) la cifra no era muy superior. Por fortuna para ellos, la gente fue llenando la sala y al final registraba medio aforo que no está nada mal para un grupo relativamente pequeño como RAVEN.

El sonido les acompañaba y era justo aquí en Barcelona donde arrancaban gira por lo que las ganas con las que los hermanos Gallagher salieron a escena eran superlativas. Pese a tener una carrera bastante irregular, es innegable que los 40 años de actividad discográfica y en directo se notan, vamos que si se notan. RAVEN literalmente dieron un bolazo, arrasaron con todo y mostraron formas propias de banda gigante, con una presencia escénica descomunal y un saber hacer apabullante ganándose a la audiencia en todo momento. John Gallagher, a sus 60 años, no paraba quieto mostrando un estado vocal buenísimo mientras que su hermano Mark hacia lo propio importándole un carajo si estaba tocando delante de 300 personas o 30.000. Con un sonido cristalino y potente rara vez visto en una banda telonera, RAVEN tiraron de galones en forma de clásicos que mayormente conformaron su setlist, temas sobre todo de sus 4 primeros discos que son sin duda los más populares. Para cuando entré en la sala, los británicos justo presentaban “Hang, Drawn & Quartered” seguida de “Rock Until you Drop” y un solazo de Mark Gallagher que dejó evidencia de lo gran guitarrista que es. Prosiguieron RAVEN con la nueva “Battle March/Tank Treads (The Blood Runs Red) de su reciente nuevo trabajo “Extermination” y una tanda de clásicos más que incluía probablemente sus temas más populares como “Faster than the Speed of Light”, “On and On” y “Break the Chain” (Con un amago del “Rock Bottom” de UFO y sin Udo de invitado, detalle que habría sido curioso a sabiendas de la colaboración entre ambas partes -RAVEN y Udo- cuando en 1983 el pequeño teutón y Michael Wagener produjeron el clásico de los británicos “All For One” que incluía dicho tema y para el que se grabó una versión con voces del propio Udo). Cerraron RAVEN su actuación por todo lo alto de la mano de “Crash Bang Wallop” dejando un muy buen sabor de boca y saciando a toda esa gente que no había tenido ocasión de verles nunca sobre un escenario.

De la mano de su inseparable escudero Fitty Wienhold, Udo salió a escena con una formación cuanto menos curiosa que incluía a su hijo Sven a la batería (con apenas 23 años, ¡Como aporrea la batería el pequeño Dirkschneider!) y a dos guitarras relativamente jóvenes que si no recuerdo mal ya le acompañaron en aquella primera gira “Back to the Roots” de hace año y medio, el ruso Andrey Smirnov y el brasileño (aunque afincado en USA) Bill Hudson, ambos unos portentos de las 6 cuerdas aunque desconocidos para el gran público. Con un sonidazo atronador, mejor incluso diría que el de RAVEN, Udo y su banda salían a escena a ritmo de “The Beast Inside” (previa intro del célebre “Fire” de Arthur Brown). Sin tregua alguna, la banda ataca “Aiming High” del “Russian Roulette” y dos cañonazos de la etapa noventera de ACCEPT como son “Bulletproof” y “Slaves to Metal”. Volvemos a 1986 de la mano de “Another Second to Be” y de nuevo saltamos una década adelante para colisionar de bruces con “Protectors of Terror”. Llegados a “Fight it Back” de su célebre “Balls to the Wall”, la gente empieza a animarse denotando que no tenían muy por la mano nada o prácticamente nada de lo que había sonado hasta el momento. Llegados a mitad de su set, DIRKSCHNEIDER aflojaron un poco las revoluciones para interpretar un par de baladas atípicas en los repertorios de UDO/ACCEPT como son “Can’t Stand the Night” y “Amamos la Vida”, ambas interpretadas con una majestuosidad sobrecogedora dejando patente la mala fortuna que quiso que pasaran casi inadvertidas para el gran público. Su show retoma su cauce de distorsión habitual y prosigue con “Stone Evil”, “Hard Attack” y “Love Child” que esta vez sí puso a toda la sala patas arriba. Acercándonos al tramo final de su actuación, la banda de Udo tira de dos temazos que también merecieron mayor fortuna como la potentísima “Objection Overrruled” y “Russian Roulette” que cerraron su concierto antes de los bises.

Llegados a este punto, todo el mundo sabía perfectamente lo que iba a suceder que no era otra cosa que el famoso tándem de temas que vienen cerrando cualquier actuación de UDO/ACCEPT desde la prehistoria, léase “Princess of the Dawn”, “Metal Heart”, “Fast as a Shark” y “Balls to the Wall”. La gente se volvió literalmente loca, imagino desatando la euforia contenida durante casi todo el bolo donde apenas pudieron corear nada que conociesen. Servidor y tantos otros que hemos tenido la fortuna de ver tanto a UDO como a ACCEPT en infinidad de ocasiones fuimos más escépticos y menos entusiastas ante lo previsible de lo que estaba por venir. Es innegable que son grandes temas y clásicos por derecho de la historia del Metal, pero cuando has visto 20 o 30 veces la misma tanda de canciones, en el mismo orden, con los mismos guiños, momentos coreables e interminables solos de entre medias, acaba perdiendo todo tipo de gracia, las cosas como son.

Pese a lo anacrónico y predecible del tramo final, todo ello no quita el valor que posee plantear un set como éste en su mayoría compuesto de temas desconocidos para el gran público y salir airoso y triunfador por todo lo alto. Es tal el catálogo de clásicos de ACCEPT que esperamos que en el futuro haya un “Back to the Roots” parte III con los muchos temas que quedaron fuera en ambas previas ocasiones. Y si tal como parece Udo decide cerrar el capítulo ACCEPT para centrarse en su carrera en solitario de ahora en adelante, bienvenido sea también, clásicos no le faltan (muchísimos de ellos también nunca ejecutados en directo) y por lo menos podremos verle por fin cerrando sus actuaciones con temas diferentes y menos trillados.