Dirkschneider: demasiado poco clásico para Murcia

El ex-vocalista de Accept repasa los clásicos menores de su antigua banda en Murcia ante una reacción desigual del público.

A todos nos gusta vivir de rentas, sabes que el trabajo está bien hecho y a la gente le gusta. El germano Udo Dirkschneider lo sabe y se dedica a pasear los grandes éxitos que firmó con Accept entre mediados de los ochenta y finales de los noventa, repasado temas de álbumes como «Balls to the Wall»,»Breaker» o Death Row» entre otros, intentando no copiar el setlist de la pasada gira.

Para comenzar la noche de sonidos clásicos del heavy metal, les acompañan los veteranos Raven y su sonido británico de NWOBHM, ante una sala Gamma de Murcia aún medio llena. A lo largo de la hora que tuvieron para demostrar su entrega, destilaron simpatía y buen sonido tocando temas tanto de su último trabajo «Extermination» como clásicos como «All for One», «Hell Patrol», «Break the Chain» y «On and On» donde la gente cantaba el pegadizo estribillo mientras levantan el puño. Hubo algún guiño a temas de UFO y Black Sabbath cerrando el concierto con «Crash Bang Wallop». Todo un lujo tener a los «cuervos» como escuderos del pequeño gran Udo.

Raven (Foto: Jesús Martinez Benavent)

Ataviados con ropa militar a riesgo de mimetizarse con el escenario, Dirkschneider se nutre de unos jóvenes músicos como Bill Hudson y Andrey Smirnov a las guitarras y de su propio hijo Sven a las baquetas. Tras una densa nube de humo y luz verde, se pueden ver a los «militares» del grupo iniciando «The Beast Inside» hasta que aparece el pequeño rubio (ya canoso) y su característica voz de motosierra. El tema para iniciar, pienso que no es el más apropiado para dar el pistoletazo de salida, pero enseguida caen cortes más potente como «Aiming High», «Bulletproof» y «Slaves To Metal» animando al respetable que ya ocupa casi la totalidad de la sala.

Udo Dirkschneider (Foto: Jesús Martínez Benavent)

El arreón de arranque se ve un poco ensombrecido con el tramo central del concierto y es que la elección de canciones entre tanto clásico y tratar de evitar hacer el show de siempre, no contenta a todos. Así con los medios tiempos como «Can’t stand the Night», «Amamos la vida», pasamos el ecuador de la actuación decayendo la intensidad del directo. Con la dureza de riff pesado de «Stone Evil» levantan al público algo adormecido y una muleta con un litro en la parte superior y elevada al cielo, se pasea por las primeras filas repartiendo el preciado líquido amarillo.

Udo Dirkschneider (Foto: Jesús Martínez Benavent)

La gente corea una y otra vez el nombre del cantante, que nos presenta la roquera «Hard Attack». El sonido de la noche es bueno, la entrega ejemplar y con la festiva «Love Child» se meten a los asistentes en el bolsillo. Suena «Objection Overruled» muy bien ejecutado que nos conduce a un duelo de guitarra que se marcan los dos hachas, haciendo gritar a muchos, le sigue «X-T-C» y «Russian Roulette» en donde Udo presenta su micrófono para que cantemos su estribillo. Tras un breve descanso, vuelven a salir para la traca final interpretando » Princess of the Dawn» que hace enloquecer literalmente a sus seguidores. Un «Metal Heart» con un interludio para lucirse de nuevo el guitarra solista, sirve de antesala a las dos últimas balas por disparar. La rápida «Fast as a Shark» que suena un poco alta y saturada, y el mítico «Balls To The Wall», dejandonos unas dos horas justas de maquinaria alemana y una agradable sonrisilla en la cara.