Y&T lleva su hard rock californiano a Barcelona

Los americanos de la Bay Area comandados por el legendario e incombustible Dave Meniketti, nos ofrecieron una sobredosis del mejor hard rock melódico clásico.

Para los entendidos en la escena del hard rock, Y&T siempre fue una banda de muchísima calidad, pero terriblemente infravalorada por el gran público, ya que jamás tuvo nada que envidiarle a las bandas más reconocidas del género. Sin embargo, y por diversas circunstancias, nunca tuvieron el reconocimiento que deberían haber tenido.

Más que un guitar hero

Dave Meniketti es una persona bastante respetada y admirada dentro del círculo del hard rock en su faceta más melódica, su sonido personal de guitarra, emergiendo de su clásica Gibson Les Paul son marca de la casa, un hombre que está técnicamente al nivel de cualquier guitar hero, con el añadido de tener un feeling que muchos recorre mástiles no poseen, por lo que ha sido un privilegio para todos aquellos que pudieron disfrutar de su banda este pasado jueves 26 de septiembre. El año pasado estuvieron cerca de visitar la península, ya que estaban incluidos en la gira de Saxon, problemas en la espalda para Meniketti dieron como resultado que no les quedara otra opción que cancelar momentáneamente su visita, este año no se ha hecho esperar y ha venido con su banda, que nos dio una lección de hard rock del más alto nivel.

Audiencia entregada

Subieron a escena Dave Meniketti junto a Aaron Leigh, que es el nuevo bajista, Mike Vanderhuke en la batería y John Nymann en la guitarra rítmica, y sin más dilaciones comenzaron con la potente y cañera “Hurricane”, de su primer álbum ‘Earthshaker’ de 1981. La Gibson de Dave sonaba tan bien como siempre, sobre todo en los míticos solos de guitarra, llenos de calidad y mucho feeling para disfrute del personal que estuvo congregado en la sala Razzmatazz 2, que tuvo una muy buena entrada, con un público bastante entregado en cada tema, que conocía prácticamente todas las letras de la mayoría de las canciones incluidas en el repertorio, y que en ningún momento dejo de animar, por supuesto la banda lo agradeció recurrentemente a lo largo del show.

Y&T (Foto: Javi Puntas)

Cuando sonaron los primeros acordes de “Lonely Side Of Town” de su álbum de 1983 ‘Mean Streak’, con esa entrada tan melódica y una armonía inicial digna del Eddie Van Halen en su etapa más ochentera, grandiosos coros para darle más vida si cabe al tema, y una vez más el solo de Dave, que te pone la piel de gallina en cada momento. Venia otro clásico, que no era otro sino “Dont Stop Running”, del ‘In Rock We Trust’ de 1984, tema que fue bastante directo, es uno de sus cortes más accesibles y comerciales, pero siempre con muy buen gusto, esto dio paso a “Black Tiger”, de su disco homónimo lanzado en 1982, esta pieza raramente ha quedado fuera de su repertorio con el paso de los años, y esta vez tampoco fue la excepción.

Y&T (Foto: Javi Puntas)

En palabras del mismo Meniketti, este concierto en Barcelona era especial, ya que consistía en un repaso a toda su carrera, evidentemente la mayoría de los temas eran clásicos de sus primeros álbumes, pero prometió que al menos un tema de cada disco tocaría, y vaya si lo cumplió, Esto abre el eterno debate sobre que es mejor para este tipo de bandas, si aferrarse solo a su material más clásico, y que muchas veces es lo que la mayoría de seguidores quieren escuchar, o arriesgar y presentar más temas nuevos. A esa pregunta seguro Paul Stanley diría algo muy diferente a Steve Harris, por poner un ejemplo, en el caso de Y&T y teniendo en cuenta que su último trabajo en estudio es de 2010, tampoco están por la labor de arriesgar en exceso, aunque se agradece el hecho de que hayan tocado temas de cada uno de sus discos, en todo caso, el público recibió y reacciono a cada tema de manera vibrante y efusiva.

Y&T (Foto: Javi Puntas)

Una de esas grandes reacciones por parte de la audiencia llegó con “Mean Streak”, y no era para menos, ya que es un temazo, lleno de energía y vitalidad, con un coro súper pegadizo y que enganchó hasta al más escéptico, este tema consigue que vayas luego por el metro tarareando la canción en tu cabeza, fue uno de los momentazos de la noche. Qué decir de” Midnight In Tokyo, un medio tiempo con esas líneas de bajo tan logradas, un tema cargado de sentimiento, que cuenta con un solo de guitarra que desató la admiración, ovación y respeto a un monstruo, como es el señor Dave Meniketti, totalmente merecido.

Y&T (Foto: Javi Puntas)

Algo parecido sucedió con el himno “I Believe In You”, para la banda seguro fue muy especial ver al público corear y vivir con verdadero sentimiento cada segundo de esta preciosa canción, se notaba claramente en Dave, con sus gestos y cara de agradecimiento. Meniketti a pesar de no ser un vocalista muy técnico, otorga a sus temas los suficientes matices para que una canción como esta derrochara emotividad por todas partes, se puede repetir cuantas veces sea necesario, pero el solo de guitarra una vez más era soberbio, la congregación banda público en ese momento era total. De su último trabajo en estudio publicado en 2010 presentaron dos temas, la rockera “I Want Your Money”, y un tema bastante bueno y pegadizo como” I’m Coming Home”, que en su momento fue la carta de presentación de ese trabajo y fue con el que optaron por promocionarlo.

Entrando a la parte final del concierto, era imposible que tres temas del nivel de “Contagius”, “Summertime Girls” y “Rescue Me”, uno detrás de otro, no mantuvieran el nivel de intensidad vivido hasta ese momento, sino que aumentaba, el repertorio era largo y parecía que acababa de comenzar viendo la energía y ganas del público, la tónica se iba a mantener, y seguramente si Meniketti y los suyos hubieran seguido dos horas más, la alegría y la entrega hubiera sido la misma.

Y&T (Foto: Javi Puntas)

La banda exhausta se retiró para preparar el Encore que iba a constar de dos temas, “Sail On By” del ‘Endangered Species’ de 1998 y su gran clásico “Forever”, que termino de redondear una noche tremenda, de alegría por poder disfrutar del talento de esta banda en pleno 2019, y que nos demostró una vez más que los viejos rockeros nunca mueren, solo queda decir que después de haber disfrutado de un show de este nivel, la pregunta es, cuando nos visitaran de nuevo, empieza la cuenta atrás.