Z! Live 2021: Si algo puede salir bien, saldrá bien
El Z!Live Rock Fest completó con nota el que sería su sexto capítulo en una travesía no exenta de inconvenientes, con el mérito de ser el único festival metalero con dos "Lite Edition
Lejos quedó esa tímida presentación en 2016, para alcanzar ahora ya la madurez y el respeto de los asistentes. La experiencia acumulada en ediciones anteriores y el hecho de tener que reinventarse ante la situación sanitaria del momento, han hecho que se pudiera sacar adelante una edición limitada, si limitada, pero edición, al fin y al cabo.
Z! Live ha supuesto ese soplo de aire fresco que tanta falta hacía para mucha gente. Volver a vivir un festival, a brindar con los compadres, volver a sentir que el volumen te golpea el pecho y te recoloca las vísceras. En pocas palabras, volver a sentir parte de ese “algo” que se echaba tanto de menos.
Y si alguien sabe cómo mimar a su gente, esa es la organización del Z! que están ahí, año tras año, con pandemia o sin pandemia, con virus o sin virus, empeñado en hacer del auditorio un espacio seguro donde poder disfrutar de la música en directo. Somos conscientes de que la historia del final la están escribiendo festivales como éste y por ello serán recordados más allá del millar de personas que lo pudieron disfrutar ahora.
Nocturnia: obligados a reinventarse
Bajo un sol de justicia y a la hora señalada por la organización, los toledanos Nocturnia fueron los encargados de romper el precinto a esta edición. Dos novedades trajeron bajo el brazo. Por una parte, la presentación de su reciente fichaje Kike Fuentes (Dramah, Epicurea) como nuevo vocalista; y por otra, su último trabajo «La Tempestad», sexto redondo de una banda.
Resulta increíble ver a estos veteranos de la escena nacional, con veinte años recién cumplidos a sus espaldas y con la experiencia de Nocturnia, tocar a estas tempraneras horas y con tan sólo treinta minutos para mostrar su valía (si es que alguien aún lo duda). Empezaron con “Siempre Hay Un lugar”, el primer corte de ‘La Tempestad’. Pusieron ganas e ilusión por partes iguales con el fin de premiar a la escasa pero animada concurrencia que les quiso acompañar.
Con temas como “Sin Olvidar Quien Eres”, de ‘Tierra De Cobardes’ o “En Busca Del Tiempo” de ‘Sin Retorno’ se metieron de lleno en un concierto donde se vio a un Kike con ganas, bien arropado por Javi, Manu y Cesar en las partes guturales. El himno “Alza Los Puños” puso a más de uno en su sitio.
Otros temas que tampoco podían faltar son el vocalmente exigente «Hermanos» y “Cenizas”, corte aventajado de su último redondo, con la que darían por liquidado el bolo. Media hora bien aprovechada de un grupo cohesionado, con un Kike fuerte y solvente, digno aspirante a la plaza fija de vocalista de una formación que incomprensiblemente, en esta ocasión les tocó hacer de rompehielos.
Megara tiñe de Pink el escenario
El fucksia metal de Megara se estrenaba en esta plaza zamorana para presentar una versión reducida y más rosácea de su Pink Side Tour, alusivo a su último EP lanzado en 2021. El enganche visual es inmediato: un par de enormes cuernos flanquean una vistosa batería rematada en calaveras rosas. Su puesta en escena es cuanto menos llamativa y la teatralidad de su actuación, colorido y la participación en repetidas ocasiones de un cuerpo de baile, hacen de este bolo un show en toda regla.
Comenzaron con “Esclava Del Aire” de ‘Aquí Todos Estamos Locos’. Kenzy fue la encargada de motivar de manera incansable y desde el primer momento, a un público un poco aletargado y a la expectativa, después del bolo previo. Le seguiría del mismo álbum “Involución” y “Vivo De Rodillas” de ‘Siete’ donde se vio a una show-woman disparada, con múltiples tiradas al suelo y haciendo desplante por el escenario.
Llegado el momento y ceñida a su guitarra (rosa) baja el ritmo con la balada “Alas”, para continuar con la bailonga ‘Ni Contigo Ni Sin Ti’, una de las piezas más coreadas del repertorio, cuyo clip que se presentaba un par de días antes de este festival y que formará parte del Capítulo II de ‘Truco O Trato’. La rockera “Seis” dejó al público agarrado a la silla y haciendo fuerza para no salir saltando. Continuarían con “Héroes” y con el único propósito de megarizarnos y como cierre, se reservaron dos temas que ya suenan a veteranos: “Bienvenido Al Desastre” y “Truco O Trato”
Gran ejecución musical acompañada de pregrabados y un derroche vocal por parte de Kenzy, digno de mención. El hecho de su peculiar manera de entender la música, su destreza en RRSS y su conexión con un público más joven, les obligó a redoblar esfuerzos ante un auditorio sediento de metales pesados. Aun así, seguro que consiguieron nuevos seguidores.
Recuerda que morirás con Dünedain
Dünedian volvieron a los escenarios después de un montonazo de meses de parón forzado, dando continuidad a la gira de su quinto disco ‘Momento Mori’ publicado en 2019. Un año antes, ya participaron en la acongojante edición Z! Live: The Last Chance, aunque de aquello parezca que han pasado eones.
La caña vino ya desde el primer tema con “A Un Paso Del Cielo” comenzando Tony en solitario y entrando Carlos a mitad del tema como un torbellino, para dar con arrancada la descarga. La parte técnica les pasó una mala jugada arruinando la voz de los dos primeros temas siendo subsanados poco a poco en los siguientes.
Continuaron con “Vuela” y “Memento Mori”, tema que da título a su nuevo disco. Con aires muy épicos, Tony es el primero que empieza a cantar en las pegadizas estrofas, que adquieren una garra impresionante con los sobreagudos de Carlos, que es una bestia en este territorio. “Eterno”, la coreada “Unidos” y paso a uno de sus temones estrella “1000 Golpes”. Llegó la hora de la “cera de la buena” como diría Tony, con “Fiel A Mi Libertad”, “Por Los Siglos De Los Siglos” y saliendo por la puerta grande con “Corazón De Invierno”
A estas alturas, nadie duda que los abulenses se confirman como una de las bandas de power metal más asentadas del panorama. La dupla Carlos-Tony funciona a la perfección y con solvencia, y en esta ocasión tuvieron la oportunidad de demostrarlo de nuevo.
Angelus Apatrida… ¿cabeza de cartel?
Sería hipócrita no reconocer que los albaceteños son, hoy por hoy, reclamo más que suficiente para que una marea de thrash se desplacen a verlos allá donde toquen, por eso no es de extrañar que los festivales de cierto tamaño los tengan en su lista de “caballos ganadores”. Como dijo Guillermo en cierto festival, “mola empezar a tocar de día y acabar de noche, como los putos Maiden”, y es que la hora vespertina de comienzo se ajustaba a la perfección a esta circunstancia.
Como salidos de toriles, ya con el primer tema “Indoctrinate” pusieron orejas arriba a todos los zagales. Fue el momento de echar un trago largo para desentumecer el cuello y empezar a darle movimiento. Entre saludos y agradecimientos, aprovechó Guille el momento para recordar que su último disco de nombre homónimo alcanzó el #1 en las listas nacionales, algo realmente insólito y del cual se extrajo el siguiente tema “Bleed The Crown”. Como diría El Fary, la siguiente es pa bailar: “Childhood’s End”
No faltó el momento de agradecimiento al público y la organización a la que dedicó la explosiva “We Stand Alone”. Guillermo y Davish dispararon sus riffs más afilados y amenazantes como si de una AK-47 se tratase. Salto en el tiempo para irse a 2015 y extraer de ‘Hidden Evolution’ el pepinazo “End Man” auténticos misilazos de thrash metal.
La noche prácticamente había caído cuando toca de nuevo retroceder en el tiempo para situarse en su segundo disco y extraer de él “Give ‘Em War” tema corto, pero 100% cañero, sin un momento de descanso y con un solo muy paranoico. Es muy difícil escapar de esos riffs sin haberse destrozado las cervicales. Cerrarían su turno con “Sharpen The Guillotine” y, cómo no, ”You Are Next”, tema estrella de ‘The Call’.
Que Angelus Apatrida se ha convertido en una banda referente, querida y puntera a nivel nacional e internacional no debería sorprender a nadie a estas alturas, si se afirma que sus shows son de lo más potentes y exigentes de los que se puede disfrutar, no dando tiempo a respiros ni para ellos ni para su público. Eso sí, verlos sentado, sólo con dos colegas y con mascarilla, es de película de Kubrick.
La elegancia del metal: Tarja
Se había comentado la conveniencia de poner de cabeza de festival a Tarja o a Angelus Apatrida y finalmente, para bien o para mal, la dama del metal fue la elegida. En la práctica se tradujo en algunos asientos vacíos, pero nada que no hiciera desmerecer el espectáculo.
Por delante, tuvo más de una hora para repasar su larga trayectoria, tanto en solitario como con Nightwish. Como bonus track, la presencia en su banda del bajista Doug Wimbish (Living Colours) y el cellista Max Lilja (ex Apocalíptica). Tarja es un animal de escenario, nacido para él. Elegante siempre, con sobriedad cuando toca, dramática si el momento lo requiere, inigualable siempre.
La velada comenzaría con “Dead Promise”, extraída de ‘In the Raw’, último trabajo de la finlandesa. También sonaron “Demons In You” y “Falling Awake” para dar paso a su vertiente más rockera en “Victim Of Ritual”. En “Goodbye Stranger” la banda tendría ocasión de lucirse, miembro a miembro. En perfecto castellano, dedicó unas palabras de agradecimiento hacia el público y, a modo de regalo, el piano poco a poco fue soltando las inconfundibles notas introductorias de ‘Nemo’, de su época de Nightwish.
Otro momento álgido del concierto se produjo con la interpretación de la versión de Gary Moore “Over The Hills And Far Away”. Su eterna sonrisa se desvaneció con “Until My Last Breath”, tema escogido para cerrar una noche en la que, si bien la ración metalera la proporcionaron otras bandas, a buen seguro dejó un grato recuerdo en sus seguidores, porque Tarja, se quiera o no, es un lujo para cualquier cartel.
Lo que ha unido Lèpoka, que no lo separe el hombre
Hay quien recuerda todavía cuando hace tres ediciones, Lepoka se presentó en este mismo escenario a 30º a la sombra ataviados con sus túnicas y sus mallas, para ofrecer unos de los mejores bolos de aquel año. Su buen hacer les hace ser los candidatos óptimos para el cierre de cualquier festival que se precie y así lo consideró la organización al otorgarles el privilegio del cierre.
Su puesta en escena y el folkoholic metal, están hechos para su disfrute y para hacer vibrar a sus fieles. Los dos monjes hinchables desplegados sobre el escenario invitan a participar, a cantar, a beber, a bailar y a gozar. A la hora de la misa del gallo, los castellonenses fueron desplegándose por las tablas al son de “Beber Para Creer” perteneciente a su último trabajo ‘El Baile De Los Caídos’ y del que prácticamente repasaron de cabo a rabo. Sin bajar el pistón, paso para “Eternia”, “El Baile De Los Caídos” y “Heavyátrico”.
A golpe de bajo, se da paso a “Beerserkers”, uno de sus temas totémicos, para llegar canción a canción al merecido descanso antes de encarar los bises. Y fue en este descanso donde se produjo uno de los momentos más especiales de la noche, ya que un intrépido del público aprovechó el lapsus para pedir la mano de su acompañante en lo alto del escenario. ¡Hay que tener bemoles!
El buen rollo que transmitieron permitió encarar el tramo final sumergidos en una fiesta total, donde “Seguimos En Pie”, “Contra Viento Y Marea” y “Yo Controlo”, temas pegadizos nacidos para pasar un buen rato, pusieron el broche a este desenfreno.
Texto: Jose Antonio Fernández | Fotos: Nacho García y Jose Antonio Fernández
Promotor:Let Zed Live S.L
Sala:Auditorio Ruta de la Plata
Ciudad:Zamora
Puntuación:8
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