Puede que para los más puristas los Deep Purple actuales sean una estafa a
la altura de las de los actuales Thin Lizzy. De acuerdo, que unos Purple sin
Lord ni Blackmore, a priori, puede sonar incluso a broma, pero sr@s… cualquiera
que asistiera la pasada noche al concierto de estas leyendas inglesas saldría,
por lo menos, convencido de que los fichajes de Don Airey y Steve Morse no son
meros parches, sino músicos a la altura de las circunstancias. Con un pabellón
casi lleno, nada que ver con ese pinchazo en la misma sala en el 98, y tras
la descarga de unos tal Lilith, todos los asistentes revivimos la magia mediante
himnos atemporales.

Es de destacar la enorme variedad de asistentes, desde chavales jóvenes que
acaban de descubrir el Made In Japan hasta cuarentones que han sacado a pasear
su vieja chupa y se han vuelto a reunir con su antigua cuadrilla para la ocasión.
Con una notable austeridad por decoración y un tímido saludo a la concurrencia
tomaron posiciones en el escenario bañados siempre por una luz púrpura. Atacaron
una inesperada “Highway Star”, y digo inesperada porque en la gira del 98 solían
despedirse con ese tema. Sonrientes y motivados atacaron Airey y Morse los míticos
solos que fueron coreados por toda la concurrencia. Ian Gillian no afinó del
todo hasta después de la siguiente “Woman From Tokyo”. Está claro que su voz
no es la de antaño, nunca más caerá un “Child In Time”, pero al Cesar lo que
es del Cesar, cantó perfectamente y se atrevió con algún tímido agudo que dio
la talla. El decorado de fondo mostraba unos bananeros colgando, pues presentaban
el disco Bananas. No tardaron en dar cuentas de lo bien que funciona el nuevo
material sobre las tablas, y “Silver Tongue” quedó perfecta. Cabe destacar la
siempre exquisita ejecución de los legendarios Ian Paice a la batería y Roger
Glover al bajo, simplemente perfectos. Gillian nos presentó un tema basado en
la historia de su primera novia. Estaba claro: era “Strange Kind Of Woman”.
Alternaron acertadamente clásicos con material del Bananas consiguiendo que
el ritmo no decayera. La siguiente “House Of Pain” se perfila como uno de los
nuevos himnos de la banda. Perfecta y con toda la impronta Purple. Morse, Glover
y Airey se apuntaron a los coros al tiempo que todo el pabellón movía cabezas
y caderas. Momento para la balada “Sometimes I Feel Like Screaming” que compartió
protagonismo con la nueva “Haunted”. El nuevo material funciona perfectamente
y es sin duda de lo mejor que han grabado en mucho tiempo. Otro de los momentos
de la velada fue el “Space Truckin”, coreado por todos y en el que se evidenció
que la edad le ha pasado factura al bueno de Gillian. La más discreta “I Got
Your Number” precedió al excelente solo de teclado de Don Airey. Un solo muy
de cara a la galería que empieza con la intro de “Mr. Crowley” de Ozzy Osbourne,
repasa su paso por Rainbow, ataca piezas clásicas archiconocidas y alcanza el
clímax en el “Star Wars” de John Williams. Magnífica ejecución , pero fue casi
idéntico al que ya le vi cuando vino con Graham Bonnet y las Girlschool hace
un par de años. El virtuosismo de Airey murió en otro clásico: “Perfect Strangers”,
temazo que dio título a ese mítico álbum de reunión en 1984. El turno para las
individualidades recayó esta vez en Steve Morse, un guitarra que se ha ganado
el puesto en los Purple a base de trabajo e ir callando bocas, pues sustituir
a Blackmore no es tarea fácil. Tras acariciar el mástil en la preciosa “Contact
Lost” hizo sonar el inmortal riff del “Smoke On The Water” mientras el recinto
se ponía patas arriba. Cantado hasta la saciedad, se despidieron momentáneamente.
Para los bises guardaron su primer gran éxito, esa versión de la festiva “Hush”
que se empalmó con el solo de batería de rigor de Ian Paice, breve esta vez
pero dejando claro que para él la edad no le ha hecho perder ni un ápice. Paice
combinó con el solo de Glover, que con el bajo que ya apuntaba a que desataría
“Black Night”. Aún no había empezado el tema y la sala ya lo coreaba. El típico
pique de voz-guitarra que siempre han ejecutado en directo ha sido cambiado
sabiamente por un pique guitarra-público. Morse juega con sus cuerdas mientras
las 4000 personas de platea y gradas reproducen las melodías. Mucho mejor que
aquel triste espectáculo del que fui testigo en ese Doctor Music del 98 con
Gillian sujetándose la papada para alcanzar las notas de una manera muy forzada.
Momento para la despedida, quizá un “Speed King” hubiese sido el colofón, pero
no hubo tiempo para más. Exactamente una hora y cuarenta minutos.

Si echamos la vista atrás y viajamos a los tiempos de Machine Head o In Rock,
queda claro que mucho a llovido y que nunca volverán a ser lo que en su día
llegaron a conseguir. Pero mirando fríamente al presente y analizando lo que
son Deep Prple en la actualidad, está claro que no se puede pedir más. Han sobrevivido
a sus infinitas disputas dejando al grupo todavía en activo, que ya es mucho,
y superando ampliamente la cincuentena continúan llenando pabellones de mediano
aforo congregando a jóvenes seguidores y a los de toda la vida, resucitando
la magia del directo y hasta sacando al mercado discos tan destacados como este
Bananas.

Puede que no estén Blackmore ni Lord, pero si se reunieran está claro como
terminarían… Bienvenidos sean Morse y Airey, no le pidamos peras al olmo.

Texto:Jordi Tarrega
Fotos:Sergi Ramos

Datos:

Promotor: Doctor Music
Palau de la Vall D´ Hebron
Barcelona
Publico: 4000 personas aprox.

Día:22/10/2003

Puntuación:9