DESTRUCTION + REDIMONI

Por primera vez en toda su historia, los thrashers germanos DESTRUCTION se presentaban como cabezas de cartel en nuestro país en una minigira por la península ibérica que llevaba por nombre “Thrashing Iberia 2006” y que contaba con 3 fechas españolas y una portuguesa.

A pesar de ser la primera vez que encabezaban sus propios shows, DESTRUCTION ya se habían dejado caer en diversas ocasiones por aquí tanto en los 80 como teloneros de MOTORHEAD, y acompañados de las GIRLSCHOOL, como más recientemente  teloneando a DIMMU BORGIR en el año 2000 sino recuerdo mal o en el marco de los festivales Atarfe Vega Rock, hace cosa de 3 años y el más cercano en el tiempo Rockzinante Excalibur Metal Festival, acaecido a finales de este verano pasado en Alcalá de Henares.

En todas y cada una de sus visitas, DESTRUCTION han arrasado y ésta, no iba a ser una excepción. Con una sala a reventar, algo no muy difícil todo sea dicho pues ésta contaba con un aforo muy limitado, los germanos no acusaron el tener que tocar la misma semana que WASP o IRON MAIDEN y congregaron a una buena legión de Headbangers sedientos de Thrash.

Abriendo la velada se encontraban los genuinos REDIMONI, grupo que poco a poco se va abriendo paso en el difícil mundillo del Underground y que cada vez empieza a sonar más fuerte colándose en eventos de todo tipo. Tras descargar en el Ripollet Rock, en el Martohell Fest y más recientemente con VIDRES A LA SANG, a los catalanes se les presentaba la irrepetible oportunidad de telonear a una de las bandas a las que más les deben musicalmente hablando. Una serie de malentendidos relativos a la hora de inicio del concierto así como un escueto repertorio que según tengo entendido, constó únicamente de 4 temas, provocaron que me perdiera su show muy a mi pesar. Tampoco hace falta dramatizar los hechos pues estoy convencido que no tardarán mucho en colarse de teloneros de algún otro grupo potente. ¡Tiempo al tiempo!.

Alrededor de las 10 de la noche, DESTRUCTION asaltaron el minúsculo escenario del Razzmatazz III y la sala se convirtió en un hervidero insoportable. En palabras del propio Schmier, la atmósfera del show le recordaba enormemente a la que tenían sus conciertos en sus inicios, con un montón de moshers, gente fuera de sí, headbangers masificados e histeria colectiva en general.

Su repertorio se fundamentó principalmente en todos sus clásicos más conocidos, algo obvio si tenemos presente que en las próximas semanas verá la luz “Thrash Anthems”, el nuevo recopilatorio que pondrán a la venta DESTRUCTION en el que repasan todos sus grandes temas del pasado, regrabados para la ocasión (práctica ésta muy utilizada por Schmier y Cia, ¿Recuerdas las adaptaciones de “Curse the Gods”, “Bestial Invasion” o “Total Desaster” aparecidas en sus más recientes álbumes?).

Así pues, los germanos atacaron uno tras otro los esperados y consabidos “Mad Butcher”, “Unconscious Ruins”, “Eternal Ban”, “Release from Agony”, “Thrash Attack”, “Bestial Invasion” o “Curse the Gods” entre muchas otras, a las que añadieron temas algo menos trillados como “Life Without Sense”, “Tormentor” o “Death Trap”, también de sus primeros años, dándole sobretodo cancha a su Lp de debut “Infernal Overkill” del que sino recuerdo mal, ejecutaron todos los temas a excepción de un par. A diferencia de muchas otras bandas, DESTRUCTION siguen facturando discos bastante dignos y por ello se encargan de representarlos aunque sea escuetamente en sus descargas, a pesar de que el motivo de muchas de éstas no sea más que nostálgico. Para recordarnos lo orgullosos que todavía se sienten de sus últimas obras, DESTRUCTION recurrieron a las ya clásicas “Soul Collector”, “Nailed to the Cross”, “The Defiance will Remain”, “Thrash til Death”, “Desecrators of the New Age”, “The Alliance of the Hellhoundz” o “The Butcher Strikes Back” con la que cerraron, como vienen haciendo desde hace un tiempo, el concierto.

Tras casi 2 horas de Thrash Metal, que se dice rápido, DESTRUCTION abandonaron el escenario ante una ovación atronadora prometiendo volver lo antes posible, algo que no me cabe la menor duda que harán vistos los resultados.