Impresionante demostración de habilidades por parte del que probablemente sea uno de los mejores frontman que se puedan ver hoy día, con invitados de lujo de la talla de John Wesley y Mike Portnoy, que hicieron un gran trabajo... ¡pese a las ansias de protagonismo de este último!

Cuando estás empezando a obtener amplio reconocimiento internacional y las miradas del público están centradas en cada uno de tus pasos, la presión puede ser tan alta que lleve a una fatídica pérdida de impulso y su consiguiente caída. El desmembramiento de Bigelf en su zénit creativo es, probablemente, uno de los mejores ejemplos recientes de este tipo de desgraciados sucesos, pero a la vez también constituyó posteriormente una clara imagen de superación ante las adversidades. Con Damon Fox como mastermind y Duffy Snowhill como inseparable camarada, el conjunto lanzó «Into the Maelstrom» este año para volver a la actualidad del panorama musical. Con el inestimable apoyo de sus amigos dentro de la industria, la banda ha conseguido embarcarse de nuevo en una gira europea tras 4 inciertos años fuera de los escenarios: John Wesley (ex-Porcupine Tree en directo) ha sido el encargado de las guitarras, mientras que Mike Portnoy ha tomado las baquetas para 9 de las fechas de este tour.

Si bien esta atípica formación, con cierto aire de superbanda, nos traía un concierto muy especial, lo cierto es que lo que realmente nos gustaría ver a muchos es una nueva formación de Bigelf sólida, constituida como banda. No obstante, el pasado 6 de noviembre no era momento de pensar en eso, sino de relajarse y disfrutar con lo que estos magos nos podían ofrecer en una ocasión como esta. Así pues, atestados en una más que insuficiente Razzmatazz 3  en la que no se podía prácticamente ni respirar, aquellos que esperábamos con ansia el regreso de Fox y compañía a nuestros escenarios presenciamos un concierto simplemente emocionante. El sombrerero no ha perdido un sólo ápice de locura, y las nuevas canciones cuajan perfectamente en el repertorio de una banda que, pese a haber tenido una trayectoria tan difícil y poco constante, cuenta con cuatro espectaculares álbumes de larga duración y tres EP’s a las espaldas.

La imprescindible «The Evils of Rock & Roll» es el opener por excelencia y creo que todos estaremos de acuerdo en que esto no debería cambiar nunca. La explosión de adrenalina proporcionada por un tema de este calibre es definitivamente una muestra significativa de lo que esta banda es capaz de lograr en directo, hasta en el que probablemente fuese el escenario más pequeño de su gira. Los tintes a Black Sabbath inundaban el lugar mientras los cuatro elfos descargaban el primer tema bajo las sofocantes e inmutables luces de Razz3, algo con lo que posteriormente bromearía Damon diciendo que «me ha gustado mucho la iluminación de esta canción, pero no sé si más que la de la anterior o la que vino antes de esa», haciendo referencia a esas luces rojas que no cambiaron en la totalidad de sus 90 minutos sobre el escenario.

El humor fue una constante a lo largo de la noche, demostrando que incluso sin las mejores condiciones lo pasan en grande tocando para sus seguidores: a la hora de interpretar «Money Machine», de su álbum debut, preguntó al público si conocían aquel viejo trabajo, y al ver la gran respuesta decidió preguntar si también habían escuchado otro disco suyo más antiguo titulado «Abbey Road». ¡No todos estuvieron lo suficientemente ágiles como para captar la broma antes de lanzar el alarido comodín a cualquier pregunta! Para el mencionado tema, Portnoy dejó las baquetas y abrió paso al hijo de Fox, quien hizo un espectacular trabajo tras el kit, sobretodo teniendo en cuenta su juventud. Lo único que se echó en falta fue algo más de pegada, pero el groove y la creatividad con los fills que demostró fueron una grata sorpresa. ¿Estaríamos ante el más que posible futuro baterista oficial de la banda? No parece ninguna tontería, y más sabiendo que ha asumido plena posesión de cargo en el resto de fechas de la gira…

A Mike, por su cuenta, se le vio algo incómodo en un lugar tan estrecho (ahora que es una rockstar…), dando golpes con sus baquetas a los focos de más baja altura e intentando atraer constantemente la atención del público sobre sí mismo. Por motivos como este está claro que no sería una buena opción como miembro fijo de la banda, pero no podemos negar que dio espectáculo, pese a que resultase excesivo demasiado a menudo, y que musicalmente cumplió con creces. Mucho más adecuado estuvo John Wesley a la guitarra, cómodo en su papel de invitado pero con mucha más conciencia de que el verdadero foco de las miradas debía ser Damon: probablemente uno de los mejores frontman que podáis ver en la actualidad. No sólo sus habilidades como teclista son excepcionales (impresionante cómo tocaba un teclado a cada lado y cantaba a la vez, con líneas nada fáciles), sino que como showman es explosividad constante.

El setlist se centró en los dos trabajos más recientes de la banda, a su vez los más conocidos y aclamados por el público, pero también nos trajo alguna que otra joya de aquel ya lejano «Hex» de 2003: el combo de «Madhatter» y «Pain Killers» supo saciar la sed de material antiguo con soltura. Con un sonido abrumador, sin una sola fisura desplegaron tanto canciones movidas de corte rockero en la vena de «Alien Frequency» como extravagancias progresivas de la talla de «ITM», «Counting Sheep» o «Edge of Oblivion», en un repertorio muy fresco y variado. El final con «Blackball», improvisación bluesy incluida, supuso los fuegos artificiales de un concierto simplemente espectacular. Esperamos que la banda consiga pronto una formación estable y nos puedan ofrecer muchos más conciertos, tan memorables como este.

Promotor:RRS Promo

Día:2014-11-06

Hora:19:00

Sala:Razzmatazz 3

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8