Vhäldemar y Leize, distintos pero triunfadores en Barcelona

Con sus respectivas actuaciones, Leize entre la nostalgia y la eficacia y Vhäldemar apostando a la locura y al espectáculo, demostraron que se puede disfrutar de ambas opciones por distintas que sean.

Los legendarios Leize y los no tan veteranos pero sí experimentados Vhäldemar, fomando un sólido cartel de gira conjunto, se presentaron en la sala La Nau de Barcelona el pasado 12 de marzo dejando a los asistentes completamente satisfechos.

Leize de ayer y hoy

Formados en 1982, Leize son unos auténticos supervivientes en lo que respecta a la escena del hard rock y el heavy metal español cuya eclosión tuvo lugar en los ’80. Después de un largo periódo de silencio de alrededor de casi diez años, en 2006 reanudaron sus actividades: En la actualidad la formación está integrada por dos de sus miembros históricos, el vocalista y guitarrista Félix Lasa y el bajista Toño Rodríguez, a quienes acompaña desde 2017 el batería Ibi Sagarna, músico curtido de la escena vasca vinculado a otra banda de renombre como Estigia. Completa la banda el guitarrista Mikel Lazkano, en el grupo desde 2019 y quien aporta la savia nueva.

Leize (Foto: Pablo Gándara)

Evidentemente, hubo mucho aficionado que acudió a la sala La Nau por el reclamo de Leize, prueba de ello quedó constatada cuando, una vez terminada su actuación, algunos seguidores del grupo de Zestoa desaparecieron de las primeras filas.

Leize (Foto: Pablo Gándara)

Con un estilo que podríamos situar como eslabón entre el rock robusto de Barricada y el heavy de bandas como Obús o Barón Rojo, Leize encontraron su propio lugar, algo que demostraron plenamente en su actuación que arrancó con “Un Paso Más” de su último álbum titulado precisamente ‘Leize’, publicado el pasado 2021 y que fue el más representado de toda su discografía con cuatro canciones. Un tema muy potente dinámico y pegadizo que puso a los seguidores en sobre aviso de lo que se preparaba y que también mostró las cualidades de Mikel en cuestiones solistas y de cuyas cualidades se pudo disfrutar durante todo el recital.

Recordando los inicios

Del último trabajo se pasó a su debut, el ya lejano ‘Devorando Las Calles’ de 1988 con aquella famosa portada mostrando a un guitarrista en acción en primer plano. El contagioso estribillo de “Caminando” y sus melodías guitarreras calaron de llenó en los presentes que aumentaron su entusiasmo, sobre todo en lo que respecta en las primeras filas, mientras que “Mi Lugar” dejó al descubierto las influencias de AC/DC con su riff y ritmo sostenido, acompañados de otro estribillo ideal para que los aficionados lo coreasen.

Leize (Foto: Pablo Gándara)

Mientras sobre el escenario se notaban las caras de felicidad de los músicos y entre el público crecía la satisfacción y empezaba a cantar parte de las letras, se sucedieeron la vibrante “Alambre Fino” y la pasional “Hundiéndome En La Noche”, hasta que le tocó el turno a “Sangre De Barrio”, otro gran clásico de su debut que constituyó uno de los momentos intensos de la actuación con Mikel y el bajista Toño tocando en medio del público a hombros de los pipas y con un final del guitarrista en plan Ted Nugent.

Leize (Foto: Pablo Gándara)

Con un sugestivo ritmo de bajo y batería dando entrada a “No Me Da La Gana”, se reanudó el concierto, con Félix imponendo su estilo vocal quien, seguidamente, anunció “Futuro Para Mí” otra de las canciones con cuya letra se identifica el público y que cantó junto a la banda. Más sensible fue, sin duda, la interpretación de “Otra Noche Más”, añadiendo un plus de sentimiento en el ambiente y con Felix ejecutando el solo de guitarra mientras los presentes cantaban y saltaban emocionados.

Leize (Foto: Pablo Gándara)

Con “No Podrán” sesurgió la marcha guitarrera, los ritmos impetuosos y las enérgicas voces reivindicativas, cosa que se mantuvo con el sencillo de su último álbum “Ya Lo Sé”, ideal para que Mikel volviera a exhibir su talento, respaldado rítmicamente por sus tres compañeros. “Sin Sitio” y la enérgica “Sospechoso”, con la guitarra dominando la situación junto a un carismático estribillo, Leize enfilaron la recta final, aunque todavía quedaban un par de cartuchos en la recamara.

Para la siguiente pieza, “Buscando… Mirando”, Felix invitó a unos colegas que estaban entre el público a que subieran al escenario, lo que hicieron de inmediato para ofrecer en plena auforia una leccion de genuino “air guitar”. Para concluir su actuación Leize “tiraron” de clásico, ejecutando “Devorando Las Calles” en plena comunión con los asistentes que acompañaban cantando las letras en señal de completa satisfacción por lo que los vascos habían ofrecido sobre las tablas, tras alrededor de 90 minutos.

Vhäldemar: virtuosismo, humor y espectáculo

Con las reconocibles notas de guitarra de “Death To The Wizard” correspondiente a su último trabajo ‘Straigth To Hell’, del que llegaron a interpretar hasta siete de los diez temas que contiene, irrumpieron en el escenario los miembros de Vhäldemar para ofrecer un recital de alto voltaje y un nivel impresionante, además de las locuras de su vocalista Carlos Escudero, todo un espectáculo sobre las tablas con su personal registro, además de su gratificante sentido del humor y cuya frase de guerra fue “¡A muerte!”.

Vhäldemar (Foto: Pablo Gándara)

Si al inicio Jandro había mostrado su contundente pegada para hacer que la batería sonara brutal, con “1366 Cold King’s Visions”, se pudo disfrutar de la presencia del bajo de Raúl así como del talento de Pedro con la guitarra, cosa que se volvió a apreciar cuando ejecutó el solo incluido en la pegadiza “Straight To Hell” y más aún al interpretar la intensa “Afterlife”, con todo el grupo centrado en exhibir sus mejores atributos. Llegado el turno de “Metalizer” todo un himno muy en la línea de Accept y perteneciente al álbum ‘Against All Kings’ de 2017, Carlos bajó del escenario para cantar junto a un público entusiasmado.

Rompiendo micros y repartiendo whisky

Las notas del teclado a cargo Jonkol, quien a lo largo del tema pudo mostrar sus cualidades, dieron la entrada a la épica “Howling At The Moon”, en la que se volvió a ver a un excelente Pedro tras las seis cuerdas y durante la cual la base del micro de Carlos se partió en dos, quedando el palo torcido. A pesar de los esfuerzos del vocalista por colocarlo en su lugar fue imposible y acabó dirado en el escenario, aunque utilizado alguna vez por el frontman para alguno de sus disparates.

Vhäldemar (Foto: Pablo Gándara)

El recital continuó con “Fear”, una pieza con partes de ritmo sostenido muy al estilo Manowar donde Raúl se hizo cargo de las voces en varios tramos y que resultó uno de los momentos apasionados del concierto contando las irrupciones respectivas de Pedro y Jonkol. Antes del siguiente tema, Carlos sacó su botella de Jack Daniels y desde el mismo escenario vertió el contenido sobre las gargantas de dos afortunados seguidores de la primera fila. Con canciones como “My Spirit” y “Black Mamba” la actuación continuó a un nivel excepcional en cuanto a individualidades y como conjunto. Una vez llegó el turno a “The Old Man”, Carlos procedió a la presentación de la banda alargando el tema considerablemente, no sin antes dar un paseo por la zona de fotógrafos.

Vhäldemar (Foto: Pablo Gándara)

Con todo el grupo aportando, una vez más, sus aptitudes, la épica “Old King’s Visions (Part. VI)”, fue una despedida momentánea. Sin apenas dejar el escenario, los músicos retornaron para afrontar los bises, que iniciaron de forma intratable con “Breaking All The Rules”, a la que siguió “Lost World” ya en plan desmadre con los componentes de Vhäldemar intercambiándose los instrumentos, algo que continuaron haciendo en “Energy”, con Carlos bajando de nuevo para interactuar junto al público, Pedro tocando con la guitarra a la espalda y el resto de la banda dándolo todo tras hora y media de actuación, en un final impactante a un nivel de calidad que puede competir de igual a igual con cualquier grupo similar a nivel internacional.