Horrible sonido, mejor banda: lo de Thy Art is Murder en Barcelona
Ni el espantoso sonido de Thy Art is Murder logró romper la conexión de la banda con su público.
Lo vivido en la noche del martes en la ciudad Condal quedará en la historia. ¿Cómo una banda logra captar la atención de un público hambriento de metal sin un buen sonido que la apoye? Thy Art Is Murder tiene la fórmula.
La noche del martes se presentaba con una muy buena noticia, una de esas a las que el público metalero no está muy acostumbrado. Horas antes, la promotora del evento anunció que el show de Thy Art Is Murder tendría un cambio de sala por la gran demanda de entradas. Así pués, la sala grande del Razzmatazz albergaría la velada deathcore por excelencia, un show cargado de muchísima expectativa ya que hacía pocas semanas, la banda australiana anunciaba que CJ McMahon habría sido despedido, justamente un día antes de publicar su nuevo álbum de estudio “Godlike” y quedaría en el aire quién sería el nuevo frontman de la banda.
Concierto en horario escolar
La cosa era desde temprano, una velada que iniciaba todavía en horario laboral ya que eran cuatro las bandas que compartieron escenario. A las 18:00h, hora de recoger a los críos de la academia de inglés como aquel que dice, llegaba el turno de disfrutar de Spite. Los americanos llegaban por primera vez a Barcelona ante un público que habría escuchado hablar de su nombre, pero ciertamente no esperaban el grandioso espectáculo que montaron.
Siempre es bueno empezar con buen pie y sin duda este fue el correcto inicio de la noche. Cargados de mucha energía y conexión con el público, Spite desató lo mejor de su repertorio durante media hora, siendo ovacionado por el público al terminar la última canción, su hit más conocido “Kill Or Be Killed”.
Fit For An Autopsy, la grata sorpresa de la noche
Llegaba el turno del primer entrante de la noche. Directamente desde Nueva Jersey, una de las bandas que más está construyendo su nombre en el mundo del deathcore, por segunda vez en tierras catalanas, Fit For An Autopsy.
Los estadounidenses, quienes desde 2008 se encuentran repartiendo cátedra en el mundo del death metal, llegaban a Barcelona con una gran cantidad de público ansioso por verlos y por disfrutar de su más reciente trabajo discográfico ‘Oh What The Future Holds’ del año pasado.
Mucha ya era la gente dentro del recinto que se encontraba en medio de los interminables circle pits, pero no se les puede culpar, ya que Fit For An Autopsy fue una ametralladora. Un sonido que sacude cimientos, una gran energía por parte de todos los integrantes y temas de la talla de “Black Mammoth”, “Hellions” y “Far From Heaven” sirvieron como eficaz receta para causar una gran reacción entre el respetable.
Whitechapel, el mejor sonido de la noche
Pocas veces son las que tiene la audiencia de disfrutar de dos bandas tan grandes en un escenario que no sea el de un festival, y llegaba el turno de probar el primer plato principal de la jornada.
Faltando veinte minutos para las ocho de la tarde, llegaba el momento de presenciar a los oriundos de Knoxville, Tennessee, quienes con ocho álbumes de estudio, han logrado hacerse un lugar en el estrato más alto del género. Era la hora de ver a los míticos Whitechapel.
Los americanos tuvieron la dicha de poder contar con los altavoces inferiores en funcionamiento, fuente principal atribuida a su inmenso sonido durante los cuarenta minutos de su concierto. Una ejecución impecable, llena de los mejores temas de su discografía como son “The Saw Is The Law”, “End Of Flesh” y “This Is Exile”. Maravillosa recepción de la audiencia ante la tercera visita de Whitechapel a tierras catalanas.
Captar al público aún con muy mal sonido
Una sola era la razón común que tenía a la audiencia concentrada un martes laboral bajo el techo de la sala Razzmatazz, una sola era la banda que había logrado un cambio de sitio por gran venta de entradas, una única actuación era lo que faltaba esa la noche.
Cuando el reloj marcaba diez minutos restantes para las nueve de la noche, las luces se apagaron y bajo un festival de luces multicolor comenzó a sonar “We Like To Party” de los Vengaboys y bajo un mar de miradas confundidas pero ansiosas, las luces tomaron una tonalidad azulada oscura y entraron en escena los australianos con “Destroyer Of Dreams”.
Durante la primera canción, dos conclusiones se pudieron llegar a sacar. La primera es que, aunque Tyler Miller es un tremendo vocalista que probablemente lo petará como frontman de la banda, se llegó a echar en falta a CJ McMahon. La segunda, el pésimo sonido que se extendió durante tres cuartas partes de su concierto. Y es que, varias veces tuvo que llegar un técnico de consola a revisar por qué razón no funcionaban los cuatro altavoces inferiores ya que únicamente eran perceptibles y entendibles la batería y las voces, lamentablemente.
Ahora, Thy Art Is Murder está en el lugar que está por una razón. Su ejecución es tan correcta y su energía es tan pegajosa que durante la hora y diez minutos de show, la banda contó con un apoyo innegable y una buena dejada de sangre, sudor y lágrimas por el suelo de la sala. Daba igual que aquello sonase regular tirando a mal, tenían al público comiendo de la palma de su mano a base de la cruda energía que desprendían desde el escenario.
Si bien no se pudo apreciar el sonido de los instrumentos de cuerda, el público pudo disfrutar de siete canciones de su más reciente disco, el controversial “Godlike” y de trallazos como “Death Squad Anthem”, “Reign Of Darkness” y “Puppet Master”.
Los australianos tienen en su haber uno de los mejores trabajos discográficos del año en el mundo del deathcore, cuentan con muchísimo apoyo por parte de su audiencia y una cara nueva en la voz así que es muy positivo el futuro que tienen, tan sólo es de esperar que en futuras ocasiones les vaya un poco mejor con el sonido.
Texto: Alejandro Gonzalez | Fotos: Andrea Rodriguez
Promotor:Bring the Noise
Día:2023-10-17
Hora:18:00
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Whitechapel Fir For an Autopsy Spite
Puntuación:7
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