Trivium y Heaven Shall Burn le dan su merecido a Bilbao en el inicio de su gira española
La banda de Matt Heafy demostró estar en excelente estado de forma. Ante una sala llena, el guitarrista y cantante, supo manejar los tiempos y meterse al público en el bolsillo con un repertorio que repasó toda su discografía.Los acompañantes de la jornada cumplieron su parte y convencieron y gustaron a partes iguales, en especial los veteranos del death metal Obituary.
La esperada parada en Bilbao de la ruta del festival gallego Resurrection Fest trajo un pedazo de su esencia a la capital vizcaína, donde el público respondió agotando el papel días antes. Largas colas antes de la apertura de puertas para disfrutar de un cartel de lo más contundente para los amantes del death metal y los sonidos más contundentes.
La energía y descaro de Malevolence
Ya con el concierto empezado, la tardanza con el horario de apertura de puertas hizo que muchos se perdieran gran parte del bolo de los ingleses. Aún así, la sala ya presentaba un casi lleno a eso de las 18:15h.
Al joven quinteto se le quedó pequeño el escenario con tanto backline sobre él. A excepción del batería, el resto no pararon quietos sobre las tablas, expresando con saltos, patadas y giros la energía de la que fueron poseedores.
Apenas fueron treinta minutos de actuación, pero fueron suficientes para dejar exhaustos a buena parte de la sala que no dejó de moverse en círculos en varios temas. Entre el hardcore, el doom metal y el metalcore, el quinteto mostró un extenso abanico de cartas. A la mayoría de temas de su reciente ‘Malicious Intent’ se le sumaron “Keep Your Distance” y “Self Supremacy”.
Entre medias de tanto muro sonoro, tuvieron tiempo para tomar carrerilla con la sosegada “Higher Place”, su último sencillo, con la sala iluminada sólo con los móviles, que en general, estuvieron siempre guardados en los bolsillos. A destacar la aportación a las voces del guitarrista Konan Hall en varias canciones.
Cuando Obituary se hacen cortos
Se vieron varias camisetas entre el público con el logo de la banda de Florida. Un logo que se proyectó en el techo de la sala momentos antes de que las luces se apagaran y salieran a escena los veteranos del death metal.
Después de una intro instrumental de guitarras rocosas, John Tardy apareció en escena para acto seguido desaparecer entre el denso humo que lo llenó todo mientras interpretó “Sentence Day”. Acompañándose siempre del pie de micro, el cantante caminó de lado a lado del escenario buscando la complicidad de sus compañeros en varias ocasiones.
Sin parones entre los primeros temas, la formación se mantuvo sólida y sonó bastante bien. A la guitarra principal de Kenny Andrews se le sumaba el ritmo frenético de la de Trevor Peres. El otro Tardy, Donald, levantaba bien alto sus baquetas para azotar sin miramientos la caja y los platos de su batería.
Después de “The Wrong Time” el single de su último disco, la banda hizo un mini parón para coger aire y dejar respirar el bolo. “ Don´t Care” dejó claro que la faceta de John como vocalista sigue intacta y mostró en todo momento un gran nivel, tanto de calidad como de volumen.
Para la parte final se fueron a la densidad de “ I’m In Pain” y cerraron en poco más de treinta y cinco minutos una soberbia actuación que a más de uno le supo a poco por la buena actuación que dieron Obituary sobre el escenario de la sala de Bilbao.
Heaven Shall Burn convencieron sin sorprender
Con el backline de las dos bandas predecesoras ya retirado, y con batería propia, Heaven Shall Burn tuvieron todo a su favor para ofrecer un gran recital, y lo dieron. El problema fue la poca amplitud que ofreció su setlist en comparación con el gestionado por el resto de bandas de la noche.
La banda de Marcus Bischoff sonó potente, quizás demasiado en algunas partes, lo que hizo que la voz del cantante no se apreciara con tanta claridad. ‘Of Truth And Sacrifice’ su última referencia de estudio copó gran parte del setlist, dejando a ‘Antigone’ en segundo lugar.
La poderosa “ My Heart And The Ocean” hizo que quedaran claras, desde el principio, las intenciones de la banda de no dejarse nada por el camino. La guitarra de Alexander Dietz sobresalió en varios cortes como en “Hunters Will Be Hunted”. También lo hizo Maik con sus seis cuerdas en otras partes pero sin ser estas tan acusables.
La versión de “Black Tears” les alejó un poco de las profundidades en las que tan bien se desenvuelven, y sacó algunas partes más melódicas de la banda y sobre todo del rango vocal de Marcus, que hasta entonces navegaba en tonos más graves. Aquí la sala respondió y coreó las dos palabras del título de la canción mientras que Marcus les apuntaba con el micro.
La segunda mitad de la actuación mostró a unos Heaven Shall Burn muy poderosos y seguros. La dupla de “Awoken” con “Endzeit” mantuvo la conexión con el público y “Numbing The Pain” deleitó y premió a los seguidores más veteranos de la banda.
Trivium, el samurai imbatible
Una gran lona negra descendió del techo y se posicionó frente al escenario, tapando a la vista del público todo lo que detrás aconteció. A su retirada, con los primeros acordes de “Rain” Matt Heafy saludó a los presentes con característico gesto de sacar la lengua mientras tocaba su guitarra.
La escenografía estuvo protagonizada por elementos de la cultura japonesa como dos dragones enroscados con ojos brillantes rojos a los lados. La lona de fondo era un gran cuadro japonés, la batería elevada, se disponía de dos puertas torii y a los lados, una fila de amplis que servían de lienzo longitudinal a un extenso dragón dorado.
‘In The Court Of The Dragon’ es, hasta la fecha, su último trabajo discográfico, y esta gira sirve de presentación a todo ese mundo, aunque sorprendentemente sólo “A Crisis Of Revelation” entró en el setlist. Tanto ‘Ascendancy’ como ‘In Waves’ tuvieron más protagonismo.
Matt se mostró bastante cercano, comunicativo y expresivo con el público. Dejó constantes guiños a los locales con frases en euskera como “Zer Moduz?” o “Eskerrik Asko” a parte de otras en castellano. Picando siempre con la estrategia de decir que los franceses (su anterior parada en la gira) fueron más enérgicos, el público de Bilbao intentó contradecir al líder de la banda.
El doble pedal de la batería de Alex Bent dejó impronta en buena parte de la noche a la vez que aportaba luz con los crash. La guitarra de Heafy tuvo momentos de protagonismo en “A Gunshot To The Head Of Trepidation”. El bajo de Paolo en cambio, se posicionó en un segundo plano, acorde con la personalidad que muestra el músico en el escenario.
Comienzo arrollador para la voz de Matt, que no paró de explorar el inframundo vocal que le mantiene en primera línea. Corey también mostró un buen torrente sonoro con sus cuerdas vocales, acompañando en coros en “Strife” y teniendo también sus partes de solitario dentro de algunos temas. Justo cuando el cantante de ascendencia nipona cambió de guitarra para “Pillars Of Serpents”, el sonido de ésta quedó algo desdibujado.
Los Trivium más metalcore aparecieron en la parte central, lo que ayudó a conectar mejor con el público más allá de los giros de cabeza que los norteamericanos provocaron. Con buen gusto entraron los cortes menos rocosos y más melódicos como “ The Ones We Leave Behind” o “Down From The Sky” donde las guitarras y voces sonaron bien empastadas y los coros del público se sumaron de buena gana en los estribillos. Lo mismo pasó con “The Heart From Your Hate”.
Para finalizar, “In Waves” volvió a dejar de manifiesto la dualidad vocal de Matt Heafy y la capacidad de adaptación de toda la banda para dar toda clase de embistes dentro del metal. Su ya clásica “ Pull Harder On The Strings Of Your Martyr” puso a saltar a una sala que se mostró siempre en pro del dinamismo y la energía, tirando así por tierra el mito de la frialdad norteña.
Texto y fotos: Dave Blanco
Promotor:Bring the Noise
Día:2023-02-03
Hora:18:00
Sala:Santana 27
Ciudad:Bilbao
Teloneros:Malevolence Obituary
Puntuación:8
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.