Despedida a lo grande de Saratoga en Barcelona

Mucho más podría contaros sobre la noche que se vivió en Barcelona, muchos más aspectos podría comentar sobre la velada. Pero prefiero acabar diciendo que todos los que hemos seguido a Saratoga vamos a seguir estando en sus vidas y ellos en las nuestras. Y sin duda no fue la noche de los muertos vivientes, fue la noche Saratoga.

En una jornada conquistada por espectros, brujas y otros seres de ultratumba en Barcelona, donde las castañas y los moniatos iban a ser totalmente aniquilados. Había algo que desequilibraba la cada vez más tradicional fecha de Halloween en la ciudad condal. En la sala Bikini, un nutrido número de personas empezaba a concentrarse. No querían golosinas, tampoco hacer un trato; simplemente querían ver a Saratoga en su despedida.  Siendo consciente de la situación actual de los conciertos, había un buen número de asistentes pese a que por el contexto hubiese merecido sold out. La asistencia es siempre difícil de predecir y analizar, y en este caso también: puede que hubiese habido menos sin la promoción de la Generalitat de Catalunya llamada Escena 25, o más si no hubiese sido una fecha de festividad, pero lo cierto es que unas 350 personas nos congregamos.

A las nueve de la noche y con una Bikini llena de ganas y decorada de ultratumba, salieron los madrileños con ganas de darlo todo con “Tras Las Rejas”. Rápidamente las rejas fueron rotas y empezamos a despegar con “El Vuelo Del Halcón” para saludar a todos aquellos congregados para la ocasión.  Tete, Niko, Tony y Andy estaban llenos de energía, por eso decidieron ir “A Morir” junto a todos sus fans. Todo fue más que perfecto, los grandes éxitos se iban sucediendo uno tras otro como “Contigo, Sin Ti”, “Ángel de Barro” o “Las Puertas Del Cielo”; la energía de Tete, más participativo que de costumbre, nos iban a dejar bien claro que Saratoga lo formaban cada uno de los músicos y todos los que estábamos reunidos.

Hubo muchas cosas a destacar, pero sin duda alguna hay una a destacar por encima de todo y fue el equilibrio en todo: desde saber cuándo hablar, saber cuándo podían descansar, cuando no parar de tocar, incluso el momento perfecto para añadir un buen solo de batería. Vemos como un perfecto equilibrio fue llevado a cabo en todo, también en el material seleccionado para la ocasión en que todas las etapas de Saratoga estuvieron presentes en mayor o menor medida.

La etapa con Tete Novoa a la cabeza de la banda dijo la suya con “Hasta El Día Más Oscuro”, “Deja Vu”, “Luna Llena” o “Dueño Del Aire”. Sin duda ha sabido ganarse el puesto a lo largo de todos los años.

La noche seguía su curso, Niko Del Hierro hacia lo que mejor sabe hacer, tocar el bajo de una forma tan completa que ya no nos extraña de él, uno de los mejores bajistas peninsulares. Tony nos dejó cada solo de guitarra como si no hubiese un mañana y Andy, como bien dijo Tete, quemó Barcelona con su batería. Todo era un no parar y con “No Sufriré Jamás Por Ti” y “El Planeta Se Apaga” de su laureado “Secretos Y Revelaciones” dieron paso a la rescatada “Heavy Metal” para darse un pequeño descanso.

Tete salió a agradecer a todos estos años y a dejarnos claro que no era un adiós sino un hasta pronto. Tras el breve y emotivo discurso, uno a uno fueron entrando al escenario para acabar con dos auténticos trallazos. “Vientos De Guerra” junto a “Perro Traidor” dejaron claro que público y banda dieron absolutamente todo lo que no está escrito para tener una noche totalmente redonda.

Mucho más podría contaros sobre la noche que se vivió en Barcelona, muchos más aspectos podría comentar sobre la velada. Pero prefiero acabar diciendo que todos los que hemos seguido a Saratoga vamos a seguir estando en sus vidas y ellos en las nuestras. Y sin duda no fue la noche de los muertos vivientes, fue la noche Saratoga.