La segunda jornada prometía mantener el alto nivel artístico del viernes, con grupos emblemáticos del género y de este festival en concreto, pero realmente superó todas las expectativas a nivel emocional. Así, desde la apertura de puertas, el Poble Espanyol se fue llenando más rápidamente que el dia anterior, porque el público no quería perderse ninguna de las propuestas del día.

La segunda jornada prometía mantener el alto nivel artístico del viernes, con grupos emblemáticos del género y de este festival en concreto, pero realmente superó todas las expectativas a nivel emocional. Así, desde la apertura de puertas, el Poble Espanyol se fue llenando más rápidamente que el dia anterior, porque el público no quería perderse ninguna de las propuestas del día y también debido al tirón de Ian Anderson y su banda que parece incremento la afluencia de público.

Jardin de la Croix fueron la única banda nacional del cartel y con su propuesta Post-Rock instrumental, el cuarteto de Madrid presentó su tercer trabajo “Circadia”. Gustó a sus seguidores y convenció a la concurrencia local y foránea. Siempre es agradable ver como se valoran cosas propias fuera de casa.

El segundo artista en subir al escenario era el apreciado Devin Townsend, que a pesar de sus recientes últimas visitas, nos presentaba un set completamente distinto, factor que añade el punto de curiosidad necesario para hacer atractivo volver a verle en directo en tan poco tiempo, a la vez de plantearse interesante para los que todavía no lo conocen. Para esta ocasión, el canadiense, nos preparó el repaso de su primer trabajo como Devin Townsend Project: “Ocean Machine: Biomech” con motivo de su 20 aniversario. La anécdota del día se fraguó a partir del pinchazo técnico que impidió empezar el show hasta 15 minutos después de la hora prevista. Devin capeó con simpatía y buen humor el largo periodo de espera demostrando su talento y calidad como artista y persona, más aun cuando la banda apenas había dormido, viniendo de su show de Finlandia donde tocaron un set completamente distinto. El público quedó tan satifecho con los 15 minutos de monólogo como con el resto del show, donde nos hizo recordar el orígen del éxito de su brillante proyecto con temas como ‘Seventh Wave’ con el que abrió, ‘3 A.M’, ‘Bastard’ o  ‘Sister’ dieron los mejores momentos. El ejercicio vocal de ‘The Death of Music’ encumbro la actuación, que acabó con ‘Thing Beyond This’. Un show acortado pero con sonido y ejercicio perfectos que dejó al público con ganas de más y en un estado anímico positivo para encarar la recta final del evento.

Anathema se ha convertido en la banda representativa del Be Prog! My Friend. Su lider Vincent Cavanagh es considerado el embajador del festival, viniendo a suplir la cancelación de una banda o a presentar la actual edición en concierto acústico sin esperar retribución. La banda se desenvuelve cómoda en esta plaza que los recibe con los brazos abiertos, así en una tesitura inmejorable arrancan con las dos partes de ‘Untochable’ que ya es su forma particular de alzar el vuelo. Con ‘Leaving it behind’, ‘Endless Ways’ y ‘The Optimist’ presentaron su último trabajo, temas que siguen la estela de los últimos éxitos del grupo, peor que todavía no han cuajado entre la audiencia. Mucho mejor acogida tuvieron los ya clásicos ‘Thin Air’, ‘Dreaming Light’o ‘Universal’ del album de 2010 ‘We’re here because We’re here’ o su éxito ‘Closer’”.

La voz de Lee Douglas, que en sus origenes empezó como apoyo y coros en temas puntuales, se ha convertido en una pieza clave en las composiciones del grupo y ya forma parte del estilo actual de la banda. Acabaron con “Springfield”, primera entrega de ‘The Optimist’ y ‘A Natural Disaster’ y ‘Distant Satelites’, que dan nombre a sus respectivos álbumes. Fue un buen concierto aunque, quizás debido a que los momentos emotivos se han convertido en estándar de la formación, no sorprendieron. Esperamos disfrutar del carisma y empatía de Vincent y los suyos en su próxima visita en sala, los días 12 y 13 de octubre en Madrid y Barcelona.

Jethro Tull fue el nombre que atrajo más gente a visitar el Poble Espanyol por primera vez y disfrutar del eclecticismo del festival. Ian Anderson ha decidido rescatar los temas emblemáticos de su banda acompañado de músicos solventes con los que se suele rodear desde principios del 2000. Pero lo atractivo del show es la posibilidad de disfrutar de temas que forman parte de la historia del Rock de uno de los grupos más carismáticos con estilo propio. Con 70 años, el flautista se conserva activo, alegre y enérgico sobre el escenario, reproduce las poses que lo caracterizaron en su época hasta la saciedad y da sobradas muestras de sentido del humor sobre su dilatada carrera. No lo acompaña la voz que obviamente ha reducido sus registros. No obstante planteó un show donde él era el foco de atención y descartó relevar su papel en otro cantante más capaz, como bien hizo en anteriores giras, como el ‘Thin As a Brick’, pero el público quería disfrutar de la nostalgia y el “pequeño” detalle de la voz no importó.

Como una declaración de principios, arrancan con ‘Living in the Past’ y repasan los grandes éxitos de la banda: ‘Nothing Is Easy’, ‘Heavy Horses’ y la coreada ‘Thick as a Brick’. Con un sonido perfecto, estabamos presenciando un concierto histórico, tanto en cuanto a repertorio como a posibilidad de repetir la coyuntura. La instrumental ‘Bourée’ sonó más clásica que nunca dando paso a ‘Farm on the Freeway’ y a la folkie ‘Songs From The Wood’ que nos volvió a entregar a otra pieza de corte clásico, esta vez medieval, instrumentada al estilo Tuliano como ‘Pastime With Good Company’. Las canciones de corte más progresivo ‘Sweet Dream’, ‘A New Day Yesterday’ o ‘My God’ fueron intercaladas por las instrumentales ‘Dharma for One’ y la ‘Toccata and Fugue in D Minor’ para lucimiento del resto de los miembros de la banda. Para el final se reservaba ‘Aqualung’ y ‘Locomotive Breath’ dejarnos saciados y con la sensación global fue la de haber visto en directo una parte fundamental de la historia del rock. Una actuación de Manual interpretada a la perfección.

De manual también se está convirtiendo la desbanda después del cabeza de cartel, antes del grupo encargado de cerrar el día, pero el grueso del público, conocedores de la energética propuesta de Leprous aguardarón para disfrutar lo que sería una clausura por todo lo alto. El repertorio basado en peticiones de los seguidores quedó así: ‘The Valley’, ‘Forced Entry’, ’Restless’ ‘The Cloak’  ‘MB. Indifferentia’ tocada por primera vez desde 2013, ‘The Flood’, ‘From the Flame’ tema de presentación de su próximo disco (seguramente añadido por decision del grupo), ‘Rewind’, ‘Echo’,  ‘Passing’ y ‘Contaminate Me’. La palabra que define el espectáculo es “Intensidad”. La versatilidad vocal  de Einar Solberg es sorprendente y, al enterarnos de que habia estado haciendo los teclados en la actuación de Emperor en el recito del Rock Fest apenas unas horas antes, esperabamos que su cuñado Ishan volviera el favor en los guturales de temas como ‘Contaminate Me’ en los que el frontman sufre un poco. Pasadas las 2:00 am y ya encendiendo las luces del recinto, vuelve a aparecer para regalar al público entusiasmado el bis final con ‘Slave’. Si todavía no los haveis visto en directo acaban de anunciar el paso por  Madrid el 9 de nov. y Barcelona el 10 de nov.

Los asiduos del festival nos retirabamos con la sensación de haber subido un escalón más en cuanto a planteamiento de un festival que va mejorando año a año, sorprendiendo y agradando a todos. Agotados pero con ganas de más música, emocionante y sorprendente, empezamos las cábalas sobre el cartel del 2018, esperando que no coincida con ningún otro evento que pueda limitar la repercusión y asistencia de este.

Be Prog! My Friends.

Texto y fotos: Josep M. Llovera / Imago Mei

Promotor:Madness Live Productions

Día:2017-07-01

Hora:19:30

Sala:Poble Espanyol

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9