No hay que restarle méritos al semi-cadaver Liebling, aguantar hora y media en el escenario no es moco de pavo y menos si cada pocos segundos te marcas un bailoteo chulesco dejando boquiabierto al personal. Otra cosa no, pero chulería este tipo tiene como para sonrojar a una panda de gangsters matones del Bronx.

Para serles brutalmente honesto, les diré que no albergaba grandes expectativas de cara a esta tercera edición del festival Day of Doom. Si bien es cierto e innegable que PENTAGRAM y TROUBLE son dos instituciones dentro del panorama Doom internacional y que ambas nunca tocaron por aquí exceptuando a PENTAGRAM hace algunos años en el festival Serie Z, no podemos pasar por alto que aún con todo ello, su repercusión apenas trascendió nunca del Underground, y como tal, su público potencial es muy limitado y apenas da como para llenar un festival de aforo ínfimo. De hecho, sendas ediciones pasadas del festival –la del 2010 con COUNT RAVEN  y PAGAN ALTAR y la del 2012 con CANDLEMASS, a duras penas lograron congregar a más de 200 personas, números estos muy escasos para un festival que se encuentra en la misma diatriba que tantos otros; crecer o morir. Y es que echando números así grosso modo no hay que ser un experto en la materia para ver lo deficitario de una propuesta de este tipo en un país como España a diferencia de otros países como Grecia, Alemania o Suecia donde carteles de esta envergadura meten el doble, triple o cuádruple de gente sin mayor problema. Y claro, si a todo ello le sumamos que la entrada costaba 30 euros en taquilla y 35 anticipada, la perspectiva de éxito se pone todavía más negra.

Sin embargo, cual fue mi sorpresa al llegar a las carpas del Forum (carpa situada en el mismo recinto donde se llevo a cabo el Sonisphere del pasado verano) y ver no solo que había bastante más gente de la que me esperaba sino que la infraestructura y organización del evento era sencillamente espectacular, más propia de un festival en toda regla que de un concierto convencional al uso con nombre de festival molón, práctica ésta muy extendida en los últimos años. De este modo, me sorprendió la cantidad de personal de seguridad existente así como la disposición de las carpas, siendo la primera y principal donde se llevó a cabo el concierto y la secundaria donde había barras de comida, bebida y merchandise, a unos precios muy razonables. Del mismo modo, los fumadores no tuvimos que irnos clandestinamente a los servicios a fumar dado que a escasos metros del escenario, por donde se encontraba la obertura de la carpa, uno podía salir al aire libre, encenderse un pitillo e incluso poder disfrutar del concierto desde allí. No obstante, lo que creo que más gustó de este peculiar recinto fue su cojonuda acústica. Todas las bandas sonaron de escándalo y es que el equipo de sonido contratado por la organización era de primera gama, como debe ser.

Todo esto parece muy bonito, pero esconde una triste realidad; Lo más probable es que pese al éxito del festival (imagino que 400 o 500 personas las habría tranquilamente), me pongo a hacer números y las cosas siguen sin cuadrar. A los abultados cachés de las bandas –sobretodo de TROUBLE y PENTAGRAM (Que no creo que bajaran de los 2000 o 3000 euros limpios) hay que sumarle aviones, hoteles, catering, alquiler del recinto, alquiler del equipo de sonido, personal de seguridad, barras y organización… etc. Desconozco los números y me gustaría creer por el bien de todos, el promotor, la escena y la ciudad en general, las cuentas salieron, pero mucho me temo que no debió ser así. Ahora, si lo que se pretendía era sentar un precedente de cara a establecer el festival con las miras puestas en las próximas ediciones y asumiendo que podían haber perdidas en esta primera edición, entonces esta tercera edición del Day of Doom Festival ha sido un éxito rotundo pues estoy convencido que el año que viene, por lo menos, habrá 400 personas, las mismas que fuimos este año y quedamos encantadísimos a todos los niveles, fuese cual fuese el precio. Y es que a uno no le importa pagar 30 euros si se le da un buen cartel, buen sonido, buenas instalaciones, buen trato y buen ambiente en general. Aprendan promotores españoles acerca de cómo se hacen las cosas, no es tan difícil coñe…

Los encargados de abrir fuego eran los catalanes CUERNO, con miembros de formaciones en activo quizá con algo más de nombre como TORT o LORDS OF BUKKAKE. Reunidos para la ocasión (se separaron allá por el 2009), CUERNO en boca de muchos de los asistentes dieron un muy buen concierto a la altura de las circunstancias. Servidor, por motivos laborales, se perdió su actuación junto con la de los ingleses SERPENT VENOM, otra vez será.

A escasos minutos de la aparición de los vascos HORN OF THE RHINO, aparecí por la carpa, ya prácticamente llena con todo el mundo dispuesto a saborear los ritmos pesados de una de las bandas más prestigiosas y respetadas fuera de nuestra escena. Con 2 discos en su haber a cargo del sello Doomentia Records, Javier Gálvez y los suyos dieron un buen repaso a sendas obras centrándose más en la segunda de la que tocaron los 3 o 4 primeros cortes seguidos del tirón junto al ya clásico “Speaking in Tongues” que abría su anterior “Weight of Coronation”, un trabajo enorme e inigualable. La propuesta de HORN OF THE RHINO, lejos de lo que cabría esperar, suena atronadora en directo gracias en parte a la imponente presencia de su vocalista/guitarrista y bajista, que por sí solos llenan ya el escenario sobradamente. Suenan y parecen una banda de fuera, y sin embargo son de aquí, de casa. Con semejante calidad y profesionalidad, es cuestión de tiempo (y suerte) que esta gente den el pelotazo fuera.

Con algo de retraso sobre la hora prevista saltaron a escena los norteamericanos TROUBLE. Para serles franco, no esperaba mucho de su actuación. Habiendo presenciado en el verano del 2012 el show de Eric Wagner y sus THE SKULL en tierras germanas, estaba claro que los TROUBLE actuales lo tenían muy difícil para plantarle sombra si quiera a la alternativa que se ha montado el otrora cantante de TROUBLE junto con 4 amigotes repasando los viejos clásicos del grupo, a fin de cuentas, los que todo el mundo quiere escuchar. Los TROUBLE actuales han sacado un nuevo disco “The Distortion Field”, un trabajo que no está nada mal, pero volvemos a lo mismo, la gente quiere escuchar tus clásicos y no puedes olvidarte de ellos. Sumado a todo ello estaba el hecho de que el nuevo cantante del grupo, Kyle Thomas (procedente de dos bandas de los 90 con cierta repercusión como FLOODGATE y EXHORDER), no parecía el mejor sustituto para Eric Wagner y es que aquel que recuerde la voz de Kyle en sus viejos días verá lo diferente que es ésta de la mítica voz rasgada y agónica del señor Eric Wagner. Pues nada, fue salir TROUBLE a escena a ritmo de “The Tempter” y cientos de bocas escépticas no pudieron sino callar, mirar y flipar. Básicamente. Su repertorio tuvo un poquito de todo, desde las nuevas “Sucker”, “Hunters of Doom” o “When the Sky comes Down”  hasta las clásicas “Revelation”, “Endtime”, “Psalm 9”, “Wickedness of Man” o la citada “The Tempter” pasando por temas de su etapa intermedia noventera como “Sleeper”. Curioso fue el hecho de que pasaran totalmente por alto su penúltima y más que notable obra “Simple Mind Condition”, un disco bastante infravalorado creo yo así como “Run to the Light”, el disco favorito de TROUBLE para quién esto suscribe. La banda se mostró sobrada en todo momento, con unas tablas y una ejecución solo a la altura de los dioses del olimpo metalero. Si bien la presencia escénica de Kyle Thomas está algo falta de glamour (siempre y cuando lo comparemos con instituciones de la movida Doom como Lee Dorrian, Ozzy, Messiah Marcolin, Bobby Liebling o Eric Wagner sin ir más lejos), su voz no falló en ningún momento y estuvo a la altura de las circunstancias, arropada en todo momento por las guitarras de los 2 capos del grupo, en pie de guerra desde 1979, Rick Wartell y Eric Franklin. Dudo mucho que volvamos a ver a TROUBLE por aquí, pero de ser así, no te lo pienses ni un instante.

Lo de PENTAGRAM tampoco es que pintara muy bien. Todos hemos visto ese infame reportaje sobre el grupo, mejor dicho, sobre la figura de Bobby Liebling, llamado “Last Days Here” donde el propio Bobby tontea con la muerte a diario, algo que viene haciendo día arriba día abajo desdee…. ¿Los años 60?. El caso es que el hecho de que Bobby Liebling esté vivo es un milagro, casi el mismo que debía darse para que su actuación tuviera un mínimo de decencia y no se repitieran escenas del pasado que todos hemos podido contemplar alguna vez en videos caseros, dvds o youtube sin ir más lejos. Con semejante panorama de escepticismo, el simple hecho de que PENTAGRAM dieran la talla ya supo a gloria, pero es que la cosa no se quedó ahí, ¡PENTAGRAM dieron un concierto excelente!. No hay que restarle méritos al semi-cadaver Liebling, aguantar hora y media en el escenario no es moco de pavo y menos si cada pocos segundos te marcas un bailoteo chulesco dejando boquiabierto al personal. Otra cosa no, pero chulería este tipo tiene como para sonrojar a una panda de gangsters matones del Bronx. Sin embargo, la figura e icono escénico de Bobby sale reforzada gracias a la presencia de una serie de músicos que le rodean espectaculares, profesionales y con un nivel técnico altísimo, sobretodo ese joven guitarra que llevan ahora llamado Matt Goldsborough cuyo bagaje musical es desconocido pero que parece poseer la experiencia de un tipo que lleva 30 años sobre los escenarios. Con un público totalmente enloquecido y entregado a la causa, PENTAGRAM tenían todas las de ganar desde el primer momento. Su repertorio se centró básicamente en aquellos temas que todos querían escuchar junto a algún que otro nuevo corte de su última obra “Last Rites”, así pues, sonaron cortes como  “Ask No More”, “Walk In The Blue Light”, “Sign of the Wolf (Pentagram)”, “Review Your Choices”, “Petrified”, “Relentless”, “Be Forewarned”, “Forever My Queen” o “20 Buck Spin” con la que sino recuerdo mal cerraron su show. Siendo un caso muy similar al de TROUBLE, rarísimo será que PENTAGRAM pisen de nuevo Barcelona, casi tanto como que Bobby Liebling llegue a los 60 años (qué carajo, le quedan 2 meses!). El caso es que este Day of Doom triunfó a todos los niveles y con esta su tercera edición, se establece de forma definitiva como una fecha obligada del panorama metalero estatal en años venideros.

Promotor:Day of Doom

Día:2013-10-12

Hora:18:00

Sala:Carpas del Forum

Ciudad:Barcelona

Teloneros:PENTAGRAM TROUBLE HORN OF THE RHINO SERPENT VENOM CUERNO

Puntuación:9