Watain: sin fuego en Barcelona

Los suecos pasaron por Barcelona en su gira europea “Trident’s Curse”, en la que presentaban su nuevo trabajo “Trident Wolf Eclipse” de este mismo enero. El evento organizado por Madness Live traía de teloneros a Rotting Christ y a Profanatica, ambos con nuevo material que enseñar al público barcelonés.

El pasado miércoles 14 de noviembre entramos en la Razzmatazz 2 preparados para una sesión de black metal encabezada por Watain y su parafernalia, pero no sin pasar antes por los griegos Rotting Christ y los estadounidenses Profanatica. Los tres grupos se han aliado en esta gira por Europa llamada “Trident’s Curse”, que lleva activa desde el 2 de noviembre y se alargará hasta el 25 del mes. Evidentemente, no podía faltar su fecha por Barcelona (de la mano de Madness Live), para cumplir con el propósito de presentar el último LP de Watain, “Trident Wolf Eclipse”, que vio la luz el pasado enero.

Pero antes de llenar el escenario de velas para preparar el ritual de Watain, los teloneros no se quedaron atrás: Rotting Christ aprovechó la ocasión para anticipar a los fans de Barcelona su futuro álbum “The Heretics” desvelando uno de sus temas, y Profanatica traía bajo el brazo su EP recién sacado del horno “Altar Of The Virgin Whore”. Las vestimentas peculiares y los elementos rituales no pasaron desapercibidos en ninguna de las bandas: desde el corpse paint estandarizado de Watain hasta las indescriptibles pintas de Profanatica con sus túnicas personalizadas. Poco a poco se fue llenando la sala que alcanzó la dificultad de circulación con cabezas de cartel, pero desgraciadamente pocos fueron los fans que vinieron a disfrutar el concierto desde las 19:00, momento en que empezaron a tocar Profanatica.

La blasfemia en boca de Profanatica

Puntualísimos empezaron los estadounidenses Profanatica, que actuaban como primeros teloneros de la velada de black metal. La banda venía a presentar su último trabajo, el recientísimo EP “Altar Of Thee Virgin Whore”. Entraron en el intencionadamente poco iluminado escenario tres miembros, guitarrista, bajista y batería-cantante, con un sencillo corspe paint blanco y un triángulo invertido debajo de cada ojo (casi a modo de bufón), todo enmarcado por un peculiar pasamontañas medieval, y una túnica roja y negra. Desde luego, sus ropajes no dejaron indiferente a ninguno de los asistentes.

Profanatica (Foto: Lluís García)

Enfundados en tal ambiente, que emulaba a la perfección la blasfemia abundante en sus letras, empezaron el concierto. Lo más sorprendente, ya que se ve poco a menudo, fue el batería compaginando su actividad con la de cantante. Es probable que por ese motivo el público, aunque satisfecho con el resultado del concierto, no parecía muy animado: el escenario carecía de la usual energía que puede transmitir el movimiento del cantante, por lo que el ambiente era más bien estático. El sonido era presentable, la contundencia del bajo era notable e incluso a veces cubría en exceso el sonido de la guitarra, pero como concierto fue una buena introducción a lo que nos encontraríamos más adelante en la velada.

El turno de Rotting Christ

En los veinte minutos que tardaron en colocar el escenario para los griegos, la sala se llenó considerablemente y los fans expectantes de ver a Rotting Christ se aglomeraron enfrente del escenario de la Razz. Ya era la segunda vez que estos músicos visitaban Barcelona en este mismo año, en febrero con Carach Angren, así que decidieron ofrecer un setlist completamente diferente. Esta vez, en su breve hora de concierto, se decantaron por temas del “Rituals”, su último LP sacado en 2016, como “Apage Satana” o “Elthe Kyrie”, que fueron coreadas enérgicamente. Tampoco se olvidaron de su pasado, recordando temas como “The Sign Of Evil Existence”, del “Thy Mighty Contract”, o “Forest Of N’Gai”, del “Passage To Arcture”.

Rotting Christ (Foto: Lluís García)

Como ya anunciaron en sus redes sociales, en 2019 podremos disfrutar íntegramente de su futuro álbum “The Heretics”, pero mientras tanto nos trajeron un anticipo de lo que vamos a encontrar en él, “Fire God Death”. También sorprendieron a los fans con la mítica cover de Thou Art Lord, “Societas Satanas”, con la que reclamaron al público la formación de un circle pit enfrente del escenario. No fue difícil ya que su petición llevaba en marcha un buen rato, aunque intermitentemente. Su puesta en escena fue bastante menos llamativa que la de sus compañeros de gira: sin corpse painting y con vestimenta normal, su anticristianismo y su llamamiento al satanismo y a la mitología griega se quedó íntegramente en su música.

Rotting Christ (Foto: Lluís García)

Evidentemente no se olvidaron de su exitoso “Kata Ton Demona Eaftou”, del que tocaron canciones como “In Yumen / Xibalba”, con sus interesantes efectos de bajo a lo glissando, o “Grandis Spiritus Diabolos”, con la que acabaron su aportación al concierto, y que los fans no pudieron evitar corear al máximo. A pesar de ser tan enérgicos como siempre en su actuación y de que su propuesta de setlist fue bastante decente, hubo un ápice de descontento general con el resultado final, que fue algo insustancial. Esperemos que vuelvan para presentar su nuevo trabajo “The Heretics” el año que viene, con un concierto algo más memorable.

El delicioso aroma a… Pelo quemado

Rotting Christ se bajó del escenario y los backliners empezaron a sacar candelabros por doquier. Por fin llegó la esperada hora de los cabezas de cartel: los suecos Watain venían a presentar oficialmente su nuevo trabajo “Trident Wolf Eclipse” que vio la luz el pasado 5 de enero. Salieron al escenario rodeados de su habitual parafernalia simbolista, preparados para el ritual: los ya mencionados candelabros con pequeñas velas, tridentes plasmados en todos lados… Pero como era de esperar, los míticos chorros de fuego que normalmente traen Watain a sus conciertos (por lo menos en los festivales) no se pudieron montar en la Razzmatazz, al igual que sus tridentes encendidos. Aun así, lo ambientaron como pudieron, y por lo menos tenían sus continuas luces rojas y su estética completamente black, con corpse painting y sangre falsa para tirar al público incluidos en el pack.

Watain (Foto: Lluís García)

Entre los temas de su nuevo trabajo pudimos escuchar “Nuclear Alchemy” al principio del concierto, como tema bastante potente, seguido de “The Child Must Die” del “The Wild Hunt” y “Puzzles Ov Flesh” del “Casus Luciferi”. Poco a poco, un ligero olor agresivo a putrefacción y a pelo quemado empezó a llenar la sala, así como dejar confusión (y sangre) en las caras de los asistentes. De este modo, continuaron el concierto volviendo otra vez al presente con “Furor Diabolicus” o “Sacred Damnation”. Pero no fue hasta “The Golden Horns Of Darash”, del “Casus Luciferi”, y la adorada “Malfeitor”, del “Lawless Darkness”, que el público se animó realmente, poco después de la mitad del concierto. La sala estaba a rebosar, además de ocasionales circle pits que se iban formando en el centro.

Sobre las 22:25 se marcharon del escenario dejando atrás una outro bastante épica, que dejó a los más curiosos mirando confusos al escenario pendientes de una nueva canción (ya que no hubo despedida clara). Pero los más conocedores de la banda sabían (aunque extrañados) que, a pesar de la hora tan temprana, estábamos delante del ritual de despedida de Watain. De este modo tan accidentado terminó la banda sueca su aportación de la gira “Trident’s Curse” a Barcelona; a los fans que se quedaron insatisfechos solo les queda esperar a una posible futura fecha en la ciudad condal.