YOB: desafiando a la muerte y a las expectativas
Después de estar al borde de la muerte en más de una ocasión, Mike Sheidt vuelve a la carga como frontman de YOB. Los estadounidenses nos presentan su nuevo trabajo “Our Raw Heart” cargado de emociones y sensaciones, y acompañados de Wiegedood dieron un concierto que los amantes del doom metal no se podían perder.
Al anunciar este junio su nueva gira por Europa (con sus dos fechas en España), no nos esperábamos que YOB llegaran con tanta energía al escenario. Y es que después de pasar el mal trago de una enfermedad que lo mantuvo con un pie en la tumba durante meses, Mike Scheidt decidió verbalizar todo su malestar en su nuevo álbum “Our Raw Heart”. Y no sólo eso, sino que nos dejó pasmados con la energía que transmitió en el concierto junto con su banda de doom metal YOB, en la sala Bóveda en Barcelona el pasado lunes 29 de octubre.
Para los fans del género era una cita a la que no se podía faltar, por ser una de las bandas clave del estilo doom con discos clásicos como “Elaborations Of Carbon” y “Catharsis”. Además, como teloneros del acontecimiento nos recibieron los belgas Wiegedood, que los han acompañado en toda la gira por Europa (y seguirán en ello hasta inicios de noviembre). También presentaban su último LP, “De Doden Hebbet Het Goed III”, buen material para los amantes del black metal asistentes a la velada.
Las colas se iban acumulando para entrar en la sala, y cuando abrieron las puertas (un poco más tarde de lo que se esperaba) el público se aglomeró delante del pequeño escenario, que acumulaba los amplificadores y las baterías de las dos bandas. Menos mal que cada tanto YOB como Wiegedood sólo tienen tres miembros, ya que más no habrían cabido. El público estaba impaciente, y una vez colocados en su sitio, llegaba la hora de los teloneros.
Los cuatro temas de Wiegedood
Por el poco tiempo que llevábamos dentro de la sala casi nos sorprendió el inicio del concierto, un poco más tarde de lo que estaba programado. Debido a la presencia del equipo de YOB en la parte trasera del escenario, sólo disponían de la mitad delantera, que se repartieron como pudieron: la batería de Wim Sreppoc en el centro que delimitaba perfectamente los espacios del guitarrista Gilles Demolder a la izquierda y el guitarrista y cantante Levy Seynaeve a la derecha. Empezaron bien colocaditos y así acabaron, básicamente porque el espacio no daba para más.
Comenzaron con “Ontzieling”, el primer tema del segundo álbum de la trilogía “De Doden Hebbet Het Goed” de 2017. Al principio del tema el sonido dejaba mucho que desear: los tres músicos lo intentaron arreglar y, poco a poco, llegando al final del tema durante el solo, se iba llegando a la sonoridad ideal. Al llegar al fragmento sin distorsión del final que al igual que en el álbum serviría para encadenar con el siguiente tema, Gilles dio las últimas indicaciones de sonido. Así, al empezar “Cataract” con su punteo inicial suave pero oscuro, ya estábamos disfrutando de un sonido sorprendentemente bueno, que anticipaba el gran concierto que teníamos por delante. Con una preocupación menos, el público empezó a deleitarse genuinamente del black metal que nos traían los belgas.
A continuación, continuaron con el tema homónimo del tercer álbum de la trilogía, “De Doden Hebben Het Goed III” de abril de este mismo año y que nos venían a presentar. Levy, guitarrista y cantante, aprovechó el momento de pausa que ofrecía el final de “Cataract”, segundo tema de “De Doden Hebben Het Goed II” y del concierto, para afinar. Aun así, no pareció muy satisfecho con el resultado ya que aprovechó también el parón central del tema para volver a intentarlo, esta vez con éxito. A pesar de ello, continuaron con el que era ya el tercer tema del concierto sin que la contundencia del sonido disminuyera, y siguieron con la misma energía que nos transmitían desde el principio.
Ya llegaba el final del concierto con el cuarto y último tema: “Prowl”, el primer tema de su último lanzamiento “De Doden Hebben Het Goed III”. Se trata de un tema muy reconocible al empezar con gutural solo, sin acompañamiento instrumental, uniéndose luego baterías y guitarras para dar lugar a un sonido oscuro y brutal. Después de un parón central necesario después de la descarga, volvieron a la carga completando el tema con el canto difónico tan peculiar del final del tema, y dieron por finalizado el concierto con una gran ovación de un público sorprendido (y para bien), pero con ganas de más. Sospechamos que ese retraso en el horario programado obligó a los belgas Wiegedood a saltarse un tema, pero aun así dieron un concierto para estar orgullosos.
La resurrección de YOB
Después de recoger todo su material con el tempo pisándoles los talones, Wiegedood abandonó el escenario para dejar lugar a los preparativos de los cabezas de cartel. La sala, que durante la actuación de los teloneros no estaba especialmente llena, se vio de repente invadida hasta el punto dificultar considerablemente la circulación. Y es que el público lo sabía, llegaba la hora de lo que habían venido a ver. A las 21:30 casi en punto, casi tal como estaba previsto, empezaron los estadounidenses YOB a dar la hora y media de caña que tenían preparada para los fans de Barcelona.
Lo primero que llamó la atención al público, fue la pasión y expresión con que se movía Mike Scheidt. Siempre al ritmo más bien lento típico del género doom, pero desde luego se notaba que lo vivía al máximo con sus compañeros Travis Foster (batería) y Aron Reiseberg (bajista). Y es que a los más enterados no les pareció raro en absoluto: después estar al borde de la muerte en más de una ocasión debido a una enfermedad intestinal, se sentía más vivo que nunca. Su nuevo trabajo “Our Raw Heart” recogió todas las ideas de un Mike Scheidt que no sabía cuánto iba a vivir, resultando en una música llena de emociones y preocupaciones, y evidentemente la voluntad de demostrarlas.
Y así lo hizo, empezando el concierto con “Ablaze”, el primer tema de “Our Raw Heart”. Como pasó en Wiegedood, este tema sirvió para mejorar el sonido, que ya tenía una buena base desde el principio, pero sin impedir aumentar más aún el reverb en la voz y así darle más profundidad. Continuaron con “The Screen”, segundo tema y single del nuevo trabajo. Se notaba un aprecio especial a este tema de ritmo tan pegadizo, ya que la energía del trío estadounidense se contagió rápidamente a los asistentes, que movían sus cabezas a la par.
A continuación, volvieron a sus inicios con “Ball Of Molten Lead” del “The Illusion Of Motion” (2004), tema en el que el batería cambió sus baquetas momentáneamente para conseguir un efecto más profundo y después un final muy crudo apreciado del público, continuaron con “The Lie That Is Sin” (“The Great Cessation”, 2009). Los asistentes observaban concentrados la introducción atemporal, que necesitaba la coordinación de los músicos, cuando se hizo el silencio, exceptuando por unos sencillos acordes sin distorsión en la guitarra. Este ambiente se alargó hasta que los fans empezaron a mirarse entre sí, y continuaron entonces con la canción.
Siguieron después con “Our Raw Heart” y “Grasping Air”, sin abandonar en ningún momento la pasión y energía que transmitían, y ya llegaban al final de la velada. Como último tema eligieron “Marrow” del “Clearing The Path To Ascend” (2014). El punteo guitarrístico del concierto despertó en el público una emotividad que arrancó un aplauso, y un impulso hacia el final del concierto, no sin antes pasar por el momento más pasional del concierto: las voces graves y guitarra expresiva de Mike Scheidt, más una batería que casi demostraba el cansancio de la existencia, y un bajo contundente y profundo. Ya había pasado la hora y media de concierto, y los músicos recibieron una larga ovación de un público emocionado que probablemente ya esté deseando la vuelta de unos grandes del doom metal.
Texto: Júlia Benevelli | Fotos: Beto Lagada
Promotor:Madness Live!
Día:2018-10-29
Hora:20:15
Sala:Bóveda
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Wiegedood
Puntuación:8
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