Volbeat: Metalabilly up your ass en Madrid
Noche de miércoles y La Riviera llena para ver a Volbeat, quienes venían presentando su último largo ‘Rweind, Replay, Rebound’. Acompañándoles, el progresivo cuarteto georgiano muy similar a Mastodon y Danko Jones, quien sería el ganador de la velada.
Danko Jones: una apertura más que digna
Con una prontitud exagerada (especialmente teniendo en cuenta la hora a la que acabó la velada) Danko Jones rompía sus primeros acordes al son de “I Gotta Rock”. Poco tardó, especialmente considerando las condiciones en las que se encontraba, en meterse al público madrileño en el bolsillo. Al acabar el tercer tema, “First Date”, el americano ya recibía el calor de la capital al son de “Dan Cojones! Dan Cojones!” lo cual pareció animarle de cara a la segunda mitad del repertorio.
Yendo a lo que funciona, con temas como “Full of Regret”, “Had Enough” o terminando con “My Little RnR”, Danko Jones sólo dio cabida a dos temas de su último largo dentro del repertorio. Además del premio a ovación (la mencionada fue la única que se oyó en toda la noche) también se llevó al de mejor sonido: nítido, directo y potente; como tiene que ser un buen concierto de Rock and Roll.
Baroness: quiero y no puedo
Mientras La Riviera nos congelaba a golpe de aire acondicionado como si del AVE se tratase, Baroness arrancaban a las 19:30 en 7/4 con un sonido muy pobre y atolondrado. Una bola de graves, que se acentuaría con el uso del sintetizador de su bajista, fue la gran protagonista de un concierto potencialmente maravilloso. La música de Baroness, densa y compleja al oído medio, es poco acorde a la de Danko Jones y Volbeat, lo que creó un sentimiento agridulce sobre la conveniencia de su presencia en este cartel. Las voces, inaudibles salvo los más agudos, eran algo monótonas en ocasiones: siempre usando el mismo registro de armonías entre John Dyer Baizley y Gina Gleason.
La ejecución fue perfecta, y la presencia escénica del cuarteto es más que solvente, acompañados por una animación en la pantalla de la sala (cortada por el telón que cubría la batería de Volbeat) que cambiaba según el tema. Cabe destacar el mérito de esta animación, que, sin mucho riesgo, uno se atreve a apostar que está diseñada por el líder de la banda, como el resto de sus trabajos artísticos, incluyendo el merchandise. Sonaron temas representativos como “March to the Sea” o “Isak” y de su último disco, ‘Gold & Grey’, como “Tourniquet” o “Front Toward Enemy”. Baroness demostró que son una gran banda a pesar de estar nadando a contracorriente, y a más de uno le dejaron con ganas de más.
Volbeat cumplen con su cometido
Hacía ya mucho tiempo que Volbeat no pisaban una sala madrileña, y a los hechos podríamos remitirnos que La Riviera se les quedó pequeña. Cabezas de cartel en Rock Am Ring y llenando Telia Parken en su tierra, mientras que aquí sólo hacen una sala inferior a dos mil personas. Es lógico que las entradas se agotasen hace meses. Mezclando “Born to Raise Hell” y “Red Right Hand” (el tema de la serie Peaky Blinders) entraban en el escenario los daneses al son de “Hallelujah Goat”, con el público madrileño entregadísimo.
Una de las grandes incógnitas de este concierto sería la voz de Michael Poulsen tras su episodio reciente en Belfast, y, mientras que no decepcionó, el frontman dejó caer algunas señales de flojera en las cuerdas. La edad pasa factura a todo el mundo, me temo. La banda sonó compacta, pero, una vez más, una bola de graves inundó la platea sobre la que el público cantaba los estribillos de “Lola Montez” o “For Evigt” (aunque sean la misma canción prácticamente). La producción, discreta pero funcional, acompañaba con diversos cambios de color y una pantalla delante de la plataforma de la batería.
Se notó que Madrid tenía hambre de Volbeat, ya que el público no cesaba, a expensas de la sequedad de Poulsen a la hora de interactuar, de saltar, bailar y cantar. Uno de los puntos álgidos de la velada fue la entrada de Danko Jones para colaborar en “Black Rose”, a quien se le volvió a despedir al son de “Dan Cojones!”. Llegados al ecuador del concierto, “When We Were Kids” dio la nota más tranquila al concierto, que seguiría con “Pelvis on Fire” de su último disco. Se nota que no ha sido un disco muy aclamado, a expensas de quizás el primer single “Leviathan”, el cual interpretaron en los bises y caldeó la traca final del concierto.
Un pequeño homenaje a Slayer con “Slaytan” y entramos en la recta final con “Dead But Rising” y una versión muy ralentizada de “Fallen” (una pena, con el buen tema que es). “Seal the Deal” y “Last Day Under The Sun” pusieron fin al grueso del concierto, a falta de los bises. A Poulsen se le veía ya con ganas de acabar. Los bises tuvieron el reciente hit “The Devil’s Bleeding Crown”, “Leviathan”, “Pool of Booze, Booze, Booza” y, como siempre, acabaron con “Still Counting”, su mayor éxito, con el que Volbeat lograron motivar al público para participar en un pequeño pogo que sirvió de guinda para el respetable.
Desde el punto de vista del fan de Volbeat, el concierto fue un placer, con los grandes éxitos por bandera y algunas del nuevo disco. Para el curioso o el fan de la música, fue un concierto de hard rock más, con sus altibajos.
Texto: Diego Solana | Fotos: Paco García
Promotor:Live Nation
Día:2019-10-09
Hora:18:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Teloneros:Baroness. Danko Jones
Puntuación:7
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