Del manicomio a los escenarios: Lacuna Coil

Los italianos han seguido con una carrera que si bien no ha ascendido tanto como se esperaba, han llegado a acumular un buen número de fieles que se suman a su propuesta, mal llamada, gótica.

Catorce años pasan demasiado rápido. Esa es la cantidad de tiempo que ha transcurrido desde la última vez que vi a LACUNA COIL, como invitados a la gira de unos extintos SENTENCED. También en Granada, en una fría noche, como en esta ocasión. Por aquel entonces presentaban “Comalies”, y todavía el éxito a un nivel más masivo estaba por llegar. Después llegaron trabajos con un sonido más americanizado, singles, y más singles, y ahora parecen que vuelven a sus orígenes más metálicos con su nueva entrega “Delirium”, que es la que nos presentan en esta gira. Los italianos han seguido con una carrera que si bien no ha ascendido tanto como se esperaba, han llegado a acumular un buen número de fieles que se suman a su propuesta, mal llamada, gótica.

Pero antes, sus compatriotas GENUS ORDINIS DEI harían las presentaciones pertinentes para ofrecernos un show que, aunque bastante lineal, sirvió para caldear el ambiente de  una gélida sala que iba llenándose poco a poco. El cuarteto nos ofreció un repertorio de death metal melódico potente, y sin parar de animar al público, presentaron incluso algún que otro tema de su próximo trabajo «Great Olden Dynasty», además de invitarnos a conocer el material de su primer álbum “The Middle”. Muchas cosas les quedan por pulir, pero ganaron bastantes amigos durante su actuación.

Bien es conocido buen ojo que tiene el sello discográfico Nuclear Blast, y FOREVER STILL es una de sus nuevas apuestas. La verdad es que los daneses poseen bastantes tablas a pesar de ser una banda muy joven, y con mucha confianza salieron a escena para dejar más que satisfechos a toda la concurrencia. Sonaron muy compactos y potentes en todo momento, y cuando relajaron su poderío con “Save Me”, todos los asistentes ya estaban sumergidos en su música y en las preciosas líneas vocales de Maja Shining. Remataron la faena logrando que todos apuntáramos su nombre en la memoria con una corrosiva “Scars”. Una banda de heavy rock al que le auguramos un gran futuro. Pocas veces se suelen equivocar Nuclear Blast, y a las pruebas nos remitimos.

Con una gran puesta en escena, y y unos músicos que parecían haber salido de un manicomio tras una matanza, LACUNA COIL hacían acto de presencia con “Ultima Ratio” y “Spellbound”, y comenzar a disparar una retahíla de singles de ayer, de hoy y de siempre, con los que golpearon de lleno a todos los presentes. Todo su show estaba muy bien medido, tanto en el set list, como en sus movimientos y escenografía, y acompañados de un gran juego de luces y de un sonido más que óptimo, fueron de menos a más hasta enloquecer a toda la concurrencia. Con “Die & Rise”, una ovacionada “Heaven’s Lie” o “Blood, Tears, Dust” en el primer trayecto, nos iban manejando a su antojo, y demostrando el porqué de su  status actual. Tener un guitarrista menos, no es algo que les haya restado potencia. Y visto lo visto, haber modificado bastante su line-up en los últimos años, tampoco.

Cristina Scabbia se encuentra en plenitud de forma, y su fuerza vocal resulta despampanante. La etiqueta de diva, va más allá de su físico. Aunque sea la cantante la que acapare la mayoría de miradas, cada miembro cumple con su rol, y Andrea Ferro es el contrapunto perfecto a nivel vocal y escénico. Puede parecer que al tener un show tan estudiado, resulte tan frío como la noche granadina, pero su entrega y comunicación con el público hacían que “Trip the Darkness”, “Downfall” o “Our Truth”, fueran calando con más énfasis entre el respetable. También contaron con mucha participación del mismo, en la versión de Depeche Mode de su popular “Enjoy The Silence”, para después dejar en suspenso su show con “Nothing Stands in Our Way”.

Los italianos apuestan mucho por su material más reciente, y lo dejaron bastante claro al elegir para los bises “Delirium”, “Zombies” y ese cañonazo con el que abren su último trabajo llamado “The House Of Shame”. Quizás echáramos de menos material antiguo, y más teniendo en cuenta que su concierto tuvo una duración de hora y veinte minutos, siendo cabezas de cartel. Un par de canciones más, hubieran redondeando un show que cuando iba a dar el salto al sobresaliente, se quedó en el notable alto. Y es que estos son los detalles que hacen que un grupo juegue en segunda división eternamente, o ascienda a primera.