Segunda vueltecita que se pega el señor Ronnie James Dio por nuestro país en
menos de un año, y esta vez para presentar su último disco en directo grabado
en su Nueva York natal “Evil or Divine”, un lanzamiento, que dicho sea de paso,
ha pasado un poco desapercibido, tanto lanzamientos de recopilatorios y discos
en vivo nos descoloca; pero lo que está claro es que este reputado vocalista
puede presentarse en un escenario con la cabeza bien alta, por su historia,
por sus clásicos, y por una formación de lujo que acarrea experiencia de altas
cotas. Antes de presenciarme en la Industrial Copera tenía un sabor agridulce,
no por ver otra actuación de DIO que me haría vibrar con toda seguridad, ya
que mis experiencias con la banda de este señor han sido una especie de bálsamo
reconfortante personal, sino porque pensar que en otras ciudades de nuestro
país (Valencia, Madrid y Barcelona para ser más exactos), el otrora vocalista
de BLACK SABBATH, RAINBOW y ELF compartiría escenario con la formación clásica
del “Among The Living” de los norteamericanos ANTHRAX, me hacía sentir un mal
sabor por dentro. Que sí. Vale. Esta reencarnación es fruto y tiene como causa,
llenar bolsillos a costa de la nostalgia, y el “feo” que le están haciendo a
una gran vocalista como John Bush no es pequeño, pero escuchar a Belladona cantar
“Caught In A Mosh”, o “Indians, por decir algo, y después, o viceversa, ver
entonar a DIO “The Last In Line”, por poner un ejemplo, es una sensación más
que satisfactoria, teniendo en cuenta que era posible y de hecho se hará realidad
en las tres ciudades anteriormente citadas. ¿Me entendéis?

Pero no nos desviemos del tema, que sirva esta crónica como avance de lo que
hizo DIO en Granada antes de realizar este recorrido por suelo español, con
o sin ANTHRAX. Llegué a la sala prácticamente con las primeras notas de “Killing
The Dragon”, y con el cuarteto instrumental formado por nada más y nada menos
que Scott Warren, Simon Wright, Craig Goldy y Rudy Sarzo, así que a correr hacia
el foso de fotógrafo, y a los pocos segundos tenía al señor Ronnie en el mismo
sitio pegado (casi me pisa la cabeza en su salto) a mí cantándole a las primeras
filas, y haciendo galimatías con su rostro. Una salida efusiva que provocó que
el público al unísono gritara el nombre de DIO haciendo retumbar toda la sala
como si del doble de personas existiera en su interior. Siguieron con “Egypt
(The Chains Are On)” metiendo en su parte final un fragmento de “Children Of
The Sea”, que terminó por volver loco a la concurrencia con tan solo dos canciones
interpretadas. Pero ahí no acabó la traca, con “Stand Up And Shout” los ánimos
seguían creciendo al mismo tiempo que empezábamos a darnos cuentas que Dio,
a su edad, se sigue manteniendo en forma y con muchas cualidades vocales a explotar
en años venideros.

El grupo se retiró y dejó paso al solo de batería de Simon Wright. El que fuera
miembro de AC/DC (hace cosa de 200 años o por ahí), hizo un solo corto, efectivo
y buscando en todo momento la participación del público. En su tramo final introdujo
el “Overture 1812” dando de esa forma pleitesía al fallecido Cozy Powell. Seguidamente
empezó a sonar una intro con sonidos de truenos y todo el mundo presagiaba que
una de las grandes canciones de la carrera en solitario de DIO iba a empezar
a sonar: “Holy Diver” volvió a subir el ritmo del concierto, continuando con
“Sunset Superman”, recuperada y un tanto inhabitual en los set list de la banda,
de su disco “Dream Evil”.

Tras unas quejas de Dio al personal de luces (y ya iban unas cuantas) por el
mal uso de unos tubos de luz, y créanme si les digo que una mala mirada del
neoyorquino impone, presentaba otro tema de grandes magnitudes de su carrera,
“Don’t Talk To Strangers”, y como iba ocurriendo a lo largo del show, el público
no paraba de disfrutar, más aún si a continuación reaviva su época RAINBOW con
“Man On The Silver Mountain”, donde por primera y única vez hubo unos fallos
de sonido que provenía de la guitarra de Craig Goldy (otra mirada asesina de
Dio), que por cierto, cumple perfectamente con su papel y con unas interpretaciones
asombrosas (aunque personalmente me gusta más el carisma de Doug Aldrich). Fue
éste el que a continuación tomo el total protagonismo en el escenario al iniciar
un solo cargado de virtuosismo que logró hacerlo ameno combinándolo con partes
lentas y sensibles, y terminando al más puro jam session con todos sus compañeros
de banda, empalmando, y sin descanso alguno, con los primeros redobles de Wright
que ponía inicio a una esperada “Long Live Rock And Roll”. Como os podéis imaginar
aquello se convirtió en delirio colectivo, tanto por parte de los asistentes
como por la banda. Destacaría la labor del bajista Rudy Sarzo, es alucinante
el dinamismo en escena y la forma de manejar su instrumento, y es que tantos
años de experiencia junto a grandes bandas como QUIET RIOT, WHITESNAKE o al
lado de YNGWIE MALMSTEEN, se nota en la seguridad con la que se desenvuelve
encima del escenario.

“Shivers” sonó a continuación, único tema de su reciente “Master Of The Moon”,
que aunque relajó los ánimos, se acogió de buenas ganas. Pero si lo comparamos
con “Gates Of Babylon” que sonó seguidamente, fue pura anécdota, y es que DIO
no quiere vivir de las rentas, y así lo da a entender introduciendo en su listado
temas recientes, pero que nadie se lleve engaños, el 90 % de las personas que
van a sus conciertos es para disfrutar de su clásicos, ya sean propios, y de
su estancia en BLACK SABBATH y RAINBOW. Y hablando de su estancia junto a Tony
Iommi, la siguiente interpretación en caer fue un medley compuesto principalmente
por “Heaven And Hell”, y unos fragmentos de “Sign Of The Southern Cross” y “Mob
Rules”, terminando de nuevo con “Heaven And Hell”. Personalmente fue una de
las mejores interpretaciones de la noche, consiguieron crear esa atmósfera de
BLACK SABBATH, una aureola que abrazaba a todos los asistentes, y que dejó a
más de uno, entre los que me incluyo, anonadado. En dicha interpretación, se
jugó un poco con unas luces rojas que cubrían a Ronnie, mientras el escenario
permanecía en penumbras. Si os digo la verdad, fue el único juego de luces utilizado
a conciencia, ya que durante todo el concierto eran luces y focos simples, y
sin adornos en el escenario, es más, sin un telón de fondo.

Pero DIO no necesita cachivaches, con sus canciones es más que suficiente,
y solo hay que ver lo que nos preparó en la recta final, que como cabe esperar
se inició una retahíla de clásicos: “Rainbow In The Dark” puso a todo el público
a botar enloquecido, “The Last In The Line”, en la que el pequeño gran hombre
se permitió un par de vaciladas vocales, fue el primer bis antes los gritos
eufóricos de los asistentes; una frenética “We Rock” supuso el segundo bis;
y ya para dar por definitivo culminado el concierto, en un tercer bis, otro
regalito SABBATH, “Neon Knights”.

No creo que en toda la sala nadie saliera insatisfecho, muestra de ello los
ánimos y el calor que todo el grupo recibió del público que no paraba de gritar
“Dio, Dio, Dio…”, o el típico “oé, oéoéoé…”, con el que los 5 componentes, en
especial el teclista Scott Warren, parecían disfrutar de lo lindo y les arrancaba
las sonrisas. Un concierto a recordar, y es que todo fue sobre ruedas, un set
list bien elegido y compensado (al menos para mi gusto), dos horas prácticamente
de concierto con un buen sonido, una banda que con solo decir sus nombres nos
podemos hacer una idea de la calidad y experiencia que atesoran, y un vocalista
al que parece no hacerle daño los años.

No os lo perdáis.

Texto y Fotos: Satur Romero

Datos:Industrial Copera
Granada
Promotor: BR Music
Publico: 600 personas

Día:14/06/2005

Puntuación:9