La magia de The Picturebooks hace efecto en Madrid
La despedida del fin de semana en Madrid se insinuaba de manera especial. Era un día frío y lluvioso, de esos en los que solo apetece refugiarse en casa bajo una manta con una buena película o serie. Pero durante la pasada noche del domingo teníamos una razón de peso para salir a la calle, pues los alemanes The Picturebooks llegaban a la capital para ofrecernos lo mejor de su música.
A medida que se acercaban las diez de la noche (hora prevista para la apertura de puertas) las inmediaciones de la céntrica sala Wurlitzer comenzaban a albergar a los primeros fans de la banda, deseosos de entrar a resguardarse del frío y disfrutar del espectáculo que iba a acontecer.
Tras una espera que se antojaba algo larga para los impacientes en Madrid, hacía acto de presencia sobre las tablas el dúo de Gütersloh. El tema escogido para iniciar la descarga fue “You Can’t Let Go”, corte que se encuentra en su último trabajo de estudio titulado “The Hands of Time”. La versión original del disco cuanta con la colaboración de Chrissie Hynde, vocalista de The Pretenders. Debido a esto, la versión que escuchamos en este directo tuvo matices distintos.
Aunque The Picturebooks sea una banda que se deja caer por aquí a menudo, las ganas que tenía su público de disfrutar una vez más de su espectáculo eran inmensas. Tanto es así, que para la interpretación de “I Need That Oooh”, la banda ya tenía al respetable más que entregado. Tras un breve y amable saludo en castellano del vocalista Fynn Claus Grabke, el espectáculo continuaba con “PCH Diamond”, de ese “Imaginary Horse” de 2014; álbum con el que vería renacer el mundo a The Picturebooks en formato de dúo.
Tres son multitud
Si algo tienen de especial The Picturebooks, aparte de la calidad innegable de su música, es su formación. Lejos de ser la típica banda con incontables miembros, su formato de dúo les sobra para desarrollar la gran cantidad de elementos que componen su música.
Sin descanso llegaban “Seen Those Days”, sazonada con los múltiples efectos de la enorme pedalera de Grabke. Siguiendo el orden de temas, le tocaba el turno a “Fire Keeps Burning” y “Wardance” ambas encuadradas dentro de “Home is a Heartache”. Ésta última contó con un final apoteósico, pues Fynn animaba a los allí congregados subido al bafle frontal del escenario al tiempo que Philipp golpeaba cada vez más fuerte sus 5 bombos. La increíble energía que depositaba en cada golpe el señor Mirtschink dejaba anonadado a todos los allí presentes, pues cuesta ver a un percusionista con tanto ímpetu, y tocando de manera tan particular. El reducido escenario con el que contaban hacía que la mitad del espacio se viera ocupado casi en su totalidad por los artilugios de Philipp, que aparte de los citados bombos, se componían de piezas metálicas, una campana, o campanas tubulares.
“Lizard” fue una de las más coreadas, pero sin duda alguna uno de los puntos álgidos tomó forma de la recién estrenada “Howling Wolf”. La canción fue interpretada con una mandolina de dos cuerdas, que presentaba Fynn antes de comenzar a tocar. Todo un deleite ver a ambos integrantes tan compenetrados, incluso dando forma a los coros. Delicioso también el solo de mandolina, que en directo impacta incluso más que en su versión en estudio.
Habiendo sobrepasado ya el ecuador del concierto venía “Learn it The Hard Way”, aportando su toque de siniestralidad, momentos antes de dar protagonismo al piano. Y es que el instrumento acaparó bastante atención, pues fue bastante laborioso colocarlo en el reducido escenario. Los silbidos y el aire “western” de “Rain» cambiaban el rumbo de la cautivadora velada, que poco a poco y sin quererlo se acercaba a su fin.
El tiempo en tus manos
Después de atender a los solos cargados de misterio llegaba uno de los singles principales del nuevo disco, “Electric Nights”, que aportaba dinamismo a la imparable actuación. Las letras de The Picturebooks a menudo motivan a sus oyentes a vivir el momento, dejar atrás el pasado y no tener miedo por el futuro. Y, aunque se consideren personas positivas, son conscientes de los problemas que acarrea lidiar con la negatividad. Todo esto nos lo narraba Fynn para introducir el siguiente tema. “The Hands of Time” tomó vida como el single que dio título al álbum, y es que sus versos encierran uno de los temas más profundos tratados en la totalidad del álbum.
La enérgica “The Rabbit And The Wolf”, volvía a irradiar al respetable, que sin parar saltaba hacienda eco al mismo tiempo de los aullidos que caracterizan la canción. Fue interpretada con extra de ímpetu, y si cuando creíamos que el batería, Philipp, no podía aporrear el bombo más fuerte, éste demostraba que aún tenía más potencia en sus brazos (es más, a punto estuvo de lesionarse la muñeca derecha). Con “Your Kisses Burn Like Fire”, la pareja alemana se despedía con la promesa de regresar pronto por nuestras tierras.
Pero aún quedaba un poco más, esa bala guardada en la recámara, la que ponía el broche de oro definitivo a una pletórica noche. La velada del domingo llevaba por título “Zero Fucks Given”, un regalo, que sin aparecer en el guion inicial, supo a gloria y terminó de dejar satisfecho al personal.
Da gusto ver que sigue habiendo bandas de este calibre, de esas que lo dan todo en el escenario aunque estén tocando en una sala reducida ante decenas de personas. De esas bandas que aman su trabajo y reflejan luz con su música; pues el rock – blues de The Picturebooks de alguna manera te toca la fibra. Aunque la banda siga afirmando que a día de hoy no son capaces de tocar ni un solo acorde, son personas más que aptas para llegar al corazón de sus seguidores con sus composiciones. Un gusto tenerles encabezando una gira, pues en anteriores ocasiones solo habíamos podido disfrutar de su espectáculo en un formato más corto teloneando a otros grupos.
Texto: Tamara Ruiz | Fotos: Kaisla Virtanen
Promotor:Holy Cuervo
Día:2019-04-07
Hora:22:00
Sala:Wurlitzer Ballroom
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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