WarCry: doblete descafeinado en Madrid

Quizás resulte innecesario decir por qué WarCry hizo un lleno absoluto en su primera fecha anunciada en Madrid, pero para quien aún se considera un escéptico de estas ya leyendas del power metal en España, se lo contamos.

Un poder de convocatoria que creó mucha expectación entre los asistentes, que hacían cola para esperar a entrar y poder disfrutar de los asturianos, tras tres años desaparecidos de escena por la capital.

Realmente, era de esperar, con toda la experiencia acumulada tras diversas giras por Latinoamérica y conciertos en grandes espacios como el Palacio Vistalegre, allá por 2012, casi en las mismas fechas. Así que ya fuera por revivir su directo o escuchar alguno de los últimos temas de su ‘Donde El Silencio Se Rompió’, Warcry reunió a cientos de fans en su Rompiendo El Silencio Tour. Y además, también en esta ocasión, incorporarían al reconocido violinista Vasco Vassilev entre su elenco, para deleite de todos nosotros. Un artista con el que ya contaron el el último Warcry Symphonic de Asturias del pasado noviembre.

Warcry y su segundo concierto consecutivo

Tras la apertura y una breve espera (quizás lenta para muchos, que esperaban fervientes el inicio del concierto) Warcry volvía a sonar en La Riviera una noche más. Esto no era un deja vu, sino una realidad que presentaban con gran fuerza y un Víctor García que también en esta ocasión, resonaba potente, enérgico y caracterizado por esa chispa que hace temblar el escenario. A pesar de su espectáculo de dos horas y media del día anterior, todos ellos volvían a conquistar a su público, canción a canción, en la primera hora de concierto, aunque también es cierto que los más acérrimos notaron, quizás por el propio cansancio de los artistas, que no estaban cumpliendo del todo con lo esperado.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

El frontman nos introducía así, moviendo sus melenas, en una atmósfera con las contundentes líneas de bajo que caracterizan a Roberto García y esa lección técnica de un maestro como es Pablo García, a la guitarra. Incansables, volvían a tocar alguno de los temas de la noche anterior, si bien introducían variaciones en el setlist con otras canciones o cambios en el orden de las ya tocadas.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

Pasamos el primer tercio del concierto, con un técnico de iluminación que ambientó de principio a fin completamente sincronizado con las canciones de la banda, entre rojos, verdes y azules, una sutil bruma y unas luces estroboscópicas que hacían deslumbrar a la banda en los puntos más álgidos de sus canciones. Ese técnico que, junto al de sonido, suele ser un gran olvidado y que sin embargo, realizó un trabajo excelente durante todo el concierto.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

Tras esta primera parte en la que los asistentes calentaron su voz para acompañar a la banda, llegamos a su “Ardo Por Dentro”, en el que Warcry daba gran protagonismo al arte de Santi Novoa, que hacía frente al público junto a su teclado. Un tema solemne que los congregados no dudaron en corear en cuanto comenzaban a oír las primeras notas de este gran himno, junto a Vasco Vassilev, invitado por primera vez a subir al escenario.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

El violinista, recién aterrizado de Tokio según comentaba el propio Victor García, nos sorprendía al final de la canción en un “cara a cara” frente a Pablo García. Como si de un duelo épico con el demonio Lou del Guitar Hero se tratase, uno y otro se dejaron la piel. Y es que el violinista búlgaro improvisaba con garra dejando a todos los presentes impresionados con su talento. Una magia que lleva años cosechando y que, por cierto, le ha llevado a trabajar junto a Sting o los Rolling Stones.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

“Os voy a pedir un poco de energía, y sé que la tenéis. ¿Sabéis por qué lo sé? Porque tengo mucha, mucha, mucha fe en vosotros”, se dirigía Victor García a los asistentes, que aplaudían y jaleaban ante del comienzo de “Quiero Oírte”, de su álbum ‘Inmortal’.

Lo mejor, para el final

Según se iba acercando el cierre, Warcry volvía a invitar en diversas ocasiones a Vasco Vassilev para emocionar a los allí presentes, mientras iba mejorando su directo. Y es que, era de esperar: “Nana”, que ya habían interpretado el día anterior, volvía a sonar. Igual de emotiva, igual de envolvente. Una canción que el público acompañó dando calor a toda La Riviera, en la que veíamos corear a muchos entre abrazos y miradas de complicidad. 
Después de este cálido momento llegaba “Así Soy”, tema de su álbum ‘Donde El Silencio Se Rompió…’, no sin antes “jugar” con los presentes. Victor animaba a cantar a los congregados toda esta declaración de intenciones, “canción que sobra presentar” según el propio Victor y que resonaba potente mientras el público comenzaba a saltar (y darlo todo), ondeando alguna que otra bandera de la banda en los momentos del estribillo.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

Al llegar “Keops” el público sin embargo, parecía no acabar de conectar con la banda, puede que esperando quizás un tema más aceptado en los últimos minutos que le quedaban a Warcry. Tras pedir una y otra vez “otra más”, sin embargo los primeros acordes produjeron un silencio bastante rotundo en la sala. Es probable que aún apostando por algo más nuevo, hubiera sido más aceptado (y acertado) tocar algún clásico que muchos echaron en falta como “Señor” o “Aire”.

Con temas como “No Te Abandonaré” o “Devorando El Corazón” donde enfocaron las luces hacia el público, como si de un rayo de luz se tratara, volvían a recuperar a su gente, que de nuevo coreaba los temas. Es en este momento en el que Victor hace una pausa para dar de nuevo protagonismo a Vasco Vassilev, que armonizaba con una introducción algo extendida de la canción “El Guardián de Troya”, acompañada con una gran proyección de las letras del tema a sus espaldas.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

Ahora sí, ya llegábamos a los últimos temas del concierto con “Capitán Lawrence”, que contó con un impresionante solo de batería al final de la canción, para despedirse por todo lo alto. Pero si algo estaba claro es que no se marcharían sin antes tocar, al igual que el día anterior, su “En Un Lugar Sin Dios” y “Hoy Gano Yo”.

WarCry (Foto: Roberto Romero)

Así, Warcry cerraba el segundo concierto de Madrid entre minutos de aplausos de un público que se negaba a abandonar La Riviera en una noche fantástica que quizás, podría haberse exprimido un poco más. La banda sonó contundente, eléctrica, brillante… pero quizás no tanto como a muchos de los presentes le hubiera gustado. ¿Le habrá pasado factura una segunda fecha consecutiva? Realmente, no se lo podemos reprender. Pero sí deseamos que su vuelta por la capital sea mucho más temprana que la de esta ocasión.