Toundra alegra septiembre a Barcelona

Una vez mas vuelven los conciertos de Nits del Primavera. En esta ocasión Toundra llegó al Parc del Fórum para dar un auténtico espectáculo auditivo a sus fans.

Viaje astral de la mano de Toundra

Los madrileños Toundra visitaron Barcelona para llenar de magia el escenario de Nits del Primavera con sus temas instrumentales cargados de pasión. Los asistentes al evento iban llegando y ocupando sus respectivos asientos mientras el concierto daba inicio con el tema “Cobra” de su trabajo de 2018 ‘Vortex’, seguido de otro corte del mismo disco, “Tuareg”.

Toundra (Foto: Aitor Chaparro)

Cortes que poco a poco crearían el ambiente cálido que acompañaría al público durante todo el recital, un público que pese a estar sentados dada la situación y las medidas de seguridad actuales, pudo disfrutar durante un tiempo de este oasis cultural tan necesario en estos tiempos que corren antes de continuar su viaje.

La siguiente en sonar sobre las tablas fue “Bizancio” con ese toque espiritual que deleitó a los allí presentes con riffs bien ejecutados por Esteban y Macón a las guitarras, las lineas de bajo contundentes de Alberto y los ritmos precisos de la batería de Álex. No tardó en llegar “Kitsune”, rozando lo onírico pero ganando intensidad a lo largo del tema seguido de “Cielo Negro”, con tintes algo mas oscuros pero encajando a la perfección con la ya mencionada “Kitsune”. Con un tono más calmado llegó “Magreb”, llenando de paz el recinto, canción muy aclamada por los fans de la banda, sobretodo por los mas veteranos.

Toundra (Foto: Aitor Chaparro)

El espectáculo seguía su curso, la banda realizaba una ejecución tras otra, funcionando como un reloj y dando paso a “Kingston Falls” que a su vez servía de introducción perfecta para el siguiente tema de la banda: “Mojave”. Tras finalizar el tema llegó la que sería la última canción de la noche la cual cerraría la actuación. Ese lugar lo ocupó “Cruce Oeste” mientras el cuarteto dejaba al público con ganas de repetir, en un entorno más cercano como al que estaban acostumbrados, dándole así un final perfecto a la velada.