La verdad es que muy pocas eran las esperanzas que daba la gente al concierto de Rick Derringer, célebre por ser la mano derecha de Johnny Winter o de su hermano Edgar Winter y creador de la celebérrima “Rock and Roll Hoochie Koo”. Si a eso le añadimos una sala que apenas llegaba a la mitad del aforo y una entrada del grupo a escena algo pobre, pasando por un lateral como quien anda por su casa, pues las perspectivas no eran precisamente muy halagüeñas.

Pero qué equivocábamos estábamos, cuando Derringer y los chicos empezaron con “Let me In” ya vimos que el show iba a ser espectacular, y así fue. El elenco de músicos quitaba el hipo. Volver a ver a Vinnie Appice (batería) es toda una gozada, y más después de tantos años sin verlo en aquellos lejanos shows con Dio a mediados de los 90. Kenny Aaronson lucía un look rockero 100%, con tupé, chaqueta de leopardo y gafas de sol. Se le vio con unas excelentes maneras y se le nota curtido en mil batallas, con glamour de rock star pero sin la soberbia y capaz de darlo todo delante de unas 300 personas cuando ha tocado delante miles con Bob Dylan, Billy Idol o Joan Jett.

Derringer lucía un aspecto muy de guiri, algo quemado por el sol mediterráneo y con pintas de zampar paella y beber carajillos, pero las interpretaciones de “Keep On Making Love” y “Sailor” hacían que te olvidaras de su aspecto de turista inglés y disfrutases del enorme concierto que se marcaban. Compartía voces con el ex de Steppenwolf Danny Johnson (a la guitarra), que por cierto estuvo muy pendiente de una chica muy activa de las primeras filas.

“Still Alive and Well” nos puso definitivamente las pilas, ese gran clásico también interpretado por Winter sonó a gloria. Rick sonreía una y otra vez y repetía sin parar que la banda llevaba 32 años sin tocar junta, y la verdad es que ha valido mucho la pena, pues sería genial que volvieran al estudio si es que la química entre ellos lo permite. La verdad es que algunas de las últimas entregas de Derringer como el FREE RIDE del 94 poco aportan a su notable carrera.

A “Losen Up Your Grip” le siguieron “Drivin Sideways”, “Sittin By The Pool” y “Comes A Woman”, momento en el que se presentó a la banda y Appice demostró el porqué es uno de los grandes baterías del rock. Ya no sólo es la pegada y la técnica sino sus expresiones y caras de sufrimiento al interpretar que hacen que uno viva mucho más el solo de batería. Siendo sinceros creo que el solo fue el mismo que hizo años ha con Dio, pero bueno, tras tantos años sin verlo merecía la pena. Es algo bastante habitual el hecho de repetir el mismo solo, Tommy Aldridge lo repite esté con Whitesnake o con Thin Lizzy pero no deja de ser una maravilla.

Mientras Appice aporreaba los parches Aaronson apareció por un lateral pidiéndonos fuego, es todo un fumador empedernido. Tras repetirnos por enésima vez que llevaban 32 años sin tocar juntos cayeron “Don’t Stop Lovin” y la clásica “One Eyed Jack” que precedieron a la intensa “Beyond The Universe”. Y cómo no, para cerrar la velada cayó la inmortal “Rock and Roll Hoochie Koo” con la chica motivada haciendo los coros y con la sala totalmente desatada.

Suponía que el bis sería el clásico de los McCoys “Hang On Sloopy”, temazo festivo que fue compuesto por Derringer cuando tenía sólo 16 años y que fue capaz de desbancar del número 1 de las listas a los Beatles en su mejor momento. Ese deje vacilón y feliz y ese toque a lo Grease (aunque el tema es anterior al musical) pusieron un fin de fiesta espectacular a una velada de la que todos salieron con una gran sonrisa en los labios. Apenas se llegó a la hora y media de concierto pero es de las pocas veces que no me siento defraudado pues los escasos 90 minutos fueron más que intensos, y el hombre se cuida mucho, más que sus compañeros de vieaje como Johnny Winter por poner un ejemplo. Por cierto, viene a Barcelona a finales de mes y hace unos años se caía de la silla en plena actuación, veremos que tal lo lleva ahora…

Si alguien esperaba la infumable “I’m A Real American” con la que salía Hulk Hogan en Pressing Catch saldría defraudado pues, afortunadamente, ni se les pasó por la cabeza interpretarla. Derringer sigue teniendo magia, carisma y es capaz de convencer con unos directos excelentes, se le ve algo conservador y economizando fuerzas, pero con la banda que lleva le deja a uno convencido con sólo un par de temas.

¿Qué se puede pedir más que buenos músicos disfrutando de lo que hacen? Eso es lo que vivimos esa noche. A cuantos les gustaría pasear la madurez como a Derringer… Enhorabuena maestro “Still Alive and Well”…

Jordi Zelig Tàrrega

Promotor:RM

Asistentes:200

Día:12/06/2008

Hora:21:20

Sala:Apolo

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8