Retomando el legado de la gira 'In The Raw', la cual debía ser acontecida el pasado 2022, Tarja pisó territorio peninsular con motivo de la presentación de su homónimo trabajo de estudio, a través de diversas ciudades españolas.

La ceremonia acontecida contó con la presencia de Serpentyne, formación de rock sinfónico proveniente de Londres (Reino Unido) y Temprance, banda de power metal melódico originaria de Italia, en una ciclogénesis musical de amplia representación geográfica en la que las distintas tendencias consolidadas en el género confluyeron en un siroco que dejó a Apolo lamiéndose las heridas.

Dicho espectáculo heterogéneo, ofrecido el pasado 13 de febrero, se materializó como previa alternativa al día de los enamorados. Una vía de escape para aquellos más aficionados al headbang colectivo que a las espinas de las rosas.

Toma de contacto

Serpentyne, primer maestro de ceremonias, materializó un páramo atmosférico distante al mundo conocido en un viaje sideral intrépido sin rumbo fijo (“Away From This World”). Aproximándose de lleno a una realidad abyecta, sirvieron a la velocidad de la luz los cimientos de una rebelión sónica surgida de las mismísimas entrañas de Inglaterra y, en adelante, las almas sedientas de los allí presentes fueron trasladadas cual espejismo a un oasis sinigual de la mano de los “Spirits of The Dessert” (“Espíritus del Desierto”), para conocer de primera mano a Helena de Troya (“Helen of Troy”) y sus artimañas bélicas de primera instancia. Con “Seance” como toque de atención, dispusieron el cierre de la presentación de la mano de la liturgia del Ángel de la Noche, cuya bendición torcida jugó caprichosa con la voluntad de los espectadores cuál títere maniatado entre fragmentos de hilo negro.

Cambio de set up y Temprance tomó el relevo. La formación originaria de Italia, suficientemente atrevida para dotar al power metal de un toque moderno y melódico, redujo a cenizas los átomos de la materia, presentando su último trabajo de estudio. Más concretamente, ‘Diamanti’ postula como un diamante en bruto, de esencia pura e irrompible de puertas para adentro. La propuesta en cuestión, carente de velocidad y de la pesadez característica asociada al género, apostó por curtidos arreglos armónicos y intrincadas confluencias vocales como afluente de la búsqueda de un sonido limpio e inmaterial.

Corte limpio

El aqueronte carcelero de los más astutos demonios personales quedó reafirmado de la mano de “Demons In You”, manifestación cruda a la que precedió el resurgimiento del fénix de mirada eterna del rito funeral acontecido entre sus propias cenizas. Más concretamente, “My Little Phoenix”, incluido en la ciclogénesis invernal materializada en el larga duración ‘My Winter Storm’ (2007), conservó al vacío una esencia futura únicamente presente en un tiempo pasado. En la antesala de la Muerte, cual purgatorio de carácter efímero, fueron redimidos los pecados en un confesionario ilusorio de carácter definitivo.

Tarja (Foto: Sergi Ramos)

Con una sentencia justa a cargo de entidades superiores a la carta, “Anteroom of Death” dio paso a “Diva”, en la que una orquestación de corte exquisito y refinado combinó una sombría base de heavy metal con la prolífica voz de la reputada Tarja. Y sin hacer caso a las habladurías populares, la frontwoman dejó de banda el cliché ‘no hables con extraños’ en sentenciar “Goodbye Stranger”, tema que dio paso a un baile de máscaras al más puro estilo veneciano de la mano de “Silent Masquerade”.

Tarja (Foto: Sergi Ramos)

El Maestro de Hechicería hizo acto de presencia en el juego como reverencia a Nightwish, antigua formación de Tarja, para iniciar a los aprendices en el marcó místico del guerrero y el discípulo. Un público entregado cuyos deseos son órdenes bajo el track de “Wishmaster”.

Tarja (Foto: Sergi Ramos)

La cámara dorada fue desvalijada con “The Golden Chamber”, a la que precedió “You And I”, ambos presentes en la última entrega discográfica de la frontwoman, ‘In The Raw’. Y con una vuelta a ‘The Shadow Self’ como negativa analógica, “Undertaker” presentó el reverso de la moneda para dictaminar el destino de las víctimas de ritual a acontecer (“Victim of Ritual’). Una visita exprés al Pandemonium con billete de ida sin retorno.

Tarja (Foto: Sergi Ramos)

La pérdida de la inocencia fue la encargada de abrir el bis, dando paso al reniego operístico del obstinado “I Walk Alone”. En definitiva, Tarja se dejó la piel sobre el escenario, siendo testigo y acogiéndose a la quinta enmienda de “Until My Last Breath”, junto a una formación de músicos inigualables de corte soberbio y pícaro de clara similitud al Barón Samedí. El esqueleto rítmico, en manos de Dough Wimbish (bajo) y Alex Holzwarth (bateria) fue aderezado por el chelo electrónico de Max Lilja junto a los aventurados riffs de Alex Scholpp (guitarra), ofreciendo al público una experiencia multisensorial de alto calibre.

Tarja (Foto: Sergi Ramos)

En definitiva, la Apolo presenció un acontecimiento de sonido atronador en el que el cartel comercializado constituía únicamente la punta del iceberg. Ácido a quemarropa para el espectador y azúcar de caña sin edulcorar sobre el escenario.

Texto: Lorena Mendoza / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Madness Live

Día:2023-02-13

Hora:20:00

Sala:Apolo

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Temprance, Serpentyne

Puntuación:9