Tierra Santa: un aniversario de leyenda en Barcelona
Tierra Santa es como el buen vino que parece mejorar con el paso de los años, y nos regalaron un show veinte aniversario que estuvo a la altura de lo que se esperaba de él en lo musical, con algún que otro altibajo, eso sí, y en la que se echaron de menos algunos cortes como "Caballo de Troya" o una mayor presencia de Medieval y Legendario, pero es una lástima que a nivel escénico gozara de unas luces y un sonido algo pobre, amén de un fondo en el que ni tan siquiera había una simple tela con el nombre o el logo del grupo. Una celebración de dos décadas de historia merece algo más, pero la música se llevó todo el protagonismo. ¡Brindemos por ello!
La celebración de un aniversario siempre resulta una ocasión especial y la de los riojanos Tierra Santa rindiendo tributo a sus dos décadas de historia no iba a ser precisamente una excepción, comenzando por el hecho de encontrarnos ante un show de dos horas y media (que en realidad fueron algo menos) encargadas de repasar algunos de sus mayores éxitos y de brindarnos alguna que otra sorpresa, en un extenso repertorio repleto de hard rock y heavy metal con el inconfundible sello de la banda.
Eso sí, y como suele ser habitual en actuaciones de esta duración, hubo algún que otro altibajo que se vio ampliamente subsanado por un final de fiesta por todo lo alto que reunió algunos de los mejores temas que han compuesto a lo largo de su historia y que hicieron las delicias de los centenares de seguidores que se reunieron para celebrar al lado de los músicos una fecha tan señalada y especial para despedir el año.
Viviendo en tierras de leyenda
La gente se mostraba impaciente y poco a poco iba presentando una más que notable entrada en la sala explotando en gritos y silbidos una vez el reloj marcaba la hora del inicio del show. No se hicieron rogar demasiado y sin apenas mediar palabra arrancaron al ritmo de una «Tierra de Leyenda» que fue muy bien recibida pero que denotaría un sonido algo irregular que se repetiría a lo largo de la noche.
«El Laberinto del Minotauro», «Apocalipsis» y, sobretodo, «Sangre de Reyes» (del disco más recordado durante la noche), continuaron la fiesta que «Indomable», aún con el lastre del olvido de la letra de algunos fragmentos por parte de Ángel San Juan, llevarían a uno de sus puntos más álgidos.
«Quinto Elemento» fue una de las concesiones a su último trabajo, que no se vio especialmente deslucido entre tanto clásico, y que con el omnipresente teclado de Juanan San Martín viste sus mejores galas. Eso sí, al músico apenas se le podía ver al fondo del escenario entre tanto humo y unas luces que no hacían justicia a la velada a la que asistíamos. Una lástima.
La fuerza de «Caín» dejo paso a las melodías de «El Canto de las Sirenas», quizás uno de los estribillos más coreados de toda la noche, aunque para ser justos hay que reconocer que «La Leyenda del Holandés Errante» no se quedó precisamente atrás, con Dan Diez muy activo en la guitarra a pesar de un sonido algo deficiente y bajo, que compensó con una actitud y energía intachable.
Seguíamos repasando la historia de la formación (y de la humanidad) con canciones como «Otelo» y «Nerón», aunque fue con «Pegaso» cuando el concierto volvió a brillar con luz propia y la conexión entre banda y público se hacía notar con más intensidad. El músculo rítmico que aportan el bajo de Roberto Gonzalo y la batería (algo simple, eso sí) de David Carrica se hacen notar en canciones como «Revolución» y algunas de las mejores composiciones de los riojanos como «La Sombra de la Bestia», que continuaba ilustrando el que para muchos es su mejor disco, Sangre de Reyes. A juzgar por el setlist que nos estaban ofreciendo ellos deben pensar igual.
«El Amor de Mi Vida» pondría el punto más emotivo de la actuación, cediendo casi todo el protagonismo a Juanan y la harmonía de sus teclas, que pronto dejarían su lugar al «Azote de Dios», volviendo a convertir aquello en un recital de heavy metal de la vieja escuela, con un Ángel para el que no pasa el tiempo visiblemente feliz sobre las tablas y en un estado de forma vocal notable.
«El Bastón del Diablo» o «Juana de Arco» levantarían el aplauso y el calor del respetable al igual que hiciera «La Momia», aunque de he reconocer que «Rumbo a las Estrellas» me parece una composición un tanto floja y en directo no acabó de cuajar como la mayoría de sus compañeras, llegando de una forma un tanto fría al bis tras el cual llegó lo mejor de toda la velada.
Volvieron con fuerza al compás de «Alas de Fuego» y con «Legendario» sus seguidores explotarían en júbilo cantando a pleno pulmón todos y cada uno de sus versos, dejándose las gargantas en su celebrado estribillo en honor al Cid. Hubo tiempo para las sorpresas en forma de una vitoreada «Dracula», cuyo nombre se había escuchado por parte del público durante gran parte de la noche.
Golpe final a base de clásicos de Tierra Santa
Pero la locura estalló definitivamente con el sonido de guitarra que avecinaba la llegada de «La Canción del Pirata», su «The Final Countdown» particular que hizo que las últimas filas se abrieran paso a empujones hasta las primeras y aquello se convirtiera en una olla a presión. Con su segunda parte volvió a reinar la calma que desató la tempestad en «Tierra Santa», la mejor forma posible de rubricar este aniversario que se suma al que pocos días antes celebró Crisix, demostrando el excelente estado de salud del que goza nuestra música.
Tierra Santa es como el buen vino que parece mejorar con el paso de los años, y nos regalaron un show veinte aniversario que estuvo a la altura de lo que se esperaba de él en lo musical, con algún que otro altibajo, eso sí, y en la que se echaron de menos algunos cortes como «Caballo de Troya» o una mayor presencia de Medieval y Legendario, pero es una lástima que a nivel escénico gozara de unas luces y un sonido algo pobre, amén de un fondo en el que ni tan siquiera había una simple tela con el nombre o el logo del grupo. Una celebración de dos décadas de historia merece algo más, pero la música se llevó todo el protagonismo. ¡Brindemos por ello!
Texto y fotos: Lluís García
Promotor:Damask Events
Día:2018-12-28
Hora:20:30
Sala:Bikini
Ciudad:Barcelona
Puntuación:7
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